El inesperado error marcado

944 79 14
                                    

"Tienes que salir... ¿Eh?" Pensé.
Sí.. Mi padre había tenido un imprevisto en su trabajo y hoy, el día que me había prometido permanecer conmigo, tenía que salir. Bueno, qué puedo hacer yo, una joven de 16 años apenas.. Con un padre que tiene un trabajo realmente desconocido y de largas jornadas. Mmm.. En fin, creo que tendré una tarde completa y una noche solitaria. Al fin y al cabo, supongo que no queda de otra más que volver a aquellos días.... En los que papá llegaba tarde y sólo lo podía ver por las mañanas.
Eso fue antes...

Mi ordenador tenía una esquina rota, sin embargo, trabajaba muy bien; el folleto que el colegio quería para mañana lo realizaba; Había tomado una afición por el color rojo increíble.. Ya hasta había pintado mi habitación y cambiado mis cosas a ese color. Me había teñido las puntas de rojo pero mi cabello en general continuaba castaño.... Sí, el instituto es algo estricto en ese aspecto; en las bocinas resonaba la canción de una de mis bandas preferidas.
-Any mooooore...- Cantaba- Wooo oo oooo..- Continuaba.
Sonreía a la par que movía mi cabeza al ritmo de la música. Ya había memorizado que este era uno de esos días en los que a Grell no le tocaba realizar servicio.. Entonces podía ocuparme de mi misma por un tiempo. Pero justo era hoy cuando quería pasar algo de tiempo con papá... Uhmm.... Me he vuelo muy predecible. Presiento que algo va a suceder dentro de poco. No descarté esa posibilidad, sin embargo, continué realizando el trabajo. Añadí unos tonos en marrón y negros. Tomé algo de dorado para resaltar las letras y café para las sombras. El fondo era rojo... Aunque claro, lo tenía en varios tonos.
Escuché mi móvil vibrar. Lo cogí y vi el mensaje..
Era de papá.
-Zaira, volveré a casa tarde... Tal vez no me veas la mañana siguiente. Hay pollo en el horno. Cuídate mucho.- terminé de leerlo en voz alta; Eso era todo lo que había mandado a decirme.
Bloqueé el teléfono y lo coloqué a un costado de la encimera.
Le di "imprimir" y el folleto salió completo. Había dado la orden de ambas caras. Lo doblé y lo guardé en la mochila.
En ese momento que me había agachado, un inmenso aire entró por mi ventana.. Volteé la mirada mientras me enderezaba.
Ahí entonces me encontré... Con la misma sombra que todo este tiempo había seguido.. La sombra con la cual había soñado y me había obsesionado. Una amplia sonrisa mostré en mi rostro. Mi corazón palpitaba rápidamente. Me sentí increíble. Quería abrazarlo, besarlo y nunca soltarlo. Tenerlo siempre conmigo.
Sacó entonces su libreta de jardinería y la hojeó hasta llegar a una página determinaba.
-Mmm..- Observó con atención- Creo que sí, pero.... ¿Por qué está de género masculino?- Se preguntó.
Yo no entendía nada, más estaba encantada de tenerlo en mi cuarto.
-Bueno, esto es...- Me volteó a ver.
Estaba a punto de derretirme al ver realmente sus ojos así de cerca.. ¡Awwww! ¡Estaba a punto de explotar!
-¿Eres... Harris?- Su voz estaba tan calmada, tan concentrada, tan seductora, tan elevada... ¡Simplemente increíble! ¡Ah, y se sabe mi apellido!
-¡Sí, soy yo!- Exclamé feliz.
Éste volvió a recorrerme con la mirada y sonrió.
-Mmm.. Es un bonito atuendo rojo~DEATH!- Estaba a punto de gritar.. ¡Había dicho ~Death enfrente de mi! ¡Le gustó mi atuendo! Tal vez me he sonrojado..
-Bueno, creo que me quedaré con tu sombrero rojo.. ¡Es precioso!- Se emocionó.
Aún no entendía nada, pero sonreía.
-Entonces.. - Sacó una sierra de pronto. La encendió. Mmmm.. Es curioso, es con lo que matan a las víctimas....... Mi corazón pareció latir con rapidez y entusiasmo, pero mi mente parecía alertarme severamente que corría peligro. - ¿por qué no estás agonizando?
Hice una mueca.
-¿agonizando?- Pregunté.
Y al parecer, esto no le sentó nada bien.
-¿¡Qué!? ¿¡Cómo es que un alma que un Shinigami está a punto de recoger no está muriéndose!? ¡Ahhh, no es justo!- Se quejaba revisando nuevamente toda la libreta.
Me desconcerté. Aún estaba sin entender.. Comencé a desesperarme un poco tratando de comprender a qué era lo que a todo se refería.
Otra brisa recorrió de pronto la habitación; observé la ventana...
Will T. Spears estaba ahora en mi alcoba.
Creo que esta es mucha coincidencia, ¿no estoy soñando? Como sea, no quiero despertar ni que esto termine; Nos miró a Grell y a mi seriamente.
-Sutcliff... ¿Qué significa esto?- Preguntó serio.
Grell se giró hasta él y le mostró la libreta.
-Se supone que debería estar agonizando ya, pero no veo ni gota de muerte en ella.- Señaló.
William subió sus lentes y se acercó a mi. Sus ojos verdes y amarillos me miraban fijamente.
-Alguien que no agoniza..- Abrió los ojos de repente. Se giró nuevamente había Grell y checó como 3ra vez la libreta.
-No es ella... ¡Es un error del departamento!- Espetó. Se había enfadado al parecer, pero no comprendía por qué era tan importante eso. ¿Acaso había hecho algo malo yo? Oh... Acabo de percatarme que no se han dado cuenta de mi recámara y las Millones de fotos de Grell pegadas alrededor.
Grell se notaba algo nervioso. Miró a Will y susurró "¿qué hacemos?" Preguntó. Éste quien observaba detenidamente la lista suspiró y me miró aún más serio.
-No tenemos de otra...- Miró a Grell- Llévatela y sígueme.
Se tiró de la ventana.
Miré a Grell.
Estaba a punto de derretirme cuando sentí sus manos tocar mis brazos y abrazarme cargándome hasta salir de la casa. Iba a una velocidad increíble que casi no podía abrir los ojos, más lo intentaba; sonreía mientras me sentía en sus brazos sujetada y colgada a él sujetando su camisa con fuerza. Se sentía tan bien...

Íbamos cada vez más rápido. Tuve que cerrar los ojos mientras el camino de iluminaba cada vez más y al escuchar el sonido de un crujido, un cierre abriéndose y cerrándose.... Hasta atravesar algo que desconocía.

Ya habíamos cruzado hasta su mundo.

El rojo es mi color favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora