Capitulo XVII

11 2 1
                                    

Ains:

- Buenos días pequeña

- Buenos días

- ¿Lista para ir a desayunar?

- Claro que sí...

- Entonces vamos

Con Alice nos levantamos para así desayunar y comenzar bien nuestro día, nos vestimos y nos dirijímos a la cocina donde estaba Todd preparando el desayuno.

- ¡Buenos días Todd!- dice Alice contenta.

- Buenos días señorita Alice

- Como dormiste

- Pues bien, como cada día, ¿Y usted?

- Pues también dormí bien, ¿Como se siente Mei?

- Pues se siente mejor que ayer, aún está en mi cuarto pero seguramente baje en cualquier momento...

- Me alegro de que no pasara nada malo...

Luego de eso no se dirigieron más la palabra, Todd sirvió el desayuno y nos pusimos a comer, no pasó mucho tiempo cuando Zeilen entró a la cocina, cogió una manzana y se largó, Alice mientras tanto seguía comiendo, no le dió mucha importancia lo que había pasado.

Al terminar de desayunar fuí al pario trasero con Alice, quien como siempre se sentó en el césped y yo me apoyé en sus piernas para que luego pudiera acariciar mi  cabello...

Nuestra mañana pasó normal, cuando era la hora del almuerzo Alice y yo entramos para ver si estaba listo o hacer cualquier otra cosa para esperar...

- Aquí está Príncipe Aíns, tenemos visitas

- ¿Se puede saber quién es?

- Lumiria y su padre...

- Está bien, vamos Alice

- S-Sí...

Caminé con Alice hasta la sala donde creí que estaban, al entrar logramos ver a Zeilen tocando a Lumi, lo cual me pareció un poco raro...

- Lumiria.

- ¿Ahora soy solamente Lumiria para tí hermano?

- No somos hermanos, ¿a qué viniste?

- Para pasar tiempo contigo y Todd, ¿Para qué más?

En ese momento sentí que algo me invadía, un sentimento que nunca antes había tenido, un fuerte impulso recorrió desde mi pecho hasta mi garganta...

- ¡No me jodas! Tratate mal a Alice el día que la conociste ¿y ahora esperas que te perdone como si nada?. Las cosas no son así en esta casa, puedes irte no necesito de tu presencia aquí.

La cara de Lumi se vió invadids por el miedo y la duda, de un momento a otro sus ojos ya no me miraban fijamente, ahora miraban al suelo mientras apretabas sus manos con fuerza, su cabello cubría un poco su rostro y unos pequeños sollozos comenzaban a escucharse.

- Tú...no puedes...hacerme est...mí...

- Sabes que las cosas no son así Lumiria, te he tratado bien desde que eras una bebé.

- Eres...un idiota...

- Dime como quieras, pero sabes que tengo razón, no puedes tratar a la gente así con solo verla.

Seguí mirando a Lumiria, quien aún estaba mirando al suelo mientras apretaba sus manos.

- Lumiria reacciona- dijo Zeilen desde el sillón de la sala mientras chasqueaba sus dedos.

Tú y Yo, AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora