Milagro de amor [JinMin]

Capítulo +2

Jimin después de unos minutos logro calmarse, ordeno la sala y un poco la cocina para después apagar las luces he ir con sus hijos que ya se estaban subiendo a la cama, sonrió inconscientemente ya que le daba ternura como se ayudaban entre ellos a subir a la cama no había manera de que durmieran separados por mas que haya intentado que lo hicieran a la mañana siguiente los encontraba dormidos en la misma cama ya sea abrazados o con las manos entrelazadas.

-Papi.-Alzo la mirada notando que esos dos le esperaban ansiosos, se acercó a ellos para poder arroparlos bien, una vez lo hizo coloco la rejilla de seguridad sabiendo que Jungkook tenía el sueño tan pesado que aunque llegara a caerse al suelo no despertaría, bueno realmente lo comprobó un par de veces y eso le llevo a comenzar a buscar una cama nido para sus hijos.

-Papi ¿nos puedes contar algo sobre papá?–Pregunto Kookie haciendo un pequeño puchero, Jimin se sentó en la silla mecedora a un lado de la cama pensando en el pedido de su hijo menor, cruzo sus piernas y se hizo el pensativo solo por dar mas intriga a sus pequeños amores.

-Si, papi, cuéntanos de papá, por favor.–Secundo la idea Hoseok dándole la señal a su hermanito de hacer ojitos tiernos, ambos pequeños miraron insistente a él omega que seguía en su posición pensativa.

-Papi, vamos, no seas malito.–Al mismo tiempo comenzaron a hacer pucheros y ojitos tiernos, el rubio mayor sonrió ante eso, definitivamente ese par eran todos unos hermanos complices.

-Esta bien, pero solo un poquito porque ustedes dos deben irse a mimir.-Jimin bajo durante unos cuantos segundos la mirada, nunca se había quitado el anillo de compromiso y en parte agradecía esa decisión por dos razones, era mucho mas fácil que lo dejaran tranquilo y podía mantener de cierta forma su compromiso siempre presente, la otra razón era porque sus hijos aun mantenían la seguridad presente de que tenían un padre alfa y a su papi omega, pero lo negativo de esto era que mas esperanzas se hacían de que su padre un día volvería.-Su padre era definitivamente uno de los pocos alfas, por no decir el único, que logro llamar realmente mi atención, era el alfa mas inusual que pude conocer, siempre destacaba en cualquier lugar sin planearlo en realidad, nunca demostraba cuando estaba triste y sonreía a pesar de que fuera un día horrible o estuviera demasiado triste y le faltaran las fuerzas, el siempre iba a estar allí para levantar el animo de los demás. 

-Papá siempre fue un héroe ¿ciertito papi? -Al escuchar eso de los labios de su pequeño Kookie asintió sin dudar, Hobi solo se mantuvo en silencio, el tenía algunos recuerdos con su padre, no muchos, pero a comparación de su hermano menor si tenia algunos además de fotografías, Jimin soltó un suspiro dejando una pequeña palmada sobre la cabeza de su hijo mayor, sabia que este siempre intentaba ser como el hombre de la casa, sin embargo su cachorro más pequeño se daba cuenta fácilmente de las cosas a comparación solo que intentaba aparentar que no era así para no preocupar demás a nadie, eso su cachorro mas pequeño lo habia sacado de él, a veces llegaba a creer que sus dos cachorros sabían que su padre alfa jamas iba a volver, pero al mismo tiempo le hacían creer lo contrario, miro a Kookie que no borraba su pequeña sonrisa y mucho menos sus ojitos llenitos de ilusión así como también le miraba Hobi aunque trataba de ocultarlo, sabia que para sus cachorros Seokjin siempre seria su mayor héroe, el mas grande que pudieran haber conocer.-Y los héroes nunca se van, papi.-Ante esas palabras parpadeo un par de veces antes de volver a mirarlos  ambos de una forma u otra, totalmente inconscientes de eso le repetían una y otra vez que Jin seguía vivo, aunque trataba de hacerse a la idea de que era su inocencia he ilusiones lo que les hacía decir esas cosas.–Sería bonito verle algún día.–Jimin mordió su labio inferior y miro el cuadro en el cuarto de sus retoños que tenía junto a Jin antes de lo que paso.

-Pero al menos ustedes tienen miles de fotografías suyas, a pesar de ser parte de la fuerza de la manada no lo aparentaba realmente todo el tiempo, el siempre me decía "en cada momento saca una fotografía mas si es una persona que quieres, porque no sabes cuando se pueda volver a repetir ese momento o si el día de mañana le volverás a ver... es mejor guardar cada momento en una imagen que acompañe el recuerdo." 

-Papá si que se tomaba fotos.–Hablaron al mismo tiempo los menores riendo un poquito al recordar todas las fotografías que habían visto de su padre, Jimin no pudo negar aquello, incluso tenían dos fotografías del momento justo cuando le dijo que estaba embarazado por primera y segunda vez, sin duda uno de sus momentos favoritos de su romance.

-Si son muchas, pero tengo unas cuantas que son mas favoritas y especiales que las demás, entre ellas están las que nos tomo cuando le dije que ustedes dos llegarían a nuestra vida.–Tomo su celular buscando la fotografía, siempre la miraba cuando perdía las fuerzas, sin dudas amaba esas fotografías, una vez la encontró se las mostro a sus pequeños que rieron un poco.–Después se puso a llorar y no me soltó en toda la semana, le contaba a quien se le cruzara que iba a ser padre, luego de eso claro el tuvo que partir y ya saben el resto de la historia.

-Papá sigue siendo el mejor y nuestro héroe.–Aseguro Hobi con una sonrisita dejando ver sus dientes.–Aunque aún Kookie no lo conoce y yo no recuerde mucho.-Formo una pequeña mueca con sus labios.

-Y papi también es el mejor.–Agrego Kookie dejando ver su sonrisita de conejito, Jimin sonrió mas aliviado sintiéndose mucho mejor al escuchar a sus pequeños decir eso, se puso de pie para dejar un pequeño beso en las frentes de ambos.

-Ya a mimir, que no porque mañana sea sábado significa que pueden levantarse tan tarde.–Se alejo a la puerta apagando la luz, solo dejando la lucecita de noche de siempre.

-Te amamos, papi.–Dijeron ambos comenzando a cerrar sus ojitos.

Yo también los quiero mis amores.–Cerro la puerta con cuidado para ir a su habitación, su habitación en soledad, completa soledad que cada vez se hacía parte de su costumbre, soledad y oscuridad en la misma habitación donde antes solo era luz y amor, cuantas cosas habían cambiado desde que Jin se fue.