Capitulo 2. Somebody to love

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I work hard (he works hard) every day of my life
I work 'till I ache in my bones
At the end (at the end of the day)
I take home my hard earned pay all on my own
I get down (down) on my knees (knees)
And I start to pray
Till the tears run down from my eyes
Lord somebody, somebody
(Please) can anybody find me somebody to love?

—Esto no es una buena idea —dijo Agoney en cuanto llegaron a la entrada del edificio donde se iba a celebrar la reunión informativa.

—Ago, llevas toda la semana diciéndolo.

—Porque no es una buena idea.

—Claro, porque no conseguir el dinero y que unos traficantes vengan a por nosotros es mejor idea.

—Podemos conseguir el dinero de otra forma.

—Sabes que no podemos, bastante que han aceptado el plazo de seis meses.

—No lo han aceptado ¡Han subido la cantidad de dinero que quieren!

—Razón de más para hacer esto.

—Sigo pensando que deberíamos pedir un crédito.

—Claro cariño, y les decimos que necesitamos el dinero porque unos traficantes nos han amenazado, que ya se lo vamos devolviendo en cómodos plazos.

—No te pongas irónico que es culpa tuya.

—Sigues enfadado.

—¿En qué lo has notado?

—Mira Ago, necesitamos el dinero y necesitamos conseguirlo de una forma que nadie haga preguntas. Ya hemos discutido esto, es la única forma de que nadie sospeche.

Agoney suspiró porque en el fondo, sabía que tenía parte de razón. Habían conseguido vender su villa de la Toscana, para su gran disgusto, y sus amigos y colegas ya le habían preguntado a que se debía eso, que si necesitaba dinero ellos se lo dejaban... La gente se empezaba a hacer preguntas para las que Agoney no tenía respuesta.

Seis meses Ago, seis meses y todo volverá a la normalidad ¿Que son seis meses en comparación con el resto de tu vida?

—Vamos anda— le dijo Ricky agarrandole la mano, y juntos entraron al edificio. 

-

Cuando entraron les dirigieron a una especie de salón de actos en donde estaba todas las parejas participantes. Debían de ser unas doce y para sorpresa de Agoney, no eran como las había imaginado; había tanto heteros como gays y lesbianas y eran... Normales.

—Claro que son normales Ago, que cosas tienes— le respondió Ricky divertido en cuanto le planteó esta reflexión.

—No me refiero a... Quiero decir, que son gente como nosotros, ni viciosos, ni raritos, ni gente que no tenga donde caerse muerta.

—Pero que clasista eres a veces cariño, claro que son como nosotros ¿Cómo pensabas que iban a ser?

—Pues no se Ricky, no se— respondió cruzándose de brazos y sentándose en la silla mirando a su alrededor; las parejas hablaban divertidas, se oían risas y buenas palabras de los unos a los otros. Pero lo que más le llamaba la atención es que esta gente, a priori no necesitaban el dinero... ¿Por qué estarían aquí? Ricky, cuando la semana pasada le había planteado esta duda le respondió que posiblemente por morbo, por romper un poco con la rutina o incluso por intentar reforzar la relación. Tonterías había pensado Agoney ¿En serio harían esto por morbo? Morbo de que. A él no le estaba haciendo demasiada gracia que Ricky estuviera seis meses con un desconocido.

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