¿Qué tan Difícil Puede ser?

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Notas Iniciales: Aquí estoy, un poco más tarde como había avisado antes he estado ocupado, pero no se preocupen, ya terminé (por ahora) con lo que tenía pendiente así que voy a estar 100% centrado en esta historia (y un par más que tengo por ahí) hasta entonces los dejo con un capítulo que me gusto bastante escribirlo, que lo disfruten.

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En medio de un hermoso bosque abundante de vida se encontraban 6 espíritus luchando por conservar las suyas. Llamaradas llovían como agua a diestra y siniestra, el arquero entre ellos trataba de responder con sus flechas de agua lo más rápido que podía, pero lo único que conseguía era crear toneladas de niebla que le dificultaban la visión a sus compañeros, por suerte el espíritu del invierno aprovechaba la humedad para crear poderosas tormentas que alejaban a la feroz criatura de ellos, pero está no se daba por vencida. Los guardianes masculinos trataban de acercarse lo más posible para atacar con todo lo que tenían mientras su compañera hacia volar sus filosas plumas contra la criatura que no paraba de expulsar feroces llamas de todo su cuerpo las cuales no tardaron en incendiar todo el lugar haciendo que troncos ardientes rozaran a Hada la cual a duras penas lograba evadirlos.

- ¡Hay demasiado fuego! ¿Alguien puede apagarlo? – el Pooka esquiva como puede los ataques, aunque ya lleva varias partes de su pelaje bastante quemadas.

- Estoy en eso – dispara varias flechas hacia arriba causando una intensa lluvia en el lugar.

- ¡¿Alguien me dice cómo rayos se supone que la derrotemos?! – pregunta el barbudo protegiéndose con sus sables dejando estos al rojo vivo.

- Solo hay que agotarla, hace poco se enfrentó contra mí, no debe quedarle mucha energía.

- ¿Alguien tiene un abrigo a prueba de fuego que me preste?

- Iba a comprar uno antes de venir, pero se me olvido, lo siento – responde al peliblanco mientras se protege de una llamarada con los restos de su anterior abrigo quemado.

- ¡¿Alguien me repite por qué demonios aceptamos venir?! – exclama furiosa evadiendo una rama totalmente quemada que venía hacia ella.

- Porque en el fondo te caigo bien – responde presumido.

Una hora antes.

Una gran interrogante envolvió la habitación al oír al cazador pedir ayuda en lo que aseguraba seria su "ultimo trabajo", todos estaban atónitos antes la petición, la mayoría ni siquiera hallaba como responder, aunque uno de los presentes no tardó en hacerlo.

- ¡¿Acaso es una broma?! – la guardiana toma a Green por el cuello de su camisa levantándolo en el aire – o más bien una trampa.

- Oye *agh* – la fuerza con la que lo sujetan le dificulta respirar – vas a arrugarla – es liberado con rabia siendo prácticamente arrojado al suelo – gracias – se limpia un poco de la caída antes de levantarse como si nada hubiera pasado.

- ¡Ash! Esto es el colmo, si me disculpan tengo mejores cosas que hacer que escuchar a este charlatán.

- Te recuerdo que este "charlatán" le salvo la vida a tu novio.

- ¡Después de casi eliminarlo!

- La palabra clave en esa oración es "casi", pude haberlo hecho pedazos en más de una ocasión – esquiva un par de golpes bastante rápidos que pasan rozando su rostro.

- ¡Basta! – Norte detiene ambos puños de su compañera, aunque es arrastrado por estos un par de centímetros antes de lograrlo – él tiene razón.

El Origen de los Guardianes: El Mundo de los EspíritusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora