Capitulo 13.

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Mis pasos se ralentizaban a medida que iba procesando las palabras de Josué, si bien dijo otra más aparte de las que más me interesaban... Aquellas palabras estaban dando vueltas en mi cabeza una y otra vez. Está bien, admito que Pepino y yo teníamos historia detrás de todo esto pero no habíamos avanzado tanto y yo estaba bien con eso pero ¡Esto! ¡Esto tenía que ser una maldita broma! ¡Había estado en el papel de una puta y me paraba en las esquinas para así robarles a los viejos pendejos y calientes! ¡Hasta me disfrace de calamar para una fiesta de niños y así los "organizadores" de la fiesta irían por la caja fuerte para robarla!.... ¡Pero esto! Esto tenía que ser una maldita broma de mierda....

Si tal vez se preguntan porque demonios hago todas estas cosas si tengo padres relativamente ricos pues mira, es divertido cuando no vas a la cárcel... Además jamás he matado a nadie y estas personas me caen bien. No quiero entrar en moralidades ahora así que continuemos con la historia...

Escuche unos pasos que se sincronizaban con los míos, me acomode la capucha de la sudadera y queriendo o no tuve que acelerar el paso porque me estaba oliendo quien era quien estaba detrás de mi siguiéndome en silencio. Tenía que ser un tanto comprensiva con Pepino porque él tenía que lidiar con su familia, la verdad es que no sé demasiado de él al igual que él no sabe nada de mí y a decir verdad me da un tanto de curiosidad saber cuál es el problema con su familia y todo eso... Pero como a mí no me gusta que se metan en mis asuntos he de suponer que a él tampoco. Oh que equivocada estaba en ese entonces...

–Ese no es el camino a tu casa– habló a lo lejos con una voz sorprendentemente tranquila un tanto atípica de él pero que de alguna forma seguía siendo él, desacelere mis pasos al darme cuenta de que sea a donde fuera Pepino iba a seguirme, así que como siempre... Me rendí ante sus insistencias.

– ¿Por qué me estas siguiendo? ¿No deberías de ir a tu departamento a pensar que es lo que les dirás a tu familia cuando místicamente regreses? – dije rápidamente, no quería hablar con él más de lo necesario y que las cosas se descontrolaran como la última vez...

–No necesito pensar nada, si, es verdad que mi familia tiene ideas que no comparto pero sé que cuando vuelva solo tendré que pararme delante de ellos y decir...– avanzó tan rápido que ni tiempo me dio de moverme y puso su cara al lado de la mía para después susurrar– "Les presento a mi novia" – un escalofrió recorrió mi espalda y salte unos cuantos pasos y el chico se echó a reír.

–No entiendo porque te encanta tanto molestarme, esto no es un juego Pepino...– el chico se acercó de nuevo a mí pero con una distancia prudente y puso sus manos en sus caderas por detrás de su abrigo negro y se inclinó a mi volviendo a ponerme en alerta inclinando mi espalda hacía atrás y él endureció sus ojos. Ahora estaba siendo serio, mostrando otra de sus caras que yo desconocía, aún sigo descubriendo cuantas tiene si tenían el pendiente.

– ¿Crees que para mí todo esto es un juego? – su pregunta hizo que mi estómago doliera y mi boca solamente se abriera y se cerrara, Pepino se enderezó en su lugar y avanzó lentamente paso por paso hacía mi pero yo no me moví, solo observaba como su cara se acercaba más a la mía y cerré los ojos esperando lo que él fuera a hacer pero lo que creía que iba a hacer, no lo hizo. Y ese momento en el que creí que estaba siendo serio se esfumó, ¡Ja! Ilusa, aun no conocía del todo a Alexander Albir. En lo más mínimo...

Sentí sus labios en mi nariz como un ligero rosé y luego se posaron en mi frente, abrí mis ojos con mis mejillas calientes y en mi mente, completamente rojas. El chico sonrió para sí mismo y abrió su abrigo delante de mí, mi cara de duda no se hizo esperar y Pepino rodó los ojos tomando mi mano que se señalaba a mí misma y me jalo contra su cuerpo envolviéndome con el abrigo que era tan grande que podía cubrirnos a los dos.

¿Melón o Pepino?  [+18]Where stories live. Discover now