El Intercambio

Capítulo 3. The greatest show

Don't fight it, it's coming for you, running at ya
It's only this moment, don't care what comes after
It's blinding, outshining anything that you know
Just surrender 'cause you're calling and you wanna go

-Joder Alfred- dijo Raoul desplomándose sobre la cama sin aliento. El moreno río encima de él, saliendo de dentro suya para colocarse encima y besar sus labios con parsimonia, saboreándolos y cuidándolos con mimo. Raoul le devolvió el beso igual de cálidamente al tiempo que jugueteaba con sus rizos.

-Los voy a echar de menos.

-El que -dijo volviendo a besarle.

-Tus labios.

Raoul sonrió haciendo que el moreno le besara la sonrisa.

-Y tu sonrisa, a ella también- le respondió apoyándose en sus codos y alejándose de sus labios.

-Vaya, y yo que pensé que solo me querías por mis abdominales -dijo pícaramente cogiendo la mano del otro chico y pasándolo por su abdomen bien marcado. Alfred miró y se mordió el labio.

-A ellos también los voy a echar de menos.

-Y a algo más -dijo bajando su mano poco a poco hasta rozar una parte que volvía a excitarse poco a poco. Alfred cogió su miembro en su mano, acariciándolo y sacando jadeo al rubio.

-A ti Raoul, te voy a echar de menos a ti -respondió volviendo a besarle, ahora castamente.

-No tenemos porque hacerlo.

-Ya lo hemos hablado-dijo separándose de él y tumbándose de brazos cruzados a su lado.

-No, no lo hemos hablado. Tú has hablado y yo he aceptado pero... Alfred, si lo que necesitas es alejarte de mi, espacio o lo que sea me iré.

-Míranos Raoul- dijo tras una carcajada irónica -Es justamente esto lo que quiero evitar. Te veo y no puedo remediarlo. Te quiero, te deseo... Es justamente esto -dijo señalando a los dos -Lo que necesito evitar. ¿Cómo voy a olvidarte si no puedo evitar follarte cada vez que te veo?

Raoul suspiró. Llevaba toda la semana desde la maldita reunión intentando que el otro chico cesase en su empeño de hacer esto; porque sí, dinero les vendría genial pero... Alfred iba antes que el dinero.

-Raoul- le dijo Alfred notando su conflicto interno- Necesito esto, necesito alejarme de ti de verdad, y tú también de mi.

-Qué dices, yo no necesito alejarme de ti -respondió incorporándose de lado y mirándole con el ceño fruncido. Vio como el otro catalán le miraba y sonreía negando con la cabeza.

-Estas atado a mi, igual que yo a ti. No somos nada y nunca lo seremos -Abrió la boca para protestar -Ni intentes contradecirme, sabes que tengo razón -Raoul se calló porque sí que la tenía -Llevamos tanto tiempo... Así, con esto, que aunque hayamos estado con otra gente nunca hemos realmente intentado sentir algo por nadie porque estamos cómodos con esto, porque es fácil y porque sabemos que el otro jamás nos haría daño. No es arriesgado. Nunca hemos arriesgado con nadie porque nos teníamos el uno al otro, y porque sabíamos que nunca nos dejaríamos; yo porque te amaba a ti, y tu por miedo a hacerme daño.

-Pero sí que te hice daño Alfred -murmuró incorporándose y sentándose contra el cabecero. Alfred le imitó y le dio un apretón en los hombros.

-Yo sabía lo que había, tu nunca me diste falsas esperanzas.

-Aún así...

-Raoul, llevas toda la semana sintiéndote mal por algo que no es tu culpa, si lo se no te digo nada -respondió el moreno levantándose de la cama y empezando a vestirse.