El Origen de los Guardianes: El Mundo de los Espíritus

Dolor, Locura y otras Emociones.

La reina se encontraba con las manos fuertemente oprimidas en puños sobre sus piernas, todos la miraban sorprendidos tras haber oído su historia y aun observaban el holograma del padre de Jack que la encerraba en un enorme bloque de hielo en lo más profundo de una enorme cueva para mantenerla a salvo cuando el momento llegase, antes de desaparecer al mismo tiempo que los goggles de Tim dejaban de brillar.

- Fue la última vez que lo vi, que lo vimos – completa volteando a ver al viajero del tiempo a su lado que sonreía mientras negaba con la cabeza, el revivir ese momento los había afectado más de lo que esperaban – me dijo que no dolería, que sería como quedarme dormida, y así fue, le pregunté si él estaría esperándome cuando despertara – suelta una pequeña risa que intentaba disimular una lágrima que se desplazaba por su mejilla – me dijo que esperaría a mi lado el tiempo que hiciera falta, que no se apartaría ni un momento, creí que estaba exagerando, le iba a recomendar irse de vacaciones, ver a su hijo o algo, pero él me interrumpió diciéndome "de todos modos, no tengo nada mejor que hacer" y termino de congelarme, ese viejo tonto *snif* – ahora le era imposible disimular el llanto, aunque la mayoría de los presentes trataban de fingir que no lo veían, salvo por uno.

- No te preocupes, te entiendo – le dice Jack colocándole una mano en el hombro – he visto lo mismo que tú, también lo extraño, más ahora que sé que... que sé – por primera vez en sus dos vidas, el joven se había quedado sin palabras, pero tras aclarar un momento y limpiarse el rostro le lanza una expresión seria a la reina – escucha, tengo las mismas preocupaciones que tú, pero confió en que tengamos las mismas esperanzas – acerca su cayado a la reina – con esto – apunta con su otra mano a su compañero – su arco – toma la mano de Elsa – tus manos, y... ah ¿Tú tenías un arma o algo, cierto?

- Oh, no, yo vine a traerla a ella, si llego a poner un pie afuera de esta burbuja las cosas se van a poner feas para nosotros, apenas sea el momento me largo, confió en que podrán encargarse, hay un... – toca un costado de sus goggles y varios números aparecen rápidamente en su pantalla, finalmente uno aparece acompañado de un %, pero por los cristales no logra distinguirse bien además de que desaparece rápidamente – amb... tienen una oportunidad ¿Sí? Confió en ustedes – afirma con una sonrisa forzada.

- Bueno, eso es un alivio – comenta Green sarcástico.

- Vamos, no pase 200 años en un cubo de hielo para llegar aquí y perder, confió en que el propósito que me trajo fue para una victoria para Arendelle, así como para el mundo entero también – se levanta decidida haciendo brillar sus guantes.

- Bueno ¿tienen algo más que decir? – pregunta el viajero llevándose las manos a su invento.

- Si ¿Crees que puedas hacer algo con esto? – le extiende su daga a la reina que se queda impresionada por el material del que estaba hecha la hoja – ya es de por si un arma muy poderosa, pero una mejora nunca está demás.

- Un momento – saca su pistola de nuevo y la usa para disparar un rayo verde a la daga que la atrae hasta su mano – vaya, había escuchado leyendas de esta cosa, pero no pensé que fuera real – la contempla estirando su mano lo más lejos y lo más alto que puede como si de una joya preciosa se tratase – asombroso.

- Así es, diamante negro purificado, absorbe una pequeña parte de tu- presume sonriente hasta que lo interrumpen.

- Esencia concentrada para extender el filo hasta desprenderlo de ser necesario – finaliza para acercarse la daga a los ojos y observarla de frente – diablos, esta cosa hace parecer el rastro de un láser como si fuera un borracho caminando ¿el filo es mágico?

- Sip, técnicamente no existe, puede cortar a través de cualquier cosa, además de que la hoja es prácticamente irrompible.

- Esto se vendería muy bien en un par de siglos ¿Cuánto quieres por él? – el arquero suelta un bufido de molestia al oírlo.