El Intercambio

Capítulo 14. I'll Never Love Again

Wish I could, I could've said goodbye
I would've said what I wanted to
Maybe even cried for you
If I knew, it would be the last time
I would've broke my heart in two
Tryin' to save a part of you

Raoul salió corriendo de la habitación de Aitana, con tanto ímpetu que casi tira a un señor que iba en silla de ruedas. Pero tenía que ir a por Agoney ya. Había sido un idiota, se bloqueó, tuvo miedo e hizo lo que siempre hacía en esas situaciones; optar por la opción fácil: salir corriendo y no escuchar.

Salió corriendo aunque escuchaba las súplicas de Agoney pidiéndole que volviera, aunque escuchaba sus gritos y sollozos... Le dejó. Aún habiéndose prometido que nunca le abandonaría pasará lo que pasara, y aún habiéndole prometido a él que no se iría... Se fue.

Y ahora Agoney no contestaba al teléfono.

Eres un idiota. Idiota Raoul, joder y si le ha pasado algo.

No, no podía pensar así. No le había pasado nada, estaría dormido y no lo había oído, era eso, nada más, esa era la explicación.

Dormido llorando porque te fuiste.

Ahogó un sollozo al imaginar la escena que estaba seguro había ocurrido y buscó desesperado su móvil para llamarle, para escuchar su voz otra vez. Buscó en todos los bolsillos, pero no lo encontró. Mierda joder, me lo he dejado en casa.

Casa. Era su casa... ¿Lo seguiría siendo? 

Aceleró el paso ya más cerca de la salida. El piso de Agoney estaba a casi una hora de distancia del hospital en el que se encontraba, así que se dispuso a hacer la carrera de su vida y llegar lo antes posible. Se miró. Iba en chándal, podía hacerlo.

Se dispuso a ir hacia él cuando en el hall de entrada una mano le agarró el brazo frenando su frenética salida. Raoul se giró, no esperando que nadie frenara su camino, y vió al chico que le había abordado al entrar.

—Ey, iba a ir a buscarte ¿Ya acabaste la visita a tu amiga? 

Desconcertado, se quedó mirando al chico unos instantes al no ubicarlo como alguien conocido. El muchacho no perdía la sonrisa, mirándole tranquilo como si fuera lo más normal del mundo hablar con él.

Oh, el chico de antes, el de la ambulancia pensó dándose cuenta de quien era. Le cambió la cara ligeramente al recordar lo que quería. A ver como le digo ahora que no a este.

—Si... emm—dijo no recordando su nombre.

—Sergio—completó la frase sin darle mayor importancia—¿Nos tomamos ese café entonces?—preguntó con una sonrisa. Raoul carraspeó.

—Tengo algo de prisa, mejor otro día, perdona— dijo intentando librarse de él. Pero no aflojó su agarre, todo lo contrario.

—Sólo un café, venga no seas así.

—En serio, otro día, tengo algo de prisa.

—¿Ah sí? ¿Adónde vas?—le preguntó con una sonrisa que le estaba empezando a parecer inquietante. Nunca la perdía, nunca.

—A ver a mi novio—A ver si así me deja en paz. Aunque le dolió decirlo al no saber siquiera si Agoney querría volver a verle.

—Oh, el novio que no está aquí contigo— respondió sin dejar de sonreír.

—¿Perdona?— tironeó intentado soltarse, pero el chico siguió agarrándole y se acercó aún más a él haciendo que su perfume se metiese por sus fosas nasales. Se tensó.