Capítulo 9

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ANTES

Intento perderme en la música y evitar verla, mi mente quiere que mi corazón no explote y que mi cuerpo no grite de emoción, ruego porque eso no pase. Es tarde y estoy en la casa de Ashley. Muchos se preguntarán... ¿Y la reunión con los raritos y Molly? Bueno, es una larga historia, nunca creí que un estúpido juego haría que pierda la cabeza.

Les contaré. Cuando llegamos a esa dirección era justamente como lo esperaba, un lugar turbio y muy sucio, el puente abandonado... Ese puente le daba el detalle de terrorífico. Comencé a sentirme intimidado cuando los vi, parecía un ritual. 

La noche transcurrió mejor de lo que esperé. Jugamos a un juego llamado "Verdad o Consecuencia". Nunca pensé que un estúpido juego me hiciera volverla a besar. Tocar sus labios de nuevo fue  como tocar el cielo con las manos. Pasaron tantas cosas en mi mente. Cuando abrí los ojos y vi los suyos... No tuve duda de que está chica acabará conmigo. Pero fue allí donde el miedo recorrió por todas mis venas. No pude descifrar su reacción. Parecía feliz, como si hubiese obtenido una paz en su interior. Pero también vi un miedo en su mirada. Eso hizo replantearme muchas cosas. 

Dicho en otras palabras... Me acobardé.

Me invitaron el próximo viernes. Si me hubieran dicho eso esta mañana hubiera respondido un no pero, si cada vez que me junte con ellos tendré la oportunidad de besarle... Les dí el beneficio de la duda y acepté.

Molly estaba estupefacta en el segundo que escuchó mi afirmación, no la culpo, yo también estaba así en mis adentros. Pero no del todo, supongo que es por que en el fondo se que ella me gusta.

Al volver, pude convencerla de venir a la fiesta de Ashley. Pero, en el camino a su casa... Fue en ese momento donde supe que estando tan cerca de ella debo hacer demasiado esfuerzo en no besarle.

Estando aquí, me alejé lo antes posible y fui a bailar. Estoy bailando solo, debo parecer un idiota, se que Molly está en las escaleras observándome. Pero el que esté aquí le da sentido a la fiesta, si no me aburriría como la última vez.

En medio de la canción "In the dark" Chad aparece en la pista. De seguro para burlarse de mi baile solitario. 

— Pensé que hoy salías con Smith. - Dice riéndose de mí.

Vuelvo a ver las escaleras, no está. Siento mala vibra al notar su ausencia. Aunque no me preocupo del todo, después de todo ella vuelve a casa conmigo. 

— Pues, así fue. - Digo agitado. — Con ella y los tres chiflados.

Le sorprende mi comentario. — ¿Ellos también salieron con ustedes?

—Bueno, podría decirse que yo salí con ellos. - Salimos de la pista y vamos a buscar algo para beber. — Aunque no fue tan malo, la volví a besar. 

Debo lucir como un completo idiota en estos momentos pero no me importa, la sonrisa de ahora no me la quita nadie. — Luces como un maldito enamorado. - Suelta y golpea mi hombro a lo que solo logro reír. — Entonces de seguro lo rechazará a Hills... - Concluye.

<< ¿Qué? >> 

La sonrisa de oreja a oreja que llevaba puesta se fue al demonio en el segundo que oí su nombre. — ¿De que mierda hablas?

— El idiota de Jason fue tras tu chica. - Dice tranquilo.

Dejo lo que estaba bebiendo en la mesa y salgo a buscarlo. Recorro cada centímetro del lugar y no los veos. Intento mantener la calma pero el enojo y la curiosidad de lo que ese idiota quiere con ella invade mi cabeza. 

Voy a mi peor temor y subo hasta llegar a los dormitorios. Molly no es esa clase de chica, pero no vi si ha bebido o no, el alcohol cambia a las personas. Paso por cada uno de ellos, no están. En parte me alivia el ver que no están compartiendo saliva en alguna cama pero me preocupa el no saber donde está. 

Llamo a su teléfono, no contesta, genial. Bajo y me acerco a la sala de estar que a estas horas no parece lo que es. Están mi amigo, Amanda y Ash bailando sobre la mesa, tomo una foto al verlos, no puedo evitar reírme a carcajadas al verlos. 

— ¡Evan! - Grita Amanda y baja de donde se encuentra para acercarse. Demonios. — No sabía que estabas aquí. - Suelta coqueta.

— Si bueno, hubo un cambio de planes.- Digo observando a todos lados. — ¿Has visto a Jason?

Se ríe. — Si lo hubiera visto no estaría hablando contigo, estaría arriba. - Me guiña un ojo al terminar esa frase a lo cual solo comparto la risa.  Me alejo de ella y me acerco a Chad. No está ebrio, eso es bueno. Al menos se que se respuesta será válida. Me ve al instante y sin preguntar ya deduce lo que diré.

— No los he visto, amigo.

Maldigo en mis adentros y en ese instante oigo su risa. Volteo para todos lados. Allí esta, hermosa y con él. La luz de la luna hace que su cabello parezca como el sol, la miraría toda la noche si ese imbécil no le estuviera hablando. Aunque mis nervios se calman en el momento que se aleja de ella, de seguro para beber algo. 

— Oh, hola Evan. - Dice con una sonrisa.

Vamos a clarar las cosas: ¿De que demonios se está riendo? ¿Se estaban riendo de mí? ¿Cuando caminé hacia ella?

Solo consigo reír de forma nerviosa al cuestionarme tanto en mi cabeza en menos de cinco segundos. — Entonces... Me hiciste caso y hablaste con Jason. -Consigo decir.

— De hecho no sabía que el estaba aquí. - Yo tampoco. — Vino a hablarme y no es como esperaba... - Dice volteando a verlo.

— ¿A que te refieres? - Me dirijo a donde sus ojos van. Salvo que diga que viste como un niño de cuatro años o que se ve como un tonto no creo que coincidamos. 

Vuelve a mí. — No lo sé, simplemente es diferente. 

Mierda, mierda. Necesito llevarla a bailar o se irá con él. — Molly, ¿Quieres...?

Mi pregunta se ve interrumpida cuando Ashley aparece. ¿Acaso nadie nota que estoy ocupado?

Parece que se desmayará en cualquier momento. Se sostiene en mi hombro y con la poca consciencia que conserva logra decir: — Evan, Amanda te busca. 

Los tres volteamos para ver a la morena semi desnuda en las escaleras.Esto debe ser una broma. 

 Vuelvo a mi amiga, parece sorprendida. Yo también lo estoy. No quiero pensar lo que está pasando en su cabeza en estos momentos.

— ¿No ves que estoy ocupado? - Pregunto con una sonrisa irónica, a lo cual la rubia solo se ría y vuelve a la pista.

— No, está bien. - Salta Molly. — Es claro que es algo... Urgente. 

<< ¿Qué? >>

— Molly, yo...

Pone sus manos en mis mejillas y hace que mire a Amanda. — Mira lo que tienes ahí Grides. Lo que quieras decirme creo que puede esperar.

No suena convencida de lo que dice, y además, es claro que no puedo esperar. Estoy por contestarle cuando vuelven a interrumpirnos. 

— Una dulce gaseosa para una dulce chica. - Escucho desde atrás. 

De acuerdo, definitivamente fue lo peor que le pudo haber dicho a una chica para coquetearle. 

— Oh, hola Grides.

¿En serio? Sabe lo que está haciendo, me está molestando y encima me sonríe. Mi rostro no hace ningún esfuerzo en agradarle y lo miro serio. —  Hola.

— ¿Acaso interrumpo? - Pregunta.

Agarro la gaseosa que trajo y la bebo. — Pues, lamento informarte que si, ¿No es cierto, Molly?

— Si... Pero de todos modos ya se iba, Amanda lo llamó. ¿No es cierto, Evan?

Y así fue. Quedo sorprendido ante su reacción. Luce molesta. No hago comentario alguno, miro al idiota, está sonriendo... Lo odio. Le devuelvo el vaso vacío, hago caso y me retiro.

Molly, ¿Dónde estás? [PARTE II - ELS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora