Con Una Condición

Capitulo 10

Amanda

Hoy me casaba. Se suponía que tenía que ser el mejor día de mi vida pero no lo era.

Íker no hablaba conmigo. Ya hacia un mes desde que convivimos y tal como acordamos teníamos que  hacer esto legal.

La puerta de mi habitación se abrió. María venía con dos mujeres detras de ella. La maquilladora y la estilista.
No me paso desapercibido que todas las personas que él dejaba interactuar conmigo eran mujeres.

- Amanda, el señor te solicita en su despacho, pidió que fueras a hablar con él antes de arreglarte para la boda - las dos mujeres se miraron con una sonrisita pícara.

Pobres ingenuas, seguro me llamaba para amenazarme o algo parecido.

-pónganse cómodas, enseguida regresó - murmuré dedicandoles una sonrisa.

Salí de la habitación caminando hacia el despacho, esperando que Íker no me humillara nuevamente después del episodio con Javier.

Golpee su puerta y entre. Estaba con un vaso de whisky en su mano mirando el jardín trasero de su mansión decorado para la boda.

- Me mandaste a llamar - dije rompiendo el silencio. Camine hacia donde estaba parado posicionandome a su lado.

Desde que Javier me besó por la fuerza, Íker no era capaz de hablarme y mucho menos mirarme a la cara sin poner una mueca de fastidio. Mi presencia lo irritaba.

- Creo que no tengo que recordarte lo importante que es este día, espero que no lo arruines besuqueandote con algún invitado - dijo mirándome a los ojos con frialdad.

- Íker para por favor - dije al borde de las lágrimas. No sabía porque cada vez que me trataba mal me daban unas terribles ganas de llorar. Estaba harta de su maltrato. Necesitaba un respiro de su crueldad.

- ahh no.. - dijo - a ti te gustan los empleados ¿ cierto?... ¿ ya le echaste el ojo a algún camarero? ehh... vamos nena... ¿ cuentamelo ?- dijo mirándome con odio.

- Están esperándome - susurre volteandome hacia la salida

Había dado dos pasos cuando su mano tomó mi brazo y tiró de mi empujandome contra la pared. Apoyo todo su cuerpo contra el mío impidiendo que me fuera. sus manos estaban a cada lado de mi cara. Su aroma me inundó las fosas nasales.

- ¿ Que ?... No me digas que vas a llorar otra vez.. - Levante mi mano dispuesta a darle una bofetada.

El fue más rápido. Agarró mi mano y la subió sobre mi cabeza. Empujó todo su cuerpo contra el mío.

- Cuéntame... a cual escogiste para esta noche...¿ ehh? o piensas pasarla conmigo, puedo hacerle cosas impresionante a tu cuerpo - susurro en mi oído.

No podía aguantar las lágrimas con tanta mierda que salía de su boca.

- ohh vamos nena... No llores.. se que va a gustarte - dijo. Su mano libre paso a mi pelo y levantó mi cara mirándome directo a los ojos.

Sonrió. Le gustaba verme sufrir, No quería escuchar mis explicaciones, solamente se divertía humillandome.

- por favor... para - hable mientras me retorcia en sus brazos intentando en vano soltarme.

Su mano se apretó más en mi cabello. Empezó a repartir besos en la piel de mi cuello. Mordiendo el lobulo de mi oreja.

Me sentía tan humillada, el no paraba de besarme. Las lágrimas corrían libremente por mi cara mientras el seguía con su ataque en mi cuello. Intentaba apartarlo pero me era imposible soltarme de su agarre.

Intenté controlar los sollozos pero se me hizo imposible.

- Íker por favor... sueltame.- susurre entre llanto.

- ¿ porque ?... eres mía, puedo hacer lo que quiera contigo durante un año- dijo apoyando su frente en la mía.

bajo sus manos a mi cintura, con una mano fue levantando mi blusa.

- Detente... detente por favor - empecé a suplicarle entre sollozos.

Tomó un puñado de mi pelo y levantó mi cara para mirarme a los ojos.
Mantuvo su mirada en la mía, viendo como las lágrimas caían sin control por mi cara.

- p...por fa.. favor para. - susurre.

Se separó de mi tan abruptamente que  caí al suelo llorando desconsoladamente.

Intenté controlar mi llanto... el seguía parado en el medio del despacho mirándome con odio.

- Cuando termines con tu teatro, ve a arreglarte, das asco. - dijo con una sonrisa.

Alguien golpeó la puerta y la abrió.
Entró una mujer joven.

- Íker... ¡ que paso ! - grito alarmada viéndome hecha un lío en el suelo.
- ¿ estas bien ? - me pregunto arrodillandose a mi lado.

Mire a Íker. El tenia una mirada amenazante en su cara, dedicandome una última mirada de disgusto salió del despacho dando un portazo.

- ten - dijo la mujer extendiendome un pañuelo.

- gra...gracias - limpie mis lágrimas, me levante del suelo.

Mire a la mujer y la reconocí, era la misma mujer despampanante que estaba con Íker el día que llegué a esta casa.

- No es tan malo como parece - dijo defendiendolo. - hice una mueca y  ella agregó - lo prometo, ya lo verás.

- ¿ lo conoces tan bien para decir eso?- pregunte incapaz de detenerme.

- Estuvimos juntos por cinco años, créeme, no es tan malo -

- entonces por que no te casaste tu con el - murmuré.

- no puedo... No estoy lista para unir mi vida a la de alguien.

- pero.. -

- quiero casarme con alguien que me ame - dijo cortandome - no por negocios, quiero amor real, no le puedo exigir eso a el... él no es asi-  murmuró pensativa.

- lo sé - dije. Caminando hacia la puerta del despacho

- ¿ puedo preguntarte algo ? - dijo a mis espaldas

Asenti..

- ¿Que hiciste para enfurecerlo tanto? - pregunto

- el chófer me besó, Íker entró antes de que pudiera apartarlo de mi - murmuré, abrí la puerta y me fui.

Era hora de la función.. iba a tener que tragarme mi orgullo y cumplir con el contrato que había firmado.

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-Estas hermosa Amanda - dijo mi papá en cuanto me vio, podía ver la mirada de orgullo que tenía - deseo de corazón que seas muy feliz.

Se me llenaron los ojos de lágrimas . Lo amaba, es el mejor hombre que conozco. Sólo tenía que aguantar un año y sería libre.

- ya es hora, ¿ estas lista?

Quise decirle que no lo estaba, que me ayudará a escapar de esta locura.

No podía hacerlo, mi vida y todo el esfuerzo que hice se vendrían abajo con tan sólo una llamada de mi jefe.

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