Íker- Acepto - dije
-Amanda Smith, acepta por esposo a Íker Fredrick para amarlo y respetarlo en la Salud y en la enfermedad, en la tristeza y en la pobreza todos los días de su vida hasta que la muerte los separe.
- Acepto - susurro Amanda mirándome a los ojos, se me formó un nudo en la garganta.
Estaba hermosa con su vestido blanco, resaltaba cada curva de su cuerpo, todos los hombres la miraban y los odiaba.
Sabía que ella podía encontrar a cualquier otro así como lo había hecho con el chófer.
- por el poder que me concede la Iglesia los declaró marido y mujer, puede besar a la novia. - declaró el cura mirándonos con una sonrisa.
Di dos pasos hacia ella, inclinandome para atrapar su boca en un beso suave. Una lágrima se escapó de su ojo cuando me aparte, la borré con mi pulgar. Estaba perdido en su mirada. Estaba preciosa.
Ahora era mía.
Todos los presentes aplaudían. Tenía el brazo alrededor de la cintura de Amanda. Estaba rígida entre mis brazos, sabía que no le agradaba mi tacto pero no iba a dejarla sola, no confiaba en ninguno de los presentes, la mayoría eran socios solteros y al igual que a mi le encantaban las mujeres. No iba a dejar que tocarán a mi mujer nunca más.
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Amanda estaba despidiéndose de sus padres, Nos íbamos a nuestra luna de miel. En realidad no lo era, tenía que ir a París por negocios, era una fechada perfecta.
Amanda se habia cambiado el vestido por otro blanco corto, estallado al cuerpo.
Camine hacia ellos abrazando a mi mujer por atrás, apoyando su espalda en mi pecho, sentí todo su cuerpo estremecerse contra el mío.
-tenemos que irnos, se hace tarde. - susurre en su oído. Tenía que controlar mis impulsos. Me aparte dejándola despedirse, no iba a dejarla meterse bajo mi piel.
Sabía que ella no me amaba, que seguro estaba haciendo la cuenta regresiva en su cabeza.
El problema era que cada vez que la miraba todo lo veía era a ella besando al maldito chófer.
No lo entendía. Ella me había dejado besarla, tocarla y también lo hacía con él.
Amanda camino hacia mi... Se puso de espalda para tirar el ramo en dirección a un montón de mujeres que se amontonaban emocionadas.
Nuestras miradas se encontraron, no supe que pasaba por su mente, se volteó y camino directo a Julia entregandole el ramo en sus manos con una sonrisa.
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Estábamos en el hotel, había reservado la suite matrimonial, Amanda no me habia dirigido la palabra desde que nos habiamos ido de la fiesta.
Se la veía agotada y triste. Sabía que era por mi culpa, por lo que había pasado antes de la boda.
Estaba parada mirando por el gran ventanal, tenía una vista espectacular de la ciudad. Me acerqué a ella caminando lentamente. Su cuerpo empezó a temblar mientras me acercaba y podía ver sus hombros sacudirse. Estaba llorando.
Apoyé mi mano en su cintura, se apartó de mi toque como si le quemara.
- No, no , no - empezó a negar entre llanto.
- Amanda calmate - dije acercandola a mi cuerpo, la abraze fuerte a mi, se retorcia en mis brazos intentando safarse de mi agarre, llorando más fuerte.
- No voy a soltarte, deja de llorar por favor- me mataba verla así, todo era mi culpa. Había ido demaciado lejos con todo esto, verla besándose con otro hombre me desquicio. Lo perdí en algún punto, no quería aceptar mis sentimientos hacia ella, ahora literalmente estaba jodido.
Se empezó a relajar en mis brazos, el llanto había disminuido. La apreté más a mi negandome a soltarla.
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La conduje al baño, quedamos frente al espejo. Coloqué mis manos en su abdomen abrazandola, su espalda estaba contra mi cuerpo, mi corazón latía tan rápido como el suyo.
Deslice mis manos a su espalda encontrando el cierre de su vestido.
Mantuve la mirada en la suya a través del espejo mientras bajaba el cierre, mi mirada paso a su espalda desnuda, su piel desprendía un olor frutal exquisito, subí las manos a sus hombros, bajendo los tirantes del vestido.
Su mirada estaba fija en mi cara cuando volví a verlaSe dio lentamente la vuelta, tomé su hermosa cara en mis manos, junte nuestras frentes. Mirándola a los ojos fui acercando su boca a la mía.
Amanda cerró los ojos antes de sentir mis labios en los suyos.
La sensación era increíble. Me encantaba besarla.
Abrió su boca dejándome rozar mi lengua con la suya.
fui bajando mis manos a su cintura empujando su cuerpo al mío, temblaba junto al mí.Me aparte para mirarla, una lágrima bajaba por su mejilla. Se la borré con un suave beso. Enredó sus manos en mi cuello, uniendo nuestros labios en un beso lleno de deseo.
La necesitaba, necesitaba tanto esto. Había extrañado su cercanía y todo lo que ella provocaba en mi.
Tomé sus muslos y la levante haciendo que ella enredada sus piernas en mi cintura. Frote mi erección en su punto sensible.
Cerró los ojos, un gemido involuntario se escapó de su garganta, no pude contenerme más, Uní mi boca a la de ella en un beso desesperado, lleno de lujuria y amor, porque eso era.
Estaba loco por esta mujer....
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Con Una Condición
Teen FictionIker fredrik es un egocéntrico y exitoso empresario. A dos semanas de la muerte de su padre, Iker se entera de la condición que su padre le impone para poder tomar la presidencia de la empresa: CASARSE Amanda Smith es su secretaria, ella es un tant...