Con Una Condición

capitulo 14

Amanda

- Me puedes explicar como es eso de que llamaste a mi abogado pidiendo una solicitud de divorcio - Dijo Íker sentándose junto a mi en la mesa que tenía en el jardín.

No me atrevía a mirarlo, no quería que volviera a gritarme. - Ayer cuando llegué lo primero que hice fue llamarlo, no quería ser la mujer engañada por su esposo, y menos a unos días de habernos casado - murmuré mirandolo de reojo.

- Amanda ya te lo explique, no hay otra mujer. - dijo mirándome a los ojos. Era tan cínico.

- Y que me dices de esto, acaso tienes otra explicación- le dije tendiendole una revista con una foto de el y otra mujer, el titular rezaba
"¿infidelidad?"
más abajo decía,

"El empresario Íker Fredrick recién casado con su ex secretaria Amanda Smith fue visto muy cercano a la modelo Samantha Holms, algunas personas que estaban a su alrededor, coinciden en que se los vio muy juntos e íntimos.
Lo que todos nos preguntamos ¿donde estaba su reciente esposa Amanda Smith? y mas importante aun ¿ que hacia el magnate junto a Samantha Holms en su luna de miel? .....
Si te quedaste con ganas de leer más puedes encontrar la nota completa en la página 6. "

- ¿ Que tienes que decirme al respecto? o acaso tienes un hermano gemelo del que no se nada.

- Esto es una mentira- murmuró apretando la mandíbula.-voy a demandar a esta revista por esta mierda- dijo con una calma tan extraña, las venas de su cuello se empezaron a notar.

- quiero el divorcio - conteste mirandolo a los ojos.

- Amanda..

-¡No!- exclame. - Mis padres vieron las revistas, salió en los programas de chimentos, no quiero ser conocida por esto. Hay paparazzis en la entrada, no voy a pasar por esto.- dije sabiendo que iba a llorar en cualquier momento.

- No voy a divorciarme. Nunca.- dijo mirándome a los ojos. - Y con esa mujer no paso nada, es una vieja amiga, sólo la saludé.No sabía que se iba a inventar todo esto.- me miraba a los ojos pidiéndome que le creyera.

Y lo hice. Le crei.

Se arrodillo a mi lado mirándome a los ojos. - eres mía Amanda - susurro tomando mi cara en sus manos y plantando un beso en mi boca.

- No quiero pasar por esto. ¿ qué voy a decirles a mis padres ahora ?

- Yo voy a hablar con tu padre, no tienes que preocuparte por esto. Voy a solucionarlo. Lo juro. - murmuró cerrando el espacio entre los dos y besandome con desesperación, su lengua invadió mi boca incitandome a besarla con pasión como el me besaba a mi.

- Te deseo Amanda - susurro tomando mi labio en su boca y succionandolo para después morderlo y volver a unir su boca a la mía en un beso salvaje. Lleno de lujuria.

- Quiero estar dentro de ti. - dijo en un gruñido ronco mordiendome el mentón.

- Íker - dije entrecortadamente. Me volvían loca sus besos. No sabía como pararlo y tampoco quería hacerlo. Eso era lo peor, porque tenia claro que cuando este matrimonio terminará quedaría completamente destruida. No quería que supiera que tenía ese poder sobre mi.

- ¿ Que pasa nena ? - dijo mientras repartia besos en mi cuello.

- Detente - susurre separandome un palmo de distancia de el. Si fragancia me embriagaba y no Me permitía pensar con completa claridad.
Me miró con una sonrisa, tenía las pupilas dilatadas. Era hermoso. Demaciado para mi propio bien.

Volvió a sentarse en su lugar y comenzó a desayunar, como si no hubiese pasado nada. Tenía una sonrisa plasmada en su cara. Me lo quede mirando embobada con su belleza.

- ¿ Que ? - pregunto tomando mi mano y depositando un beso en la palma.

- Nada - dije volviendo mi mirada a la taza de café que tenía enfrente y tomando un sorbo.

- Quiero mostrarte algo.- dijo con un brillo en los ojos. - termina de desayunar y saldremos a dar un paseo. - comentó inclinandome para depositar un beso en mis labios. - ire a solucionar esto - dijo tomando la revista en sus manos.

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Entre en la cocina mirando como María preparaba emparedados y los colocaba en una canasta.

Cuando vio que entraba su sonrisa se agrando y me guiño un ojos.

- Asique las cosas van mejor con el señor.

No pude evitar hacer una mueca.
- Intentamos llevarnos mejor- conteste sin saber muy bien que decir. Los cambios de humor de Íker
sobrepasaban la bipolaridad. Cambiaba de ideas tan rápido que no sabía para que lado correr.

- es un buen hombre, sólo tiene un carácter un poco difícil.- dijo en su defensa.

Sonreí. Era lindo saber que a pesar de que aveces Íker se enfurecida con facilidad y se desquitaba con sus empleados, ellos aún así tenían un respeto incondicional hacia el.

- ¿Para quien es la canasta ? - pregunte cambiando el tema.

- El señor me pido que la preparará, dijo que saldrían a pasear - contestó sonriendo con alegría.

- No vas a contarme a donde van - murmuró mirándome con picardía.

Reí ante sus locas ideas, podía ver el brillo pícaro en sus ojos. Es una buena mujer.

- Es una sorpresa - dijo Íker entrando en la cocina y abrazandome por detrás.

No pude evitar la sonrisa tonta que se estampó en mi cara, ni la corriente eléctrica que subió por mi columna vertebral cuando depósito un beso en mi nuca.

Estaba dejándolo meterse bajo mi piel. Esa no era una decisión tan inteligente.
Pero estando entre sus brazos me sentía tan a salvo que no me importó.

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