TodavÃa ahora que ya he crecido y repasado 1000 veces esos momentos en mi cabeza, no puedo saber con seguridad si me enamoré a primera vista de él. Conocer su rostro detonó en mà una confrontación entre 2 emociones demasiado distintas y poderosas: Mi profunda aversión hacia ese lugar y lo que habÃa oÃdo de él vs. La adoración instantánea que experimenté por la inmaculada y casi irreal belleza que desprendÃa toda su figura. Mi cabeza estaba tan superada por ese intenso debate mental que mi cuerpo no respondió al menos un buen rato. No habÃa una explosión de rabia en mi rostro, no habÃa amenazas, tampoco ganas de golpear a algún malnacido o un rastro pequeño de cualquier emoción, sólo quedaba un cuerpo esperando las palabras mágicas para que su espÃritu le fuera regresado.
-¿E-Eres Cho Kyuhyun?
Finalmente, él las pronunció con timidez. El asombro por mi entrada también le habÃa dejado inmóvil un momento, la vergüenza que sentà al notarlo me ayudó a espabilar y asentir levemente. Soltando un suspiro aliviado, soltó la prenda en sus manos y volteó de cuerpo entero.
-Soy Lee Sungmin, tu nuevo compañero- Se introdujo inclinando la cabeza. Bueno, ya estaba 100% seguro de que era él, sin embargo, seguÃa sin poder recuperar algo del enfado de hace un minuto- Como verás, ya todas mis cosas están aquà y hay un poco de desorden, pero no te preocupes, me falta solo un poco de ropa y habré terminado. E-Espero que nos llevemos bien.
-Claro-Respondà por inercia.
Y ahà acabó la conversación junto con mi ferviente deseo de guerra. El valor burbujeante en mi interior se esfumó, y cada dÃa que dejaba pasar tenÃa menos sentido abordar el tema porque, si lo pensaba, nada de lo mencionado por mis amigos habÃa ocurrido. Sungmin se mostraba como un chico limpio, tranquilo y educado. Las pocas veces que me hablaba era para saludarme o por temas triviales relacionados al dormitorio, y a pesar de llegar cerca del toque de queda casi a diario, denotaba que era por actividades en su club o estudiar en la biblioteca, no por estar tonteando con alguien. Respetaba todas las reglas, de hecho, me parecÃa bastante cuadrado en ese aspecto. Eso me desconcertó, no era para nada lo que esperaba, y tanto por curiosidad como por querer ver en sus palabras indicios de que tramaba algo, decidà hablarle más. Primero le hice comentarios totalmente vulgares, sobre el clima, el internado, los profesores, esas cosas. Cuando vi que respondÃa bien, traté de conocerlo más con preguntas sutiles y no muy invasivas. Supe entre otras cosas que era un mes mayor que yo, estaba en el internado desde primero de secundaria y su boleto de entrada habÃa sido efectivamente su padre, quien tenÃa por toda Asia y Europa una cadena de tiendas dedicadas al equipamiento de cocinas, además de poseer una marca de vajilla y cubiertos de lujo que suministraba principalmente a hoteles y restaurantes de 4 y 5 estrellas alrededor del mundo. Por su lado, también pareció interesado en mÃ. Me devolvió cada pregunta y se impresionó mucho al saber que habÃa entrado al internado en preparatoria -mucho más difÃcil- y que mi hermana tomarÃa el lugar de mi padre porque yo planeaba crear una compañÃa relacionada con videojuegos. Supuse que ni él ni muchos de los chicos de allà habÃan oÃdo jamás de segundas opciones.
No habÃa nada de sospechoso en él.
Yo conocÃa la manipulación, la vi personificada durante largo tiempo, y Sungmin era la clase de persona que si intentara usarla se delatarÃa con la primera palabra. Era tÃmido, torpe y lo único que conocÃa de la vida eran las aulas escolares. Era... igual que yo en ese tiempo. No existÃa maldad en su interior asà como realidad en que todos esos rumores fueran ciertos. Me rendà en mi búsqueda e intrigado por su pura aura, inicié una cautelosa amistad con él. Descubrà en el odiado Lee Sungmin a un chico inteligente y gentil, cualidades que mezcladas con su profunda inocencia lo volvieron absolutamente adorable ante mis ojos. Pronto sus sonrisas, nuestras conversaciones en la noche y toda su presencia se volvieron un efecto aliviador en mi vida, y quise compensárselo de alguna manera desmintiendo todo lo que se decÃa de él con mis amigos.
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El acuerdo
FanfictionDespués de 10 largos y melancólicos años, en medio de una prestigiosa convención de empresarios hoteleros, Cho Kyuhyun vuelve a encontrarse con Lee Sungmin, quien fuera en el pasado su compañero de habitación en el prestigioso internado "Dr. Kim You...