in love with a suicide - taekook.

4# • eres raro... •

"Los odio"

-DIOS, CALLENSE YA.- dije enojado, pues estaba estudiando y mis compañeros de curso no se callaban

-l-lo sentimos- dijeron todos tetricamente.

"El macho alfa a puesto orden señores"

"Callate, idiota"

"No puedo soy tu conciencia"

"Que tipo tan violento"

"Los odio"

"Nosotros también te amamos"

"Basta"

"Obligame"

-¿taehyung?- una voz gruesa interrumpió la charla conmigo mismo.

-¿suga?, si, ¿que paso?- dije mirándolo.

-¿estas bien?

-si, ¿por que?

-no por nada, es que te vi algo distraído.

-nah, solo tengo sueño.

-oh... ¿Que hiciste ayer a la noche?- pregunto con cara pervertida.

-andate a cagar- dije haciendo un pequeño puchero.

-¡dios que adorable!- comentó una voz detrás de yoongi.

-HEY NAM!!- lo salude.

-que honda, tae.- chocamos los puños.

Si, después de pasar tres meses viniendo a esta Universidad, me hice muy buen amigo de namjoon, seokjin y yoongi o como yo les digo, jinnie, nammie, y yonie, lo se mis apodos son geniales.

"Ah, el señor Mr. Ego hizo su aparición"

"Así párese"

-¿entonces que pensas sobre la idea, Tae?- dijo Jin.

-¿khe? ¿Pensar de khe?, yo nunca pienso, lo siento, aunque una vez se me dio por pensar, estaba pensando en, ¿como las tortugas pueden respirar bajo el agua?, luego de eso me estaba poniendo una remera y me sentí extraño, como que algo faltaba, así que dije, "oh me falta algo, ah si, el corpiñ-khe, yo no uso corpiño y luego fui a correr al bosque con las ardillas, tengo hambre.

-.... Tae... No es por ofender... Pero eres.... Eres raro...- dijo suga sacando un paquete de malvadiscos para luego dármelo- come.

-también es muy random- continuo Jin

-¿the padezeh? Namzoon tuh quiedez madvadizkoz?- dije con la boca llena.

-no, gracias tae- me sonrió el.

-¡¡KIM TAEHYUNG!!- escuche el grito de una voz pronunciando el nombre del dios de todos, osea yo.

-raiozh- murmure

-oh pero si es jungkookie- sonrió suga- espera... ¿Porque viene corriendo?

-chaito- dije para luego salir corriendo.

"Bien esto es muy infantil, taehyung"

"Cállate"

Jungkook estaba que me pisaba los talones.

"NO, NO, NO, NO"

-¡¡SI!!- jungkook salto de felicidad- bien Tae... Mmm... Quiero un café americano.

-te odio-respondí cortante, el solo sonrió.

Bien, llevamos haciendo esto con jungkook desde ya un mes, cuando el y yo empezamos a hacer carreras hacia la cafetería. El que perdía tenía que comprarle un café al ganador.

-hey insecto- lo llame.

-¿si, vegetta?- sonrió el.

-um, muy gracioso, una pregunta, ¿hoy a la tarde mamá va a estar en tu casa?- jungkook me miro y asintió.

-Tae, ¿porque le dices mamá a mi mamá?

-porque eso es lo que es.

-pero no están relacionados por sangre.

-no importa, la sangre no importa, si yo la amo con toda mi alma, esta bien, por que ese lazo es más fuerte que la sangre.

-entiendo...

-hey Tae, tenemos que irnos- dijo un yoongi me dio cansado por correr

-DIOS YOONGI CORRIÓ JAKSKDIDH TENGO QUE GRABARTE, AVER CORRE OTRA VEZ.

-YA IDIOTA!

-ADIÓS JUNGKOOK- lo salude

-adiós hyung.

"Quiero malvadiscos, ah"

Luego de salir de la Universidad me dirigí a mi casa para poder ponerme ropa cómoda e ir a la casa de hani.

Al llegar a mi preciado hogar fui recibido por mis dos gatitas, Shiro y pastelito.

-hola mis bebés hermosas, pechochas, lindas kdkdkdkd ¿como están?, ¿tienen hambre?- ellas me siguian con la mirada y maullaban contestándome.

Les deje comida y me fui a cambiar.

"Dios que bueno que estoy"

"Pienso lo mismo"

"Ah, soy tan idiota"

Ya en el hogar de jungkook- digo hani.

"Aver, aver, ¿vienes a ver a hani o a jungkook?"

"A hani oveo"

"Si, Ajah"

De repente escuche como algo se rompía y alguien suplicaba que lo dejen en paz... Mmmmm... Justo en la casa de jungkook...

¿jungkook?

¡¡JUNGKOOK!!

rápidamente me adentre a la casa encontrándome con una escena que me congeló.

Un hombre estaba sosteniendo a un jungkook semi-desnudo, llorando, hipando y rogando que lo soltara, mientras en una esquina estaba hani inconsciente.

Dirijo mi mirada nuevamente a jungkook y el hombre lo estaba besando

-oh de aquí no sales vivo- sonreí de la manera mas psicópata posible y me dirigí al tipo, antes de que se de cuenta ya había estampado mi puño en su horrible y penosa cara.

El es mio.