Capítulo 1

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AHORA

No fue hace mucho cuando sentí toda la adrenalina del mundo corriendo por todo mí ser. Ese sentimiento que no se vive muy a menudo. La última vez que lo viví fue cuando la besé. Pero esta vez es diferente, en diversas formas.

Es de noche, no sé exactamente qué hora pero no es tiempo para salir a hacer esta clase de cosas.

Estoy acelerado a quien sabe cuánto por hora. No puedo dejarlo ir. Necesito hablar con él. Saco mi celular e intento marcar sin desviarme en la ruta. Los minutos se hacen horas. Necesito que conteste, no sé a quién llamar si no.

— ¿Evan? - Contesta sin tardar lo cual me alivia. — ¿Qué ocurre?

— Estoy en problemas. - Confieso agitado.

Lo oigo suspirar. Puedo notar, aun estando lejos, las ganas de matarme que tiene. Irónico ya que eso me llevó a donde estoy ahora.

— ¿Te vieron? - Deduce.

— No solo eso - Digo empeorando la situación - Lo estoy siguiendo... Con tu auto.

Lo oigo maldecir. No puedo evitar reírme al escuchar su reacción. Está furioso, pero yo estoy viviendo una película de acción.

— Te mataré. - Afirma.

No logro descifrar como es que he terminado aquí, pero intento sacar todo lo bueno en esta situación.

— Necesito que vengas. - Suelto mientras acelero.

No sé qué haré si es que logro detenerlo pero, hasta entonces, seguiré con este plan.

— De acuerdo, Grides. Pero respóndeme algo antes. - Responde con calma. — ¿Cómo pretendes que vaya si tú tienes mi carro?

Demonios. Sabía que algo fallaría en mi plan. Intento pensar y crear nuevas estrategias para que alguien me ayude. No puedo volver, ya me he metido en esto. Me vio.

Ya no hay vuelta atrás.

— Tienes que volver. - Concluye como si hubiera leído mis pensamientos.

— ¿Qué? ¡Por supuesto que no! - Grito. No puedo creer lo larga que es esta ruta. — El chico me vio. ¿Piensas que no lo dirá?

Escucho un suspiro del otro lado. — No lo entiendo. ¿Quién te ha visto? - Hace una pausa.

Escucho otras voces a lo lejos. De seguro me puso en alta voz.

— Tienes que volver. - Se escucha de fondo. — Tarde o temprano lo sabrán.

Pongo los ojos en blanco aun sabiendo que no me ven. Ya no tengo noción de quien habla, simplemente sé que no me dicen lo que quiero oír.

Miro la foto en el asiento que está a mi lado. Sé que lo correcto sería girar y volver pero, el verla hace que pierda la conciencia. Quiero verla y nadie me dirá dónde está salvo él. — Lo sé pero, él me puede llevar a ella. - Confieso con un nudo en la garganta.

— Escucha amigo, sé que la quieres ver. Realmente lo entiendo, y lo harás. Pero eso no sucederá si no vienes. - Intenta que entre en razón, pero ambos sabemos que eso no sucederá. — Tenemos un plan, pronto la verás. Solo tienes que esperar. No hagas nada estúpido.

Tiene razón, soy un idiota. Sé que no está bien esto pero, luego de todo lo que ha pasado me es difícil no seguir mis instintos. Este chico ha lastimado mucho a Molly. No importa si se arrepintió o no, la hirió, y eso es suficiente. No puede salirse con la suya.

Vuelvo a ver la imagen, allí estamos. Los dos sonriendo como si no hubiera un mañana. Éramos tan felices y no lo sabíamos.

En una lucha constante entre mi mente y mi corazón decido escuchar a la lógica y esperar a mañana. — Si tu hubieses querido llevarme con ella lo hubieras hecho hace varios meses. - Digo enojado.

Seré honesto, sé que ellos hoy son responsables de mí. Y sé que cualquier cosa que haga puede perjudicarlos pero, no puedo esperar más. He perdido mucho tiempo y no he llegado a nada.

— Ya hablamos de esto, Evan. Sabes que no es el momento. - Oigo de lejos.

Golpeo el volante con mucha impotencia. — ¿Y cuándo será? ¡Ya casi ha pasado un año!

Logro escuchar cómo se unen en un mismo suspiro y acceden: — Bien. - Dice. — Mañana iremos a la comisaría, y luego la verás.

Sé que no pasará eso pero, es mejor que nada. —De acuerdo. - Digo rindiéndome.

— ¿Sabes dónde estás? - Pregunta. — Puedes salir y ver si hay algún mapa o algo que te guíe.

Sin detenerme me río por lo bajo. — Gracias Frankito pero, no estoy tan perdido. - Suelto. Aunque debo admitir que ya casi no veo al carro, apenas logro notar sus luces traseras.

— Esta bien, solo conduce con cuidado.

Sonrío. — Oh, y dile a Jason que he rayado su carro.

— ¡Te asesinaré! - Lo escucho y suelto una carcajada. — Más vale que vuelvas así te golpeo. - Dice.

Dirijo mi vista de nuevo a la ruta y noto que su carro se detuvo. Mierda. Intento detenerme pero ya es tarde, estoy muy cerca y con demasiada velocidad.

— ¿Ya estás volviendo? - Dice Jason con calma. Aunque no logro responder ya que es lo último que escucho antes de chocar.

Molly, ¿Dónde estás? [PARTE II - ELS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora