Recuerdo la primera vez que te vi.
Llevabas una falda café y una blusa morada.
Caminabas rápidamente por la calle con una sonrisa imborrable en tu cara y esos ojos cafés sonrientes que tanto me encantaban.
De tu bolsa café salía una revista que se titulaba ¿Lleva usted una vida demasiado ocupada?
Desde entonces supe que debía conocerte. Y que te debía poner nombre.
Por ese momento, decidí llamarte Chinitos.
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Flores rotas.
Short StorySiempre decías que las flores eran como el amor. No importaba lo hermosas que fueran siempre terminaban marchitándose. Tal vez tenías razón...