El rojo es mi color favorito

Vivir para sobrevivir

¿Y por donde comenzar?
Tal vez desde la primera vez en que se sintió realmente sola.
Los libros que cargaba en su mano eran esenciales para su seguridad; sentirse atada a algo.. Ella nunca se había maquillado o vestido de una manera sensual. En su bachillerato, ella apenas tenía 16 años. 3er semestre... Era algo extraño, pues iba adelantada; pero eso la hacia sentirse mejor ante todos los demás.
Anoche ella había tenido el mejor sueño de su vida, eso jamás lo iba a olvidar. Se había enamorado perdidamente de aquel vestido de rojo. Suspiró sonriendo.
Un pie provoco que cayera y todos sus libros se mojaran debido al charco de agua sucia enfrente de ella; se escucharon las carcajadas.
Suspiró.
Tomó los libros sacando la pañueleta que portaba desde hacía tiempo.
Volvió a caminar como si nunca hubiera sucedido lo anterior; no estaba de humor para responderles.
Vio los autos pasar nuevamente..... Ella pensó que llegaría tarde, pero sorprendentemente su padre no llegaría temprano. Cerró los ojos y se hundió en sus pensamientos mientras esperaba en el cálido refugio debajo de un árbol.
Había tenido uno de los peores años escolares desde esos últimos 3 años. Haber sufrido de bullying por 3 años consecutivos. Su padre había hablado con la directora, había tenido todos los cambios de escuela posibles.... Y siempre terminaban molestándola igual. Ahora en bachillerato era lo mismo.. Sólo que todo continuó en 3er semestre, ya que en los primeros 2 pasaba sus días y tardes sola.
Su flequillo ocultaba parte de sus ojos. Apenas de podían ver.
Volvió a suspirar en espera de su padre; ¿habérsele hecho tarde en su trabajo? ¿Al salir? No... A su padre le gustaba trabajar horas extras para ganar más dinero y darle todo a ella. Sin embargo, las facturas y las deudas eran aún más de lo que apenas podían tener de lujo.
-Mamá... Han pasado ya varios años desde que te fuiste; te extraño tanto.
Papá se está ahogando en sus propias deudas y yo soy aún muy joven para ayudarlo. La colegiatura de mi instituto está cada vez más alta....... Quédate conmigo, por favor. Si en esta vida tan aburrida que tengo, ¿no puede suceder algo interesante?- Hablaba en voz alta. Tuvo que aceptar la realidad que su padre no la recogería hasta más tarde.. Tendría que caminar hasta su hogar.
Tomó su mochila y sus cosas. Se pudo de pie y caminó por la estrecha avenida.
Los árboles le daba una sombra especial del condenado sol. Usaba una falda azul rey corta y sus calcetas más largas que llegaban más altas que sus rodillas, sin embargo, aún se veían sus piernas bien moldeadas. Su cabello iba sujetado apenas con broche en la parte de atrás pero aún así el cabello se veía suelto. Portaba una camisa blanca con un chaleco de algodón por encima color azul cielo.
Sus zapatos negros no se ensuciaban por más que los enlodara o pintara.. Seguirían siendo negros.
Subió la mirada y notó las gotas de lluvia caer desde las nubes del cielo.. ¿Iba a llover? Y ella sin paraguas..
Continuó entonces su camino hasta llegar al final de la cuadra. Se percató de que la ciudad se había obscurecido, ¿por qué tan de pronto?
La desviaría del camino, pero había algo que me la atraía al fondo de la calle. No importaba, de cualquier manera su padre no llegaría a tiempo. Caminó desviándose hacia lo que le llamaba; estaba obscuro, pero no le importaba.. Había algo ahí. Estaba segura.
Colocó su mano a un costado de la muralla de piedra y observó. Ésto la dejó perpetua: