Sentimientos Congelados

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Notas Iniciales: Ok, no tengo idea de que me está pasando pero este arco se está extendiendo mucho más de lo que me esperaba, y lo peor es que ¡Me encanta! Y a este ritmo voy a tardar mil años en terminar los últimos capítulos de está parte, bueno, ya llevo algo hecho así que tampoco falta tanto... espero, que disfruten este cap y si dejan un comentario se los agradecería un millón ya que he estado bastante ocupado últimamente y cada palabra (así sea una) de apoyo es más que bien recibida o de crítica que me encantaría alguna (enserio, son dificiles de conseguir aquí) sin más que añadir, nos leemos.

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El tiempo es muy curioso, vuela cuando te diviertes, se congela cuando estas esperando, y ¿Qué es un entrenamiento sino solo la espera de algo que luchas por conseguir? El guardián cada vez se hacía más fuerte, pero era como decir que a cada día que pasaba un árbol seguía creciendo, era cierto, pero no precisamente sorprendente. Por más que tenía al mejor maestro del mundo, Jack Frost parecía aprender a un ritmo demasiado lento, tardo semanas en lograr concentrar su esencia para crear una bola de hielo con un peso decente, más de 1 mes en lograr superar la tormenta de su padre (que en realidad lo dejo ganar) y casi un año en crear su primera técnica, la cual consistía en una enorme masa de hielo que creaba en el cielo e impulsaba hasta alcanzar enormes velocidades, era el equivalente a crear un cometa y tardaba casi tanto en crearse como tarda en caer uno real, lo cual en realidad es bastante, demasiado para ser útil en combate, pero si lograba hacerla, podía llegar a ser realmente asombroso.

- Para la próxima, trata de hacerla un poco más pesada, solo me tomo 30 segundos detenerla, a ti te tomó por lo menos el triple de eso terminarla, y eso que reciclaste bastante bien el hielo que te lancé, te felicito por ello, pero no siempre vas a poder robarle su esencia a otros – expone su padre al joven exhausto enterrado en la nieve al punto en que apenas se diferenciaba de está por sus ojos azules y un extremo de su cayado que sobresalía.

- Pero si no fuera porque también controlas el hielo jamás la hubieras detenido, estarías frito – refuto tratando de liberarse, pero le era imposible, se encontraba exhausto, aunque con suficientes fuerzas como para fingir que estaba bien – ¿Me das una mano? No quisiera romper mi cayado por sacarlo demasiado rápido.

- Sí, claro – lo sujeta por la capucha para sacarlo de un solo golpe – es nieve recién caída, un poco molesta para caminar, pero lo suficientemente suave como para que hasta un bebé nade entre ella y salga sin problemas – le recrimina cruzándose de brazos.

- Oh vamos ¿Cómo iba a saberlo? Se sentía bastante-

- ¿Pesada? – levanta una ceja mientras examina el rostro de su alumno en busca de cualquier rastro de mentira.

- Cómoda, casi tenía ganas de quedarme allí – en ese "casi" el anciano encuentra lo que buscaba.

- Lo lamento, pero si ya no puedes más será mejor que descanses, o no será tu cayado el que se rompa – se marcha a paso apresurado, pero sin correr.

- Oye ¡Espera! – empieza a volar, pero una pequeña ráfaga de viento que no logra controlar lo saca de curso haciendo que se estrelle frente a su mentor – ouch.

- *suspiro* La verdad no entiendo cómo es que esto te cuesta tanto, yo a los 6 meses ya había creado un par de técnicas bastante poderosas.

- Cada quien tiene su propio ritmo – se pone de pie como si nada, aunque debe reprimir varias muecas de dolor – apuesto a que Elsa también tardo bastante en hacer una técnica.

- Desde que le explique lo que eran, tardo solo 3 meses en perfeccionar una – la sorpresa en el rostro del peliblanco no solo era visible, sino palpable, así como su confusión – lo sé, lo sé, ella era una mortal y su esencia ni siquiera debería alcanzar para dar forma a una bola de nieve de medio kilo, pero al parecer logró dominarla lo suficiente para dar vida artificial a distintos entes, crear armas sumamente poderosas (sus guantes no son cosa de juego) e incluso sumarle algo de peso al hielo, cosa que para empezar debería ser imposible y por eso solo se la mencioné, pero aun así, al poco tiempo lo logro, aunque no le llamo mucho la atención.

El Origen de los Guardianes: El Mundo de los EspíritusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora