𝐀𝐋𝐀𝐒𝐊𝐀 |𝐄𝐧𝐨𝐜𝐡 𝐎'𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫|

21

Desperté algo temprano al oír a la señorita Peregrine limpiar la habitación de Víctor.

-Buenos días señorita Peregrine -Dije y ella volteo algo sobresaltada por mi voz-.

-Mi niña buenos días, perdón si te desperté -Dijo ella a lo que negué con una sonrisa-.

-Tranquila, no debe de disculparse. Necesita ayuda? -Ella asintió con una sonrisa-.

Limpie la ventana que estaba algo sucia y mire a Víctor algo apenada.

-No debí dejarlo solo -Dije con algo de tristeza-.

-Tú no tienes la culpa cielo, aquellos mounstros sí. Aún no me cabe en la cabeza en cómo pueden matar almas inocentes -Dijo ella mirando a Víctor con tristeza-.

-Algún día pagarán por todas las muertes, yo lo sé -Ella asintió- señorita Peregrine se que no me incumbe, pero por qué Jake ha venido?

-Jake es un peculiar y aquí estará a salvó, además es de mucha ayuda aún que no lo parezca -La mire con algo de asombro-.

-Que peculiaridad tiene? -Iba a responderme pero oímos a los niños despertar-.

-Ire a preparar el desayuno -Dijo ella con una sonrisa-.

Me quedé en la habitación de Víctor y me atreví arrodillarme cerca de él.

-Se que no fue mi culpa, pero si tan solo me hubiese quedado contigo no estarías en esta cama -Hice una mueca- lo siento Víctor.

Me levanté del suelo y salí de su habitación encontrándome con Enoch saliendo de la suya.

-Alaska? Qué hacías en la habitación de Victor? -Me miro confuso-.

-Solo estaba ayudando a la señorita Peregrine a limpiar un poco -Sonreí-.

-Esta bien, vamos a desayunar? -Pregunto él y tomo mi mano-.

-Claro -Dije besando su mejilla causando que sonriera un poco-.

Ambos bajamos al comedor tomados de la mano y causando que las niñas nos miraran con picardía.
Después del desayuno, salí al patio para vigilar a los niños y todo el lugar, esa era mi tarea diaria.

-Miren Jake ha vuelto -Con Horace y Hugh volteamos para ver a Bronwyn quien traía de la mano a Jake-.

-Hola Jake, quieres jugar con nosotros? -Pregunto Millard-.

-Tal vez luego, han visto a Emma? -Pregunto Jake algo nervioso-.

-Esta en la casa, pero no falta mucho para que salga a realizar su tarea diaria -Dije mirando mi reloj- niños quédense jugando aquí -Ellos asintieron-.

Comencé a caminar al rededor de la casa y luego cerca del Bucle, a los pocos segundos pude olfatear a Jake muy cerca así me detuve.

-Por que me sigues? -Pregunte dándole la espalda-.

-Y-yo lo siento, n-no sabía...-Lo interrumpí-.

-Por que no lo sabías soy un lobo, mi olfato es bueno -Dije volteando para mirarlo con una sonrisa-.

-Sí mi abuelo me lo dijo -Dijo él con una sonrisa nerviosa-.

-Te hablo de mí? -Me acerque un poco más hacia él-.

-S-si, digo de todos ustedes -Trago en seco-.

-Dijo cosas buenas o malas? -Lo mire interesada-.

-No te preocupes, me dijo cosas buenas -Me sonríe-.

-Puedes decirme lo que te dijo? -Me senté en el suelo observándolo-.

-Dijo que tú peculiaridad es convertirte en humana que realmente eres un lobo, y que eras una peculiar muy especial para él como Emma, y los demás -Pareció reaccionar ante sus palabras-.

-Realmente me hubiese gustado ayudarlo como él lo hizo conmigo, continuó en deuda con él -Hice una mueca-.

-Creo que él se ha olvidado de esa deuda ya que escribió está carta para tí. Quería dártela ayer en el comedor pero no pude y no lo recordé, lo siento -Me entrego una carta que parecía algo vieja-.

-Gracias Jake, en verdad -Sonreí y volví a mirar la carta que decía mi nombre con una hermosa letra escrita a mano-.

-Tú y mi abuelo, fueron algo? -Pregunto algo dudoso y nervioso al mismo tiempo-.

-No -Negué algo sonrojada- pero teníamos una buena convivencia -Sonreí-.

-Jake? -Vimos a Emma quien nos miraba confusa a ambos- que haces aquí?

-Y-yo...-Lo interrumpí-.

-Él te estaba buscando y como me encontró aquí me preguntó si te había visto -Dije con una sonrisa un poco nerviosa-.

-Oh, bueno está bien, quieres ayudarme con mi tarea diaria? -Pregunto Emma-.

-Sí, claro -Dijo Jake y luego me miro a mí- gracias Alaska.

-No hay de que -Sonreí un poco y ví como los dos se iban-.

Antes de alejarse por completo Jake volteó un poco para verme así que solo le sonreí un poco y volví a mi tarea diaria.