Glass Delusion 💎 Ciel Phantomhive

💎 Chapter five

Habían almorzado ya, de nuevo en aquel silencio sepulcral. Tn se dirigía a su habitación, para volver a encerrarse allí, cuando de pronto alguien entró a la mansión.

– ¡Cieeeel! –gritó.

Tn cubrió sus oídos ante el gritó mientras se detenía, en el tercer escalón. Ella y su maid giraron, viendo a un joven de piel morena, cabello morado hasta los hombros sujeto en una coleta y ojos dorados, vestido con ropa peculiar, o por lo menos lo era para la joven noble; junto a él iba un hombre un poco más alto, de piel morena y cabello blanco, con ropa igualmente peculiar. Ciel se apresuró a salir del comedor en cuanto oyó la voz, deteniéndose al ver al chico y su sirviente; Sebastian llegó tras él.

– ¡¿Soma?!

– ¡Ciel! –gritó, abrazándolo.– ¡Vine a visitarte. No te veo hace tiempo! –exclamó con felicidad.

– Ngh. Suéltame –gruñó, tratando de alejar a aquel chico de él.

Soma rió y lo soltó, luego dirigió la mirada a las escaleras, divisando a aquella pálida chica de cabello albino.

– ¡Oh! ¡Buenas tarde! –sonrió ampliamente.

Tn frunció el ceño, le molestaba que recién llegado gritase en vez de hablar. Ciel aclaró su garganta.

– Príncipe –habló Sebastian.– Ella es Lady Tn Jeanne Bonnet Dahl del Reino Unido, hija del Duque Dahl y sobrina de la Reina. Y su Dama de Compañía, Juliette –miró a la chica.– Lady Tn, él es el 26vo Príncipe del Reino de Bengala, el Príncipe Soma Asman Kadar. Y su mayordomo, Agni.

Agni sonrió y juntó sus manos, haciendo una pequeña reverencia.

– Namaste-ji –saludó.

– Mucho gusto –sonrió Soma.– Es un placer.

El chico dio un paso en dirección a la joven, quien se sobresaltó mientras tomaba una pose de auto-protección. La maid se apresuró y se colocó delante de ella.

– Príncipe Kadar, es un gusto para mi ama conocerlo, pero deberá disculparla y tomar distancia, ella...es muy delicada.

– ¿Delicada? –preguntó con curiosidad.– ¿Está enferma?

– No es una enfermedad –gruñó Tn.

– No, no lo es –negó la maid.– Si nos disculpan, llevaré a la señorita su cuarto –hizo una reverencia.– Con permiso –giró, mirando a la chica.– Vamos, señorita.

Tn frunció el ceño y volvió a sujetarse del barandal, subiendo con cuidado mientras sujetaba la manta con una mano. Soma ladeó la cabeza y miró a Ciel, quien soltó un pesado suspiro.

[Cuarto de Tn]

– Con que un príncipe... –dijo Tn, mientras se sentaba en medio de la cama.

– Parece bastante energético, ¿No cree? –sonrió.

– ¿Pero es necesario que grite tanto? Es irritante.

– No se preocupe, nadie la molestará aquí, señorita.

– Eso espero.

[Living room]

Ciel estaba sentado en un sofá, con Soma sentado en otro frente a él; ambos tomaban té, con sus respectivos mayordomos tras cada uno.

– ¿Qué sucede con esa chica? Es muy bonita, pero...se ve frágil... ¡Ah! ¿Y por qué estaba envuelta en una manta? Hace calor afuera.

– Ella...tiene una enfermedad mental. Cree ser de cristal.

– Entonces sí está enferma.

– Sí, pero no se lo digas, le molesta.