Capítulo 10

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ANTES

— ¿Qué quieres? - Me acerco enojado.

La chica solo se ríe. Hago un panorama de la fiesta, allí están, los dos riendo super felices.

— No te enojes... - Dice mientras me agarra del cuello para besarme, y lo logra. Intento alejarme de ella y se sube a la mesa a bailar. 

Me acerco a ella para que me escuche. La música está tan alta que me sorprende que no se haya roto una ventana aún. — ¿Eso es lo que querías? ¿Besarme?

— No, Grides.-  Dice y baja. — Quería decirte que ya sé donde está Jason.

Esto no es cierto. — ¡Yo también lo sé ahora! - Grito furioso.

Sonríe maliciosamente. — Solo quería molestarte. - Comienza a acariciar mi cabello y acerca su boca a mi oído. — Respóndeme una cosa, ¿Que tiene ella que yo no? 

Mi cuerpo se detiene en el segundo que escucho esa pregunta. La vuelvo a mirar. — ¿De qué hablas?

— Rechazaste estar conmigo por ella, y sin embargo... Ni ella quiere contigo, se fue con el chico malo. - Dice y sonríe irónico. — Aunque no la culpo, es un bombón Hills.

Vuelvo a ver en dirección a ellos, ya no están. Mis nervios aparecen una vez más. Ignoro a la chica y comienzo a buscarlos. El solo pensar en ellos juntos me da nauseas, no quiero ni pensar si se besaran. No podría con ellos. Recorro cada rincón del lugar y nada, no están. Decido volver a subir hasta que un brazo me detiene.

— Ven, vamos  a divertirnos. - Dice mi amigo intentando que no siga. — Vuelve contigo, tarde o temprano aparecerá.

Miro para todos lados. — Es que...

— Tu besaste a Amanda. ¿Porqué ella no puede besarle?

Pues, porque ella simplemente no puede. 

Pienso una y otra vez ellos compartiendo saliva. No puedo, no deben hacerlo, ella no me haría eso. Bueno, no somos nada, no tendría porque pensar en mí si lo hace. Vuelvo a la realidad, ella no está. Debe estar con el niño bonito en no se donde haciendo no se qué tampoco. 

Accedo y me voy con Chad cuestionándome si está bien no seguir buscándola.



Ha pasado ya una hora y sigo en el mismo lugar, cerca de las escaleras. Donde hace un rato ella estaba. Chequeo mi celular una y otra vez esperando su llamado, pero lo único que noto en él, es como la batería comienza a bajar. 

Me apoyo sobre la barandilla y veo la diversión que me estoy perdiendo. Todos están ebrios, bailando como si no hubiese un mañana, no puedo evitar reír cuando veo a Chad caerse de una mesa. 

Ashley esta bailando con Amanda de una forma muy sexy, no me sorprendería si se comienzan a besar. Chad apenas logra mantenerse de pie. Sin embargo, no se como aún están bailando y con muchas ganas de vivir. 

Me llaman, vuelvo a ver y allí están. Los tres y otros sesenta con el mismo nivel de alcohol en sus venas, quieren que vaya. 

— ¡Evan! - Gritan al unísono.

— ¡Si no vienes iremos nosotros! - Dice el chico, a lo cual solo comienzo a reír.

Necesito divertirme un rato. He gastado un buen rato buscándola... ¿Para qué? No la encontré y de seguro en estos momentos deben estar riéndose de mí. Intento detener mis pensamientos levantándome y yendo con ellos.

Intento desconectar todas mis preocupaciones bailando y bebiendo con ellos. Admito que es divertido, nada podría ser mejor. Bueno, de hecho si, pero debo conformarme con esto, que no está tan mal. 

Pasado unos minutos veo que Chad se aleja de donde todos nos encontramos para atender su celular. Lo iría a molestar pero las ganas de menos problemas esta noche me ganan y sigo bailando con extraños.

Comienzo a cansarme y decido tomar un descanso. Por lo visto no tengo mucha energía para bailar, debo ser un anciano. Lo único que consigo hacer es acercarme a la mesa que es el corazón de la casa, donde se encuentra casi todo el alcohol. Sin embargo, solo voy con intención de poder sentarme en una de las sillas que están alrededor. 

Ash, y Amanda no tardan en acompañarme. Ambas lucen agotadas pero no tanto como yo. Ellas tienen más experiencias con estas clases de fiestas. 

Aun hay gente bailando, jóvenes teniendo sexo detrás de los arbustos, personas desnudas en la piscina. Definitivamente esto es un descontrol. Para no pensar en nada más que en el ahora, me cuestiono que haría si esta fuese mi casa y terminara así. De seguro mis padres me darían en adopción.

Comienzo a reírme en mis adentros. Ninguna de las chicas entiende que ocurre, y de saberlo también se reirían, pero decido solo parecer un idiota. Hasta que llega Chad, está ebrio pero no lo suficiente como para actuar como un idiota, eso ya lo hace un día normal.

— ¿Que ocurre contigo? Parece que hubieses visto a Grides desnudo. - Suelta Amanda.

Noto su expresión, luce serio. 

—Necesito hablar contigo. — Me dice esperando que ambas chicas se fueran, pero no lo hacen. — A solas.- Concluye.

Luego de que se van, Chad se sienta y comienza a pensar como decir lo que quiere decir. — Escucha, me acaba de llamar Jason. 

Mi corazón se detiene. La forma en la que dice las cosas hace que piense lo peor. ¿Que le pasó? ¿Que le hicieron? No logro decir nada, pensar las millones de posibilidades de que le pudo haber ocurrido me ha dejado mudo.

— Los acaban de arrestar.

Esperen. ¿Qué? 

¿Arrestar? ¿A Molly Smith? Ella nunca haría nada para que la arresten, esto debe ser por la culpa de ese imbécil. 

— Eres un idiota. - Consigo decir.

Comienza a reír. — ¿Qué?

Me levanto alterado. — Me hiciste pensar que algo más grave le había pasado. - Suelto y coloco ambas manos en mi rostro. — Te perdonaré si me acompañas a buscarla.

Toma un sorbo de su cerveza. — ¿Para que quieres que vaya?

— Porque de no ir golpearé a ese imbécil. - Concluyo.

Molly, ¿Dónde estás? [PARTE II - ELS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora