Con Una Condición

capítulo 1

Iker

Amaneció y todavía sigo pensando que se le pasó por la mente a mi padre para imponer semejante estupidez.
Todavía no puedo creer estar obligado a casarme o de lo contrario no podré tomar mi lugar en la empresa, un lugar que me gane con demasiado esfuerzo y sacrificio como para perderlo ahora, a causa de las estupideces que se le ocurrieron a mi padre.

Llevó todo el día encerrado en mi despacho pensando la forma en la que solucionar esta mierda.
Unos golpes en la puerta me alertan de que ya no me encuentro sólo en el edificio, miro la hora y me doy cuenta que ya empieza otro día laboral, dado que son las 8 am en punto.
-pasé - le digo a quien toca la puerta.
Luego de 3 segundos se asoma mi secretaria...  Amanda.

-h hola -tartamudea- quería preguntarle si necesita algo señor.
Me la quedó mirando y me doy cuenta que ella puede ser la mujer con la que puedo casarme. Ella es la única mujer íntegra que conozco, y no va a ser difícil conseguir que acepte. Sólo tendré que poner unas cuantas condiciones. Pero podría funcionar, demás está decir que no puedo casarme con ninguna de las otras mujeres que conozco, y menos si saben que sería sólo un año lo que duraría el matrimonio.

-¿señor?- Amanda interrumpe mis pensamientos.

- Si hay algo que puede hacer por mi - le digo

-dígame señor -

-Necesito que se casé conmigo - le digo sin rodeos. Los ojos de Amanda se abren como platos, esta sorprendida con lo que acabo de decir.

- ¿ pe.. perdón ? Cr.. creo no haberlo es.. escuchado bien.

- le dije que se casé conmigo.. le doy hasta esta tarde para que lo piense y me de una respuesta - le digo con frialdad, no puedo demostrarle lo ansioso que estoy por su respuesta.

Amanda se quedó tan quieta que parecía una estatua.

- ¿usted está hablando enserio? -me pregunto en un susurro.
Hablo tan bajo que casi lo pierdo, tenía la mirada fija en mi escritorio.

Esta conversación ya me estaba cansando, necesitaba casarme y ella lo estaba dudando demasiado - si, hablo muy en serio, demás está decirle que si declina mi petición de matrimonio, Usted estará despedida. Ahora si, puede retirarse-. Amanda se dio la vuelta y camino deprisa hasta la puerta de mi despacho. Pero antes de que desaparezca la llame.

- Amanda - ella se dio vuelta despacio y me miro con cautela.
- traigame un cafe negro, unas aspirinas y agua por favor.