El hilo rojo es un hilo que conecta a dos personas que son almas gemelas o están destinadas a estar juntos, El hilo se puede tensar y enredar pero nunca romper.
¿Pero porque el destino conectaria a dos personas que están destinados a matarse?
¿Porqu...
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-Princesa Lisbeth es hora de su clase de modales-Tonny aparece por la puerta de mi alcoba sobresaltandome ya que no me lo esperaba, estaba tan sumida en mis pensamientos que no note su presencia.
-Gracias Tonny puedes retirarte- -Con permiso-
Tonny se va de mi alcoba dejandome sola con el horrible silencio que reina en la habitación, me miro al espejo frente a mi y solo puedo ver a una chica de rostro demacrado, con ojeras por no dormir y acostarse llorando en lo horrible que es su destino y el no poder hacer absolutamente nada para cambiarlo.
Aparto la mirada al darme cuenta de que ya no soy ni la mitad de lo que era antes y termino de peinarme antes de salir de la habitación. Bajo las enormes escaleras y estaba tan sumida en mis pensamientos que me choco con alguien.
Levanto la mirada y visualizo el rostro de la persona que mas amo en todo el mundo pero lastimosamente tengo que dejar para salvarlo, Es la única forma de protegerlo.
-Bord-Mi voz es baja y rota, su mirada me inspecciona y detalla mis movimientos como si de alguna manera quisiera adivinar cual sera mi próximo movimiento.
-Lisbeth-Me responde seco y hostil, se que esta molesto conmigo y tiene sus razones, ¡Pero diablos como me duele su indiferencia!.
Ambos nos miramos sin saber que decir, inmóviles presos del miedo a perder al otro, como quiero decirles tantas cosas, que quiero amarlo sin miedo a matarnos uno al otro pero simplemente no puedo dejar que algo le pase y le hagan daño.
-Yo...-El empieza a hablar pero se frena-Lo siento me tengo que ir-
No puedo dejar que se vaya asi sin arreglar las cosas y me importa un pepino si esto trae consecuencias luego.
-Bord espera...-Antes de que se termine de ir lo tomo del brazo impidiendo que se vaya, el me mira con ojos curiosos y dolidos.
-¿Necesita algo?-
Y no hace falta que diga algo mas porque uno sus labios con los míos en un beso lleno de promesas rotas y preocupaciones de por medio.
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Nos separamos por falta de aire, Y juntamos nuestras frentes cariñosamente mientras le acaricio la mejilla.
