💎 Chapter twenty-seven

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El día llegó. Juliette abrió las cortinas, dejando que la luz solar entre a la habitación. Tn se removió bajo las sábanas y soltó un leve quejido, luego giró y miró a su Dama.

– Buenos días, señorita –sonrió.

– Hm. Hola.

Mientras la joven se incorporaba y restregaba sus ojos, la mujer sirvió una taza de té y se la entregó.

– Té earl gray con medio terrón de azúcar.

– Gracias –la tomó y bebió.

– Su equipaje está listo ya, sólo me queda guardar su pijama y a Marie.

– Entiendo –bebió.

La joven terminó su té y le entregó la taza a su maid, para luego levantarse de la cama con cuidado y tranquilidad. La mujer dejó la taza sobre la bandeja y tomó el vestido que tenía listo para su ama, se acercó a ella y le cambió la ropa; el vestido era azul francia, el corset iba algo suelto como a ella le gustaba y un par de zapatos negros. Tn se sentó en el tocador, para que la su Dama comenzara a peinarla.

– Hoy volverá al Palacio y verá a su tía, ¿Está contenta?

– Hm. Algo, sí.

– ...No quiere irse, ¿Verdad?

– ...Debo hacerlo.

– Pero no quiere.

– Si lo que quieres saber es si extrañaré a Ciel, pues...sí, un poco.

– Bueno, podría visitarlo, o él visitarla a usted.

– Cierto. Aunque...no creo que se pueda...

– Comprendo –dejó el cepillo.– Listo, está lista –sonrió.

La joven se miró al espejo, observando el peinado que su Dama acababa de hacerle.

– Una trenza francesa –sonrió.– Que linda.

– Usted se ve hermosa siempre, señorita –sonrió.

– Gracias –se levantó y tomó su muñeca.

– ¿Guardará ya a Marie?

– ...Sí –besó la frente de la muñeca y miró a la mujer.– Ten –se la entregó.

Juliette sonrió y tomó la muñeca, luego la guardó en una de las maletas, luego miró a la joven.

– Bueno, es hora de-

Alguien llamó a la puerta. La mujer se acercó a ella y la abrió, viendo a Sebastian.

– Oh, Sebastian.

– Buenos días –sonrió.– El desayuno está listo, Bocchan espera a Lady Tn en el comedor.

– Bajará en seguida, gracias –cerró la puerta.

– ¿El desayuno? –preguntó la chica.

– Así es –le sonrió.– Vamos, señorita.

– Sí –asintió.

Ambas bajaron al comedor. Ciel estaba ya allí, leyendo el periódico; al oír los pasos llegar, levantó la mirada.

– Lady Tn, buenos días –sonrió.

– Buenos días, Ciel –sonrió.

Tn tomó asiento a la mesa y Juliette le sirvió el desayuno. Permanecieron en silencio unos largos segundos, hasta que ella habló:

– Ciel... –llamó.

– ¿Si? –la miró.

– ¿A...A qué hora...iremos al Palacio?

Glass Delusion 💎 Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora