-¿Hmm? ¿Una entrevista? ¿Asesinato de goblins? Qué cosa tan extraña por la que
preguntar.
—Algunos goblins atacan un pueblo. Los aldeanos acuden a nosotros. Por favor desháganse
del nido. ¡Ayúdennos! ¡Se los rogamos, Oh héroes! Así que buscamos nuestras armas,
matamos unos cuantos goblins, y obtenemos nuestro dinero. ¿Qué hay que hablar sobre eso?
Es básico, cortar y rebanar.
—Es trabajo rápido. No negaré que fuimos afortunados, también, pero Bueno. Obtienes algo
de experiencia en búsqueda y lucha, y el Gremio te da un sorprendente monto de crédito por
ayudar. Quiero decir, entiendo. Mi pueblo natal fue atacado por goblins no hace mucho. Y es
verdad, algunos aventureros fueron a ayudar.
—Es solo que ¿Cómo lo digo? Hay tres tipos de personas que cazan goblins: Personas que
los derrotan fácilmente. Personas que toman sus golpes y aprenden de ellos. Y personas que
subestiman a los goblins y son eliminados.
— ¿Cuáles somos nosotros? ¡Los derrotamos fácilmente! Bueno de todas formas, lo
hacemos ahora. Recibimos nuestros golpes antes. Llevábamos una lámpara con nosotros,
pero nuestro explorador se cayó y la rompió. Entonces todo quedo oscuro. Nos enteramos
luego que los goblins habían plantado un cable. Una trampa. ¡Los goblins ponen trampas!
—La luz y el ruido revelaron nuestra posición, y de nuevo las cosas se pusieron oscuras, había
goblins por todas partes.
—El niño – nuestro usuario de magia – se preocupó un poco e intentó lanzar un hechizo. ¡No
lo hagas! Le dije. Guárdalo para algo grande. Solo tienes uno. No lo desperdicies en un
monstruo enano. Después de eso, el infierno se desató.
—Goblins por todas partes. Luchábamos tan duro como podíamos, corte, corte, corte. Muerte.
Gritos. No sabes si estas golpeando rocas o cortando carne. Has sido cortado, también. Solo
estas usando una armadura barata. Cuando me vi tratando de balancear un sable en un túnel,
fue ahí cuando pensé que iba a morir.
—Hey, ¿por qué estas sonriendo, maldición? Los guerreros más grandes empezaron a
arriesgar sus vidas contra goblins. Quieres ser un paladín, no te rías.
—Lo siento por eso. Esa dama – ese caballero – está en mi grupo. Aunque soy el líder, ¿está
bien?
— ¿Dónde estaba? Había uno grande liderándolos. Mi espada se atoro en algo. Él tenía un
hacha, y la movía por todas partes. Pensé que de seguro moriría. Entonces *wham*, una Saeta
de Fuego lo fríe.
—Nuestro caballero tenía algunos milagros; teníamos dinero, obtuvimos equipamiento,
antídotos y todo. Prácticamente cuesta más prepararse que lo que conseguimos haciendo la
misión pero me salvó. Nos salvó a todos.
—Es por eso que siempre digo, siempre que estés preparado, los goblins no son nada.
—Pero dijiste que sabias que puedes ganar noventa y nueve veces de cien. ¿Quién eres para
decir que esta no es la centésima vez? No hay garantías. Solo estás jugando con las
posibilidades.
—Si vas a morir por una mala tirada, mejor podrías hacerlo luchando contra un dragón. Y ahora
somos de rango Plata. Trabajo de obrero como cazar goblins no mantendrán equipado a
nuestro grupo.
—De todas formas, los goblins son los monstruos más débiles, ¿cierto? ¿Así que porque no
dejar que los novatos se encarguen de ellos? Seguro, no todos ellos lo logran, pero tienen
mejor oportunidad que contra un dragón, ¿cierto?
—Aun así es solo una oportunidad.