7.

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Dos días.

Habían pasado dos días desde que por fin me hablabas bien y el mundo me recordó que lo bueno dura poco.

Recuerdo ese día, había llegado tarde a mi casa porque había ido a hacer un trabajo a la casa de un amigo.

Entré y todo estaba en silencio.

Fui a la cocina y supe que algo malo había pasado porque vi a mi madre llorando.

Le pregunté que tenía, pero ella sólo sollozo mas fuerte.

Mi padre le había sido infiel. Peor aún, ella lo había perdonado.

Esa tarde cuando mi padre llegó a casa él estaba molesto.

No tenía idea de por qué él era el que se sentía así, no tenía derecho...

Sentía todo mi interior ardiendo cada vez que lo veía, pero aún así me controlaba.

Al menos hasta que golpeó a mí madre.

Yo iba bajando las escaleras cuando escuché el golpe.

Corrí hasta la cocina y vi a mi madre sosteniendo su mejilla roja, mi padre quiso volver a golpearla pero yo me metí en medio y soporté todos los golpes.

Mi estómago y mi cara me dolían con cada movimiento esa noche cuando me fui a dormir, como si tuviera hielo quemándome debajo de la piel.

Mientras lograba dormir lloré como nunca había llorado, hasta que la tierra de los sueños me absorbió y no supe nada hasta el siguiente día.

La verdad, no quería verte el día siguiente Chinitos.

Flores rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora