capitulo 13

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Iker

- ¡Esteban quiero que la busquen ahora!- grite al teléfono a mi guardaespaldas.

Amanda no estaba y sus cosas tampoco. Había llegado en la mañana agotado, sabía que iba a estar enojada después de que la dejé esperándome anoche, pero ya eran las tres de la tarde y no aparecía.

Creí que se había ido a recorrer museos y esas cosas que a ella le gustaban, pero no aparecía y su celular estaba desconectado.

Estaba desesperado.

Tomé el teléfono de la habitación y marque a recepción, esperaba que ellos supieran algo, no sabía que más hacer, Amanda había dejado la tarjeta de crédito que le di, junto con la llave de la habitación y una bolsa con un vestido y zapatos arriba de la mesita del living del cuarto y sólo tenía eso.

Su equipaje no estaba.

-  Recepción habla Karen, en que puedo ayudarlo señor Fredrick.-
dijo una vos femenina del otro lado del teléfono.

- Senorita ¿ dejó dicho la señora Fredrick a donde se dirigiría ?- pregunte impaciente.

- La señora me pido que le reservara un vuelo a Nueva York señor Fredrick- contestó

- ¿sabe la hora a la que salía su vuelo?

- Si señor, el vuelo salió hoy a las diez de la mañana - dijo

- Gracias - murmuré.

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Abrí la puerta de la habitación de Amanda, eran las dos de la madrugada.

Ella  estaba dormida.

Me desvesti y me metí en su cama, necesitaba abrazarla, sentir su cuerpo contra el mío era todo lo que me importaba. Sabía que estaba enojada, pero eso no tenía el peso suficiente como para alejarme de ella.

Había inventado que teníamos que ir a un evento sólo porque quería pasar un tiempo con ella.
Iba a llevarla a cenar, había decidido que no me importaba si ella no sentía algo por mi, estaba dispuesto a enamorarla, nada salió como lo había planeado apareció mi nueva secretaria con una junta que me llevo más tiempo del que tenía disponible.
Tuve que llamar a mi piloto para que me llevará así podría estar en la mañana devuelta en París.

Tendría que haberla llamado para cancelar, disculparme.
Tendría que haberla llevado conmigo, podría haber hecho tantas cosas y sin embargo acá estaba, Amanda había vuelto a casa sin mi, prometiendo que no saldría, que nadie sabría que ella había vuelto, dijo que estaba cansada de estar sola en un lugar donde no conocía a nadie.

Y todo era mi culpa.

Yo la había dejado sola.

Pegue mi cuerpo al suyo, su espalda
contra mi pecho, pase mi brazo por su cintura empujando mas su cuerpo al mio, logrando que Amanda se retorciera entre dormida en mis brazos.

Giro en mi dirección, su cara a centímetros de la mía, retuve la respiración cuando sus ojos empezaron a abrirse.

- Íker - susurro Amanda

- Hola - dije mirándola. Empezó a retorcerse entre mis brazos.

- ¿ Que haces aquí ?, te dije que no iba a salir de la casa, no tenías que regresar.

- si, tenía que hacerlo.

- ¿ porque ?

- te fuiste. - me miró con confusión. Era hermosa.

- ven aquí - susurre. Tomando su nuca y atrayendola hacia mi con fuerza.

Me apodere de sus labios. Lo necesitaba, la quería para mi.

Pase mis manos a su cintura empujando su cuerpo al mío, no iba a dejarla ir. No está vez.

Amanda no me dejo llegar a más, sólo apartó su boca de la mía, dándose la vuelta todavía entre mis brazos, acomodondose para dormir.

- mañana hablaremos. - susurro.

- de que quieres hablar nena - pregunte.

- de la camisa manchada con labial en el cuello que encontré en el hotel.- volvió a susurrar.

- puedo explicarlo, no es.. -

- ¿No es lo que parece? - me interrumpió Amanda,sentándose en la cama. - No pido explicaciones porque se que no tengo ese derecho.-
dijo

- si tienes el derecho eres mi esposa -
conteste

-Si pero sólo para los de afuera, esto es un contrato, lo se y tu también, sólo pido no quedar como una tonta delante de las personas que nos rodean. -

- Si me dejas explicarte, te juro que, en serio, no es asi.

- No quiero explicaciones, sólo no quiero tener que ir a algún evento que tengas y que las personas me miren con  lastima o que se burlen de mi.

- Exigió lo mismo, no quiero volverte a ver besando a ningún otro hombre mientras este matrimonio dure y mucho menos... -  no podía seguir con mis palabras, ni siquiera podía pensar en esto sin enfurecerme, si alguien la tocaba de nuevo iba a matarlo, ella era mía.

- ¡¿ mucho menos que ?!... - grito Amanda, mirándome con furia.

La había enojado al decir eso, pero yo tambien lo estaba. Mi maldita imaginación me enfermaba.

- ¡Si piensas que soy una puta entonces hubieses elegido a otra para casarte, yo no bese a ese imbécil, el me besó y tu llegaste antes de que pudiera apartarlo! - gritó parandose de la cama. Me miraba con  rabia y se contenía para no propinarme un cachetazo.-  ¡ vete de mi habitación ! -

Me levanté caminando hacia ella, no iba a irme esta vez, no iba a dejar que estos celos rabiosos que tenía volvieran a matar todo lo que quería, y había descubierto que todo lo que quería era a ella. Sólo eso. La quería para mi.

- No voy a irme - le susurre, pasando mis manos a su cintura. Empujando mi cuerpo con el de ella.- y la camisa es de mi guardaespaldas, me la cambio porque la mía se mancho con vino.- aclare sólo para que no pensará que estaba con alguien más y menos cuando todo lo que podía pensar mientras estaba trabajando era en ella.

- ¿y también usa perfume de mujer tu empleado ? - pregunto en un susurro. Deposité un beso en su cuello.

- ¿ estas celosa ?- conteste sin poder evitar la sonrisa de satisfacción. Arqueo una ceja, sus ojos brillaban con intensidad. - Su esposa es la azafata que nos acompañó en el jet.-
conteste, apoderandome de sus labios.

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Con Una Condición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora