Capítulo 6

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Una vez es algo raro, dos son casualidad y tres son un patrón. Mito sabía esto y por eso sospechó, no podía ser casualidad que Madara comenzara a acercarse a Hashirama de la nada, y siempre usando esas excusas tontas que sólo Hashirama creería, y no porque sea crédulo, más como que su cerebro sale a dar un paseo de la mano con sus fantasías

– Hashirama – llamó Madara a su lado a mitad de la clase de japonés. – Olvidé mi libro, ¿hacemos equipo? – preguntó, y aunque para la mayoría pareceria natural, Mito podía ver cierta timidez en sus movimientos

– ¡Claro! – exclamó de inmediato su mejor amigo, aunque estaba comenzando a pensar que pronto la reemplazaría por cierto azabache (el traidor)

Juntando ambos escritorios, se sentaron cerca del otro por lo que resta de la clase, haciendo algunas bromas en voz baja y dándose codazos juguetonamente entre risitas, cambiando a una mirada seria / aburrida cuando el profesor volteaba

Una persona normal supondría que Madara le corresponde a Hashirama, Mito cree que lo van a friendzonear

¡No por ser mala ni nada! Pero ¿no es demasiado bueno para ser verdad?

Pero bueno, no se entrometeria a menos que algo suceda...

...

Madara miró distraidamente a Shisui hablando antes de recordar que Izuna le pidió que intentara invitar a Hashirama a pedir dulces

– Hashirama – dijo Madara, de esa forma tan particular al decir su nombre, pareciendo aburrido y desnteresado, extendiendo la última sílaba. Si le preguntas a Hashirama, diría que es lindo porque quiere ocultar su vergüenza.

– ¿Qué pasó? – preguntó Hashirama de inmediato, volteando la cabeza a su dirección con esa sonrisa soleada y despreocupada

– Eres un idiota – murmuró desviando la mirada antes de darse la media vuelta e irse tranquilamente, dejando a Hashirama con un enorme signo de interrogación sobre su cabeza

Ajeno a Hashirama, una vez Madara dobló la esquina, sus pasos fueron apresurados hasta que llegó a un lugar privado

¿Porqué se ponía tan nervioso cuando le daba esa sonrisa, cuando dejaba todo para mirarlo como si fuera lo más importante?

No es como si lo considerara su amigo o lo que sea, ¡sólo quería despojarlo del primer puesto!

Estúpido corazón que no para de latir rápido, si no fuera tan importante ya se lo hubiera quitado hace mucho

Una idea le saltó a la mente rápidamente, ¡Quizás se enfermó!

... Si, eso debe ser, y quien diga que se está autoengañando es tan idiota como Hashirama. Los Uchiha no se autoengañan.

...

– ¿Qué fue eso? – preguntó Hashirama a nadie en particular. Un momento estaban platicando con Shisui y Mito y al siguiente Madara lo insulta

– No sé – murmuró Mito pensativa

– ¿Soy yo o se sonrojó? – cantó Shisui con una sonrisa burlona haciendo que Hashirama se sonrojara y pegará esa sonrisa boba en su rostro, esa de enamorado

– ¡Pero que dices! – exclamó, riendo tontamente. Shisui sólo le miró con una gota de sudor, y Mito, ya acostumbrada, lo ignoró amablemente

– Hmm, ¿qué tal si lo invitas a pedir dulces, Hashirama? – Dijo Shisui, casualmente

– ¿Pero qué dices? – dijo alarmado – ¡Es tan repentino! Sería– ¡Sería colo una cita! – dijo, entre alarmado y feliz

– Bueno, podriamos decir que es una salida grupal si nos invitas, así no es tan descarado – habló la voz de la razón, Mito

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