Estaba nerviosa, era la primera vez que hacia esta cosa, después de entrar a un chat de un grupo de admiradores, me voy a juntar con un chico con el que hablado mucho y la verdad en un principio un poco de anime o ver videos de youbnha era mi idea original de diversión pero me surgió la curiosidad de conocerlo a por eso estoy aquí y estoy nerviosa, a pesar de estar en un café, siento que me miran raro... sobretodo un chico que acaba de entrar, se sienta en la mesa de lado mío, a juzgar por la taza el pidió un americano, su tés era alto, corpulento, vestía como un universitario nerd, un saco de color azul claro, un pantalón de mezclilla y unos tenis blancos.
Solo podía ver sus retiradas nada discreta hacia mí, tampoco era tan elegante, solo para darse una idea tenía una blusa color rosa, una falda negra y unos zapatos, y a comparación de lo que tomaba era un simple capuchino, al momento de decidirme ir, el joven de raro de la mesa se para y me pregunta si era @uranus147, era mi usuario en el grupo de admiradores del anime... ESPERA... ¿tú eres @tenya_ Hayai169?, el asintió con gran sorpresa, decidí darle una oportunidad y me volví a sentar.
...
Pararon alrededor de quince minutos, y el silencio incomodo era lo peor, tanto yo como él estábamos nerviosos, no sabíamos cómo iniciar tema de conversación, al alzo de un suspiro, decidí ver el motivo por el cual le gustaba un anime por el cual nos conocimos, el me platico que en un principio le gustaba a su hermano y que no lo quería ver ya que no le gustaba, después que murió, decidió verla y así quedo fascinado, bueno en mi caso yo la había visto para platicar con el chico que me gustaba, después de mi desilusión de enterarme que era gay.
El tema paso de un anime a cosas tribales, el me agradaba, hablaba como diplomático y a pesar del movimiento raro de sus manos robóticas, nos pasamos la tarde hablando y riendo de las cosas que platicamos.
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Paso alrededor de meses, y cada jueves él se hacía un hueco de su universidad y yo ese día descansaba de mi trabajo de medio tiempo, y era pedir el mismo americano y capuchino y pasar la tarde ahí, en la cafetería acuario, era como si el mundo avanzara el tiempo rápido para mí al estar a su lado, él tenía una calidez al hablar y a pesar de que nuestro encuentro fue una cita a ciegas, no me arrepiento.
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Era un jueves 20 de octubre (sé que es sábado pero esta es mi historia y se aguantan) había llegado más tarde de lo normal, habíamos cumplido tres años, y bueno ahora somos novios y a pesar de que paso tiempo, me gusta estar ahí a tiempo, llegue al compás del reloj, pero no lo vi, se me hizo raro ya que él era puntual, espere un rato hasta que un pequeño me dio una flor de plástico, la rosa era una caja, adentro había un anillo y dentro de él un bordado que decía ¿te quieres casar conmigo?, yo llore de la emoción, y lo vi ahí con un ramo de flores, lo abrace con toda mi euforia, el solo se reía ante mi reacción, era más que claro que era un sí, ¿Quién iba a pensar que una cita a ciegas me daría la mayor felicidad?
