Glass Delusion 💎 Ciel Phantomhive

💎 Chapter ten

Juliette acomodó a la joven en la cama, le dejó su muñeca junto a ella, y la cubrió con las sábanas.

– Descanse, señorita –murmuró.

Se acercó al balcón, cerrando la puerta de este con seguro y cerrando también las cortinas, hizo lo mismo con las ventanas, y luego apagó las luces. Se acercó a la puerta, en donde estaban Sebastian y Ciel de pie, fuera del cuarto.

– Ahora que está dormida, quiero hablar contigo, Juliette –dijo seriamente el chico.

– ...Claro.

Ella salió del cuarto y cerró la puerta bajo llave, luego fue con el Conde y el mayordomo al despacho del menor. Entraron, el del parche se sentó tras su escritorio mientras el de negro cerraba la puerta.

– ¿Qué sucede?

– Quisiera preguntar... ¿Por qué un ángel trabaja de maid?

– ...

La mujer estaba seria, sabía que en algún momento él preguntaría aquello.

– Es una larga historia, y, con todo respeto, no es algo que le concierna, Conde. Mis lazos con la familia Dahl son algo que quedan entre la familia y yo.

– Supongo que deberé hablar con ella entonces, ¿No?

– Supone correctamente. Si mi ama accede a contarle, entonces responderé a lo que se me pregunte, en caso contrario, me temo que no podré decirle nada.

– ...Ya veo –suspiró.– Entonces respóndeme a esto: ¿Quién es Matthew?

– ... ¿Cómo sabe de él?

– Lady Tn lo mencionó. Le decía su "caballero".

– Lord Matthew...es alguien quien, lamentablemente, ya no está entre nosotros.

– ¿Era su prometido?

– No entiendo para qué quiere saber esto.

– Sólo necesito información de ella, tal vez logre saber el origen de su problema psicológico.

– ... –suspiró.– Me temo, Conde Phantomhive, que no podré decirle nada ni responder a sus preguntas. Tengo órdenes del Duque Dahl de mantener los secretos de familia reservados, ocultos.

– ...Bien. Puedes retirarte.

– Con permiso.

La maid hizo una reverencia y salió del despacho, volviendo a la habitación de la chica para, tras cerrar la puerta bajo llave, sentarse frente a la cama y leer, a la vez que la vigilaba.

Ciel soltó un largo y pesado suspiro. Sebastian sólo lo miraba.

– ¿No insistirá?

– No. Sus órdenes son mantener los secretos de familia ocultos, así que, por más que pregunte e insista, ella no dirá nada.

– ¿Abandonará entonces la búsqueda del origen del problema de Lady Tn?

– No, aún no.

– ¿Entonces qué hará?

– Por ahora, irme a dormir, ha sido un largo día –dijo mientras se levantaba.– Mañana continuaremos. Prepárame un té.

– Entendido –sonrió.

[Día siguiente]

Sebasian le colocó la capa negra a su amo y luego lo miró.

– ¿Está seguro de esto?

– Sí. Será sólo un momento, y sé que ella no querrá salir.

– De acuerdo.