En el mundo del vudú existen muchas puertas a nuestra realidad, o lo que nosotros conocemos como dimensiones, y son tres, una es el mundo real en el cual estas presente, la otra es la intersección, zona donde los muertos y los seres que practicaron Voodoo convirtiéndolos en unos seres atroces y por último en el submundo, o mejor conocido como el atat (lo vi en una película así que no recuerdo solo apunto lo poco que recuerdo).
Pero yo no te vengo a contar sobre eso, aun siendo una escritora se me historias de amor... y yo te contare una...
Había una vez en un reino lejano, más bien concretamente en el sur de Paris se encontraba un conquistador joven, se conocía por ser un extremo devoto de dios y que se encargaría de apaciguar a los indignos salvajes de áfrica en cinco días, lo que pocos sabían es que tenía un amante... amante que murió antes de siquiera ver a su amor partir, a pesar de todo el dolor que poseía, por su reputación surco el barco a las islas del áfrica esperando poder reencontrarse con su amor.
Una vez ahí los aldeanos al principio los veían a los invitados como no deseados, poco a poco cambiaron su aptitud hacia ellos, incluso le enseñaron a hacer la magia jurándole que sería capaz de ver aquellos que murieron y los dejaron atrás, con el tiempo el caballero iida se fortaleció, y fue capaz de estar con él.
Con el poco tiempo de volver, noticias fuertes de que un conquistador había llegado con brujería de la peor y su propio país lo condenó a muerte, con diez días sin comer ni beber y sin poder ver a su amor, ante su muerte el espíritu de su amado sufría ya que sabía el destino cruel de los invocadores, el alma vago de aquí por allá buscando la intersección ver si su amante estaba bien y encontrarse en el mas allá.
Un cruel día recordaba todo lo hermoso que vivió tanto, las fantasías de estar juntos y la ilusión que se unieran en un beso cálido tal como era cuando estaba vivo, y ahora lamentablemente se encontraba en el atat pagando deudas ante la magia.
Pasaron quinientos años, que el amante surcaba sin encontrar ni la paz, ni a su amor Izuku se empezó a desesperar y solo se resguardo en el ataúd de su amor, y en un día quería decorarla ponerle las flores para que lo sintiera, pero no se encontraba desesperado busco el cadáver de él, hasta que se topó con algo increíble era el, su amor con el amor que le tenía lo abrazo, con la mínima diferencia que no era un sueño y ni lo traspasaba, pudo sentir un abrazo, y cuentan que son felices, a pesar que el aspecto del conjurador es horrible, el espíritu lo ama como la primera vez.
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arte de : @s0gil_hk 5
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