El Origen de los Guardianes: El Mundo de los Espíritus

Moviendo las Piezas

Notas Iniciales: Buenas, no crean que se me olvido o que 2 semanas no me alcanzaron para escribir un capítulo (aunque por poco y no lo logro) es que tuve problemas con la conexión a internet y bueno básicamente ahora es que puedo subir las notas iniciales, con eso digo todo, espero les guste ya que el siguiente va a ser el principio del fin de este arco que es de mis favoritos ya que va a ser un desastre de combates entre un montón de personajes, que bueno para no dar spoilers solo diré que se hagan un tiempo ya que vienen probablemente capítulos de +6000 palabras, no se olviden de votar y comentar que siempre ayuda a terminar rápido y capaz logre actualizar cada semana, sin más que añadir nos leemos.

NOTA: Estoy pensando en poner de vez en cuando música de ambientación para lugares nuevos o los que me parezca que les vendría bien un poco de fondo, a lo mejor encuentre una para el inframundo incluso, pero no se haga falta ¿Qué les parece?

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En un bosque chino, no muy lejos de la civilización, un arquero vestido de verde aparece de repente buscando entre todos los árboles uno en particular, cuando llega lo reconoce al instante, era un majestuoso roble de 3 metros de alto, impactado por un rayo, este yacía completamente destruido en su copa con varias partes de su tronco quemadas, pero sus raíces seguían vivas creciendo alrededor sin problemas.

- Aquí debe ser, ahora a ver si tengo suerte... – empieza a tocar entre las raíces con una rama larga que tenía cerca.

En eso una compuerta se abre de golpe, de pisarla probablemente hubiera caído por sorpresa, pero ya había escuchado rumores sobre este lugar, da un gran salto al interior de éste, cuidando de no bajar demasiado rápido, pero en un momento las paredes se empiezan a cubrir con aceite haciéndolo resbalar, mientras cae ve un pozo lleno de espinas afiladas gigantes esperándolo para acabar con él, pero a último momento saca su daga enterrándose en la pared logrando sostenerse tras hacer un enorme corte a la madera quedando colgado a escasos centímetros de la letal trampa, escucha unas risas burlonas a lo lejos que lo molestan, pero este sonríe presumido y abre una compuerta oculta de una patada callandolás de golpe, se baja con una maroma despegando su daga al mismo tiempo que la guarda en su tobillo para cruzar una pequeña entrada hacia una especie de guarida completamente de madera, el piso constaba de un montón de cuadros con símbolos diferentes en cada uno, había puertas deslizantes en lugar de paredes que mostraban 2 siluetas levemente humanoides, pero con rasgos claramente ajenos a los de una persona normal.

- No muchos tienen la fortuna de entrar a nuestro escondite – comenta una voz femenina, dulce y con algo de gracia, pero al mismo tiempo picardía.

- O la mala suerte, dependiendo de a que vengan – añade otra voz, esta vez masculina mientras su sombra se mueve tranquilamente tras los muros de papel, esta tenía un tono más siniestro, pero al mismo tiempo agudo, como si su poseedor fuera muy pequeño, aunque por su silueta no parecía serlo.

- Solo vine a pedirles una mano... o pata, como sea – avanza tratando de acercárseles.

Al dar un paso una placa en el suelo activa una trampa lanzadardos que sale del techo, la esquiva, pero al hacerlo pisa otra placa que se abre expulsando una enorme llamarada, logra ponerse a salvo al dar un gran salto hacia una esquina donde al ver al suelo reconoció la marca en ella, significaba "Muerte" en chino, alarmado busco la trampa por doquier, sin embargo, nada sucedió.

- Nada en este lugar es lo que parece ¿Cierto Quimi? – la voz femenina acaricia una sombra que parece salir de la nada, mucho más pequeña que ronronea ante el afecto de su ama.