Capitulo 2.

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–¿Porqué me tengo que probar esta mierda? – pregunté a mi Mamá mientras ella veía mas estilos de la misma falda cuadriculada.

–Oíste a la mom... al director de la escuela, necesitas uniforme– aguanté la risa ya que sabía que mi Mamá también lo había llamado así en sus pensamientos mientras estuvimos metidas en ese lugar de meñique parado.

–Pues si que la oí pero, ¿No pudiste venir tu sola a comprarlo? Ya es bastante el que tenga que llevarlo puesto...– ella me miró seria antes de echar una risa con todo el esplendor de Monserrat Abades en los Globos de Oro.

–Ni siquiera sé tú número de zapatos... ¿Y esperas que sepa tu talla? Debes estar bromeando...– comentó ella, la encargada la miró incrédula, sep, esa era mi Mamá, quien no sabía prácticamente nada sobre mi. Algunos dicen que tenemos un parecido increíble ¿Era así?

Miré mis piernas... Dios santo de mi vida, no me había depilado en dos semanas y ya parecía que tenía la selva la candona en mis velludas piernas... ¿Quién lo diría? Nics con falda... Esto se parecía más a Scary Movie que la vida de un político.

–Bien, ahora hay que pasar a los zapatos...– dijo entusiasmada la encargada poniendo sus manos como si estuviera pidiendo un deseo, yo también tenía uno, ¡Déjenme largar de aquí por lo que más quieran!

Había tantos zapatos de abuela que realmente me sentí como de unos 71 años, muy bien la señora Fidela está buscando zapatos nuevos...

El celular de Mamá sonó, ya decía yo que era un milagro el que no tuviera algo que hacer.

– ¿Bueno? – dijo poniéndose el aparato del demonio en la oreja derecha, se alejó un poco murmurando cosas en francés, ¡Bien! Salvada por la campana...

– Hija, hay que darnos prisa, tengo trabajo que hacer...– dijo ella con cara de prisa, ¿Cómo? ¿No se iba a ir y me dejaría sola? ¡No! ¡¿Por qué por primera vez en toda mi existencia no me dejas sola?!

Elegí rápidamente unos que realmente parecían de niña buena, hasta tenían un listón negro en la punta, dios... le íbamos a hacer muchas modificaciones... Empezando por esos malditos listones del demonio...

...

Llegue a casa con los pies ardiendo en llamas, creo que esta vez si podré audicionar para la parodia de los Juegos del Hambre porque... Soy "la chica en llamas" hahahahaha... ¿No? ¡¿No?!... Bueno, amargados... Espero que tengan una flecha en llamas en su trasero...

Me tiré en mi cama deseando que no sea de mañana, justo cuando estaba empezando a soñar con unicornios carbonizados y pescados muertos en el aire...

La alarma sonó... EL MALDITO SONIDO DE LOS INFIERNOS NO PARABA POR MAS QUE TRATABA DE MASACRARLO AL ESTILO LOONEY TOONS. Pronto sentí el agua fría recorrer mi cuerpo a una velocidad increíble, era invierno, eran las 4:00 am y hacia un jodido frio... Alguien va a colgar el tenis esta mañana...

– ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Quién osa morir hoy?! – me levanté de repente cayendo por las cobijas en redadas en mis pies haciendo que muerda el suelo.

– ¡YO SOY LA QUE OSA MORIR HOY CHAMACA! ¡O TE ME LEVANTAS O TÚ MUERES HOY! – Rodé los ojos al ver la orgullosa cara de mi Mamá mirándome con aires de grandeza... Solo porque era mi madre sino...

Me había acostumbrado tanto a usar ropa casual que cuando abrí el armario lo primero que llego de tope a mí fue ese asqueroso uniforme que entre toda mi ropa podía ser lo único femenino ahí. Ningún vestido, ninguna falda... Todo como me gustaba excepto por eso.

Saqué el asqueroso uniforme, lo agarre con el dedo indicé y con mi pulgar, era realmente asqueroso para mis ojos... Lo puse en la cama mientras me metía a bañar, después de eso cepille mi cabello y lo até en una coleta alta sin importarme mucho lo gallos (o como le llamen a esos engendros de la maldad que se salen de su lugar).

Un día antes me había talado toda la selva la candona, así que ahora mis piernas estaban como las pompis de un bebé...

Deslicé mis piernas desnudas a través de la falda y... ¡Ay dios! ¡Estaba de vuelta en la primaria! (Finjan que estoy llorando como María Magdalena), comencé a hacer un ridículo baile por mi habitación intentando que entrara aquella prenda del infierno ¿Por qué me hacía esto ahora? Ayer había entrado perfecto...

Oh no.

¡Había engordado en tan solo 5 horas! ¡¿Cómo es eso posible?!

–Maldita... Si no te dignas a entrar juro que haré venganza contigo y quemare a todas tus hermanas...– balbuceé mientras conseguía que entrara ahora bien, como venganza la maldita se encogió haciéndome ver como una puta... Genial...

–Es solo una falda Nico, no está viva– dijo una voz gruesa que provenía de la puerta de mi habitación, me gire lentamente mientras veía a un chico de cabellos castaños claros y ojos azules mirándome con diversión... Solo había una persona que me llamaba de esa manera y por eso lo iba a matar justo ahora...

– ¡¿Qué demonios haces ahí parado?! ¡Sal de ahí! – dije corriendo en su dirección mientras éste se hacía a un lado dejándome pasar al lado de él dándome contra la pared del pasillo, seguramente la gente notara la gran marca roja en la frente –Maldito...– me gire como si estuviera poseída por satanás, normalmente siempre tengo la facilidad para que me posea Satanás.

Mi primo comenzó a correr escaleras abajo, estaba por alcanzarlo hasta que consiguió bajar todas, estaba en playera así que no tenía el valor para enfrentar a Mamá y que me reventara a huevazos, que se convertirían en mi desayuno si no me apuro.

Me puse la camisa con el logotipo de la escuela y como hacia un putero de frio me puse también el saco de color verde militar con el logotipo de la escuela en la parte de la derecha igual que la camisa. Me puse unas calcetas y los zapatos modificados (le había cortado los listones vómito y los deje desnudos 7.7)

Baje las escaleras esperando encontrarme con el asqueroso sujeto que me veía mientras me cambiaba y darle una santa tunda que ni siquiera podrían follarselo por atrás. Pero en lugar de eso, mi Mamá me esperaba con un pedazo de tela en las manos, olía bien, así que supongo que había comida dentro. Me paré delante de ella cruzándome de brazos.

– ¿Y ahora qué? ¿Seguirás actuando como una madre ejemplar? – pregunté irónica, ella sonrío y me entrego el pedazo de tela oscura junto con una mochila llena de libros.

–Ya acomodé tus libros al horario de hoy, pero a partir de mañana ése será tu trabajo– dijo mientras se iba a su oficina a encerrarse de nuevo, si yo tuviera la oportunidad de no ir a esa jodida escuela me la pasaría durmiendo como perezoso.

–Está bien, yo también te quiero...– dije suspirando con frustración, ella dio dos pasos atrás y salió por la puerta de su oficina.

–Si querida yo también... Se me olvidaba decirte que tu primo será tu nueva compañía hasta que te gradúes, ¡Nos vemos! – sabía que estaba a punto de tener un ataque de furia, corrí a su puerta y empecé a golpearla como si no hubiera mañana.

– ¡¿Qué?! ¡No! ¡No me puedes hacer esto, maldita sea! – un "Ya lo hice" se escuchó detrás de la puerta seguido de una molesta risa de victoria.

Avancé hacia la puerta principal, la abrí de golpe encontrándome con el chico de antes en un limo... Tenían que estar bromeando si se creen ese cuento de que llegaré como la cenicienta al baile...

¡Yo me voy en mi moto perros!

Nota:

Holu mai friends!!!

Por fin después de mucho tiempo actualizaré acá n.n

Espero que les guste!!

BYE!!!

¿Melón o Pepino?  [+18]Where stories live. Discover now