Capítulo 27

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Hashirama se aburre en su nueva escuela.

Sabe la razón por la cual su padre lo envió aquí, por supuesto, sin embargo eso no evita que su entorno a su alrededor se desvanezca en tonos monocromáticos.

Hashirama tampoco descuida sus deberes como heredero, no hay lugar para dudar de ello. El deber siempre se mantiene entre sus prioridades, justo al lado del sentimiento de fidelidad y la fijación específica en cierta persona especial.

Una suave sonrisa se asienta sobre su rostro, y el mezclarse con la multitud hasta convertirse en el líder inconscientemente con su carisma es lo que lo mantiene ocupado cuando en el fondo se asienta el anhelo y un sentimiento de culpa que pesa sobre su estómago como su estado natural.

No todo es malo, por supuesto. Las clases avanzan a un ritmo mucho más rápido. Hashirama se estaba preparando para pedir un adelanto de grado, por lo que los temas que tenía que hojear una y otra vez se acumulaban hasta formar una pila de notas resumidas de forma simple, con tecnicismos que necesitaba memorizar y fórmulas que jamás usaría porque su futura línea de trabajo no estaba orientada a ese aspecto.

Pero dejarlos de lado no era una opción. De alguna manera se sentía obligado a aprender todo lo que podía, a dar su mejor esfuerzo incluso cuando creía que no era necesario.

"Hay tantas cosas que contarte, Mito" comienza Hashirama con un tono quejumbroso, cada vez menos acostumbrado a hablar con Mito como si fuera una persona real, y más considerándola un muro que escuchará todo lo que le diga y no dirá ni una palabra (A pesar de ello, no le ha contado lo peor. Nunca le habla de lo peor, porque no puede evitar desconfiar irremediablemente de todos. Sólo el sentimiento de cariño y lealtad hacia la presencia constante que le brinda.)

Las llamadas se han vuelto menos frecuentes debido a lo ocupado que se han vuelto en áreas en las que no pueden ayudarse mutuamente, sin embargo eso no le resta importancia a la confianza duramente ganada. "Siempre quieres contarme demasiado" responde ella con un tono de hartazgo fingido y cierto nivel de complaciencia hacia su persona. "Si se trata de Madara, voy a cortar la llamada"

"¡No, no!" niega inmediatamente antes de detenerse, "Bueno, sí"

"..."

"..."

"...¿De qué se trata ahora"

Hashirama suelta una carcajada avergonzada, sintiéndose inmediatamente feliz al recordar lo que iba a decir. Ni siquiera es algo tan importante, pero todos se sienten mejor cuando recuerdan lo que les gusta, "¡Madara me compró una planta!" exclama, observando fijamente dicha planta con atención, acariciando las hojas con cuidado. Desde aquella vez, ha madurado felizmente, sus hojas incluso se ven más verdes que cuando la adoptaron inicialmente. Parecía que Hashirama tenía un don para la jardinería, como Madara le dijo con sorpresa, probablemente recordando el césped marchito en su propio jardín y las enredaderas con flores secas que Hashirama notó en una de sus muchas visitas.

Ah, la próxima vez que vaya a visitar a Madara conseguirá sus herramientas para ayudarlo. Estaba seguro de que se agradecerá la ayuda. Y una excusa para verlo no hace daño. Nunca lo haría.

"Estoy muy feliz por ti" viene el esperado tono plano. Probablemente ella sólo escuchará unas líneas antes de evadirse. Pero eso está bien, porque es el ritmo que establecieron desde hace mucho tiempo.

...

"¿De qué se trata todo esto?" se pregunta en voz alta cuando ve a una pequeña multitud reunirse frente a algo, su manera de avisarle a los que lo acompañan que se dirige a investigar. Al acercarse se da cuenta de que se trata de una exhibición de uno de los clubes de esta institución, el único de artes marciales.

La pelea es entre un par de alumnos de mayor grado, seguramente del más avanzado. Una chica y un chico con una fina capa de sudor que cubren sus cuerpos, respirando de manera controlada con sus ojos enfocados en el otro. Sus posturas están cerradas, sin dejar alguna abertura obvia a la vista, además de que parecen tener buena condición física.

Inevitablemente, llamó su atención.

Cuando era más joven, el propio Hashirama ese interesó en las artes marciales, sintiéndose emocionado al enfrentarse contra otra persona de un manera tan apasionada, luchando por el bien de ganar y teniendo un oponente que pueda hacerle frente para igualarlo o superarlo. Por alguna razón, la victoria siempre dejaba un sabor agrio en su boca, quizás la decepción de terminar tan pronto.

Sin embargo eventualmente lo abandonó. Las artes marciales eran divertidas, pero sólo supervisar a otros mientras permanece como el mejor no es divertido. Mucho menos cuando tenía que cuidarse constantemente de ser cuidadoso con sus maneras de tratar a otros.

Ahora, viéndolos luchar de esta manera, se preguntó qué tan divertido habría sido luchar contra Madara, ya que escuchó historias de él sobre algunos de los miembros de su familia, y algunas palabras de orgullo sobre lo prodigiosos que eran sus hermanos pequeños.

Una parte más pequeña de él piensa que luchar contra Madara hasta que uno de los dos pierda, exhaustos en el suelo, jadeando mientras la temperatura de su cuerpo sigue incómodamente alta habría sido un poco excitante.

...

"Te lo dio Madara" afirma Tobirama, mirando la planta en el balcón de Hashirama con los ojos etrecerrados en una expresión pellizcada que ha aprendido a identificar como el hartazgo. Antes rodaba los ojos, lo que lo hacía más obvio, pero ese hábito fue reemplazado conforme su pequeño hermanito comenzó a comportarse de manera madura. Hashirama no menciona que la razón fue un compañero de su hermanito el que se burló delante de la multitud sin piedad, '¡Ah, Tobirama, si siempre volteas los ojos te quedarás bizco! Eso es tan inmaduro, pfft', pero recuerda la espina para usarla en su beneficio en caso de que sea necesario.

Ni siquiera está seguro de por qué razón necesitaría dar un golpe tan bajo hacia su hermano, pero se encuentra catalogando la información que recibe y guardando lo jugoso en caso de que sea necesario, por si se interponen en sus metas y objetivos (i)legales.

"¿No es hermoso?" pregunta retórico, riéndose para sí mismo ante la caligrafía en la maceta. No permitirá que esta planta muera, y si lo hace, aún conservará la maceta barata para alguna otra planta.

"Deberías ayudar a nuestra madre con el jardín trasero, entonces. Tu planta parece pasarlo muy bien"

"¡Ah, qué gracia tiene eso!" protesta, "Esta planta es especial, no puedes compararla"

"Por supuesto" no está muy convencido pero prosigue de todos modos, "También asistiré a la misma escuela que tú, eventualmente. Nuestro padre desea que esté preparado en caso de que algo suceda, así que espero que te tomes en serio tu responsabilidad como hermano mayor y comiences a transmitirme información relevante cuando lo creas necesario"

La ofensa se resbala sobre los escudos de inmunidad sarcástica de Hashirama, por lo que sólo lo toma con una sonrisa, "Toda la información que te he transmitido hasta el momento es importante, ¿no te gustaría saber cómo aprender a esconder un cadáver en caso de necesitarlo? Aunque en realidad, mejor llámame, eres horrible mintiendo"

Tobirama sacude la cabeza. "Información sobre el manejo de la compañía. Tómatelo en serio."

Por supuesto, Tobirama sabía que Hashirama se lo tomaba en serio, pero fue la mejor manera de decir 'Por favor deja de molestarme con tus bromas que no hacen reír a nadie, absolutamente nadie.'

"¡Ok!"

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2020 ⏰

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