7.Heredero.

1K 122 10
                                    

Era necesario matar a uno para salvar la vida del otro.

Reborn suspiró, deseaba honestamente el llevar a cabo sus planes sin mayores contratiempos que tener que irse a comer y beber un rato, sin embargo era imposible. La realidad no lo dejaba ser feliz, jamás lo dejó y no empezaría a hacerlo en el futuro.

Ni próximo ni lejano.

Timoteo miró a su hijo, Giotto se encontraba sentado frente a él con Tsuna en brazos y parecía desconcertado; Xanxus, a su lado, no parecía estar mucho mejor.

—¿Qué ha dicho? —exigió saber el rubio, totalmente fuera de sí— Creo que he escuchado mal, yo... No puede...

—No puedo aceptarlo —sentenció el mayor de los hermanos, su ceño se frunció y señaló al menor—. No voy a aceptarlo, es un inútil.

—Xanxus...

—No, nada "Xanxus", he dicho que no voy a seguir esa orden —se cruzó de brazos—. Vongola estará a mi cargo, tengo el poder de decidir.

—Es un favor —suspiró el anciano—, soy tu padre... ¿No puedes hacer esto por mí?

—No.

—Pero vas a hacerlo —frunció el ceño y miró al aun impactado Giotto—. Tú también debes hacerlo.

—Pero me niego, no quiero —protestó sin salir del asombro—. La demencia senil te ha llegado demasiado pronto, padre, será mejor que te llevemos a un asilo ahora que podemos.

—Giotto...

—La rubia tiene razón —farfulló el heredero de la mafia—. Vamos a internarte, si en el asilo no te quieren te llevaremos a un manicomio. Estás loco, completamente loco.

—Chicos...

—Nono tiene razón, por más extraño que parezca —opinó Reborn, completamente indiferente e irritable—. Son los únicos herederos que tiene la mafia, los accidentes pueden pasar en cualquier momento y nunca está demás que estén preparados para cuando eso pase.

—¡Pero eso no significa que tengo que casarme con alguien que no amo! —protestó, ahora más despierto, Giotto— ¡¡Es una locura lo que están diciendo!!

—Vongola necesita herederos.

—¡¡Y yo nuevo tinte y no me ves obligando a mis sirvientes a traerlo!! —objetó sobresaltando al niño— ¡¡Piensa un poco, padre!!

—Giotto, no me grites.

—¡¡No me hagas gritarte!!

—Escoria, sé cómo te sientes, pero cálmate un poco —Xanxus torció el gesto—. Estás asustando a ese niño.

—Oh... Ah, Tsuna —meció al pequeño preocupado—. Lo siento, bebé, todo está bien, tío Gio está aquí para ti.

—¿Cuándo te volviste su tío?

—Se lo dejaron a Reborn y no hallamos a su madre —porque realmente no estaban buscando—. Si mi tutor acaba cuidando de él, entonces eso me hace su tío... ¡Oh, Dios! ¡Debo avisar a Cavallone de esto!

Reborn rodó los ojos.

—Ni se te ocurra llamar al subnormal ese —advirtió—. Que mocoso más molesto, no me puedo creer que en tres años más deberé de ir a entrenarlo, se le ve más inútil que tú.

—Y pensar que el mejor asesino se volvería un tutor...

—No juzgues a un libro por su portada —rodó los ojos—. Soy demasiado capaz como para quedarme en un solo ámbito laboral.

Small MiracleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora