Ya era Hora.

90 7 6
                                    

Notas Iniciales: Vaya que tiene razón el título, no se si acabo de descubrir el motivo de porque tardan tanto en estrenar una temporada nueva o si cada vez que se termina una historia el cerebro se queda sin ideas o sin ganas de seguir trabajando, pero tuve uno de los bloqueos de escritor más fuertes que he sufrido para un capítulo que si bien explica muchas cosas (algunas no son tan importantes, no se preocupen, no tendrán que memorizarselo todo) lo suponía sencillo... al parecer supuse mal, bueno, no los hago esperar más, que lo disfruten.

---------------------------------------------------------------------------------------- 

- Bueno, resulto mejor de lo que esperaba – comenta satisfecho observando el enorme cráter en el que yacía.

- ¿Enserio? Yo jamás pensé que alguien fuese capaz de hacer algo como esto – alza el vuelo para observar el paraje destrozado.

- Que poca imaginación tienes – ve bajar a su compañero peliblanco algo molesto ante lo que se ve obligado a hacer algo que detesta, dar explicaciones – niño, he visto guerras antes, créeme, está fue una de las buenas ¿Sabes por qué?

- ¿Porque ganamos? – responden ambos casi al unísono, pero la reina finge aclararse la garganta a último momento como si no hubiera dicho nada.

- Porque duró poco – corrige con seriedad – mira, si ese infeliz llega a atacar de nuevo, lo cual dudo; estoy seguro de que no hará mucho daño ya que estará solo, el idiota perdió a su ejército entero en un día, sin mencionar a los que se escaparon o volvieron al inframundo. Después de esto, ningún truco lo hará conseguir un solo soldado, en ningún lado.

- Parece que aún le queda uno – menciona Elsa señalando hacia arriba.

En lo que alzan su mirada contemplan entre exhaustos y asombrados como el resto de sus compañeros aún con fuerzas para luchar daban el máximo tratando de derrotar al Emperador de las Tormentas, este al haber asumido su forma astral no solo se había convertido en una colosal tormenta que por su intensidad parecía una única masa gigantesca de electricidad pura. La buena noticia era que parecían ir ganando, a medida que amanecía se empezaron a divisar varios haces de luz filtrándose entre su cuerpo; si bien los astros no sangraban, esos espacios vacíos eran el equivalente a heridas abiertas muy profundamente, un poco más y sería incapaz de sostenerse. Por desgracia crear la cantidad de heridas suficientes para derribar a una entidad cuya sombra se extendía kilómetros por sobre el desierto, no era cosa fácil.

- ¿Deberíamos ayudarlos?

- Si te crees capas, adelante, te deseo buena suerte, solo recuerda, tu cayado no es irrompible – responde indiferente.

- Lo sé... – ase su reliquia con fuerza intentando crear una pequeña descarga, pero apenas logra emitir un débil titileo – bueno, seguro podre recuperarme dentro de un par de minutos, aunque-

- Espero que no haga falta para entonces – la reina termina la frase al mismo tiempo que este sorprendiéndose así como asustándose un poco.

La gigantesca tormenta no cesaba de lanzar letales descargas contra sus atacantes que las esquivaban sin falta, tenían que; uno solo de esos golpes bastaría para eliminarlos, los únicos capaces de recibir e incluso responder a ellos eran los Hermanos de la Tormenta que se concentraban en eliminar el centro de todo ese caos, Sandman y Alba los ayudaban desde los bordes abriendo más y más agujeros que se conectaban entre si desvaneciendo montones de nubes, pero nada parecía ser suficiente, siempre había más para reemplazarlas.

- ¿A dónde ha llegado la osadía de este mundo? Mis propios hijos recibiendo ayuda de simples escorias, seres inferiores, bestias inclusive – lanza varios relámpagos consecutivos a la dragona que no paraba de fastidiarlo – no puedo creer que tu especie aun siga en este mundo ¿Por qué no terminan de extinguirse de una buena vez? – libera varias centellas que aun fallando su objetivo causaban serios daños al estallar – He aplastado a criaturas capaces de tomar este mundo entre sus dedos, está victoria no me brinda honor – comenta decepcionado liberando una centella que viaja a toda velocidad contra su objetivo, pero esta la rechaza de una llamarada devastadora que deja un gigantesco fogonazo en el aire.

El Origen de los Guardianes: El Mundo de los EspíritusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora