Despierto con aun con una sonrisa -Que hermoso sueño- me dije.

Nada era más satisfactorio que soñar con las personas que amas, el sueño era tan real que sentía como mi abuelo apretaba mi cuerpo con tanto amor y tanta fuerza, que el aire me faltaba.

Escuche llorar a mi hermana pequeña y de inmediato salí del cuarto.

Mi mama la rodeaba del brazo y mi papa aun seguía con los ojos hinchados clavando su mirada triste en mi.

De golpe recordé todo, mi mente había creado un sueño fantástico, por la noche deseaba tanto poderme despedir, que ahora al despertar me encontré nuevamente en la pesadilla.

Distorsión (Microcuentos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora