Capitulo 15

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–Bueno, bueno, basta de bienvenidas cariñosas– dijo la superfruta que estaba sentada a un lado de mi en un sofá en medio del recibidor (Raro, lo sé), se giró hacía mí y me miro con una sonrisa que iluminaria a todo el maravilloso y jugoso mundo de las frutas – ¿Quieres ver mi habitación? – intente ser mente sana pero por alguna razón esa chica estaba llamando mi atención pero sobre todas las cosas venía acompañada y yo no era de esas deja bajo.

Así que voltee a mirar a Pepino y éste con una sonrisa de lado asintió con la cabeza. La chica me tomo de la mano y subimos escaleras arriba, sus manos eran lo suficientemente delicadas como para saber que quien sostenía mi mano no era Pepino sino una mujer, el rubor en mis mejillas no se hizo esperar. Los cabellos largos de la chica tocaban mi nariz y su shampoo invadía mis fosas nasales, entonces considere cambiar de Shampoo para que ella también quedara penetrada de mi olor.

Cuando subimos las escaleras llegamos a la primera puerta y la chica aun sin soltar mi mano abrió la puerta con tanta facilidad que se notaba que esa era su habitación y que estaba acostumbrada a abrir y cerrar esa puerta. A decir verdad aquella casa era demasiado pequeña como para que los Albir vivieran ahí, estaba comenzando a creer que la misión fallaría porque descubriríamos que en realidad no tienen los billones que dicen tener.

– ¿Y? ¿Te gusta? – Salí de mis pensamientos en un instante por la voz dulzona de la chica quien me miraba con un extraño brillo en sus ojos.

–Si, no es mi gusto pero definitivamente se adapta muy bien a ti– dije con una sonrisa amable, estaba intentando controlar mi lengua y mis instintos (Sin malpensar cochinotes).

– ¿En serio? Pensé que teníamos los mismos gustos– dijo un tanto decepcionada, me acerque a ella y puse mi mano sobre su hombro, luego miré mi ropa y me di cuenta porque lo decía...

–Ah... Como explicarlo... Digamos que tus gustos y los míos son un tanto diferentes– dije enrollando mi coleta con nerviosismo, sus ojos tiernos y mirada deslumbrante cambiaron radicalmente a una fría y calculadora.

–Entonces si eres como dice Edric, solo te vestiste así para impresionar a mis padres– Bueno tácticamente no lo hice por eso, sino para aparentar y poder robar su casa, pero mira que eso no se lo voy a decir, así que opte solo por decir la verdad a medias.

–Bueno, en realidad ya vestía así hace muchos años pero lo deje de hacer a los doce, si eres de esta familia sabrás quien soy– dije recordando que ni siquiera sabía mi nombre y ya estaba mostrándome su habitación. De repente el aura de la chica cambio.

–Con que Nicole Abades... No creí que fueras tan sexy... y menos que llegaras a interesarme– mis ojos se abrieron como platos al escuchar tal declaración, Guayaba, porque si, ese sería su apodo, me miro con una mirada calculadora y se acercó lo suficiente a mi como para susurrarme en la cara –Bueno, al menos podré intentar algo contigo–.

Me hice para atrás y alce las manos a la altura de mi pecho –Oye– dije deteniéndola, la chica me miró arqueando una ceja y cruzo los brazos –No es que no me gusten las mujeres, pero no sé si lo notaste pero estoy con tu hermano– dije con una risa nerviosa.

La chica se inclinó un poco a mí y dijo – ¿Has escuchado hablar del poliamor? – ¡Queee! Estaba proponiéndolo en serio... negué con la cabeza.

–No, no, no me estas entendiendo, es que yo por el momento solo quiero a tu hermano– dije dándome la vuelta pero la chica me tomo de la mano girándome pero no con mucha fuerza. Su mirada era intensa y demasiado atrevida para mi gusto, se notaba que era hermana de pepino.

– ¿Cómo te conquisto él? – preguntó apresuradamente, esta vez en su mirada se reflejaba la desesperación, ¿Pero y a esta que le pasaba? Me solté de su agarre tan bruscamente que su expresión me dio un tanto de lastima.

¿Melón o Pepino?  [+18]Where stories live. Discover now