Capítulo 12

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ORLANDO

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ORLANDO

Siento mis ojos cambiar de color a un rojo sangre por la increíble furia que siento dentro de mi.

Justo cuando había podido entrar a la cueva para poder rescatar a Jess, un lobo como de metro ochenta color gris aparece con un montón de estúpidos y putrefactos muertos vivientes llegan para impedir que pase, y la verdad no hay que ser un genio para saber quien es, pero eso no me detendrá para ir a buscar a mi mate.

-Vamos corre y se el héroe de la historia recatando a una simple doppleganger, Has lo que no pudiste hacer por Lisbeth-Me dice Eiden en mi cabeza con una sonrisa divertida y cargada de insinuaciones en su asqueroso hocico lobuno.

Uy Eiden, no tienes ni la menor idea de lo que acabas de decir

-Almenos no soy una escoria que lo único que hace es lastimar a una dama para hacer experimentos con ella y poder encontrar con su sangre la localización exacta de Lisbeth y ''Vengarse'' De haberte despachado de amor-Le respondo yo y su sonrisa desaparece de inmediato y es reemplazada por un gruñido. Oh sí le di justo en donde más le duele.

-¿Te comió la lengua el gato Eiden?-Digo después de varios segundos de silencio en donde los dos nos fulminamos y retamos con la mirada, estoy esperando a que el de el próximo movimiento pero se que el no es tonto y ya lleva claras mis intenciones.

-Te arrepentirás- Es lo único que dice antes de un rápido movimiento abalanzarse sobre mi para intentar morderme en todo el rostro pero soy mas rápido y lo esquivo.

-Justo esperaba que dijeras eso-

Eiden acorta los pocos metros que nos quedan mientras gruñe y muestra los afilados dientes que tiene. Del suelo empiezan a aparecer un montón de muertos vivientes que se abalanzan sobre mí y tratan de golpearme, Pero con mis alas me cubro de ellos, Hago una maniobra y logro deshacerme de varios de ellos con suma facilidad.

-¿Enserio es lo mejor que tienes escoria?, esto es mas fácil que el entrenamiento de la manada-Le digo al lobo frente a mi en tono de burla a lo cual el gruñe. De repente luces rojas aparecen por todo el pasillo y esa es mi señal para buscar a Jess, Así que corro, Un muerto se aparece frente a mi y me araña el brazo pero con mi ala izquierda de un solo golpe sale volando para estrellarse contra la pared.

No me doy cuenta cuando Eiden se me abalanza por la espalda para que con sus patas traseras y delanteras me deje casi inmovil.

-Utilizar tu máxima fuerza no va a detenerme Eiden, Además eso es jugar sucio-. Digo con tono burlón, El solo gruñe fuertemente en respuesta-. No quería utilizar esto pero tu me obligaste-

Vamos amigo despierta...

Y es cuando siento esa tan familiar llama dentro de mi, ese monstruo queriendo despertar. Grito de dolor cuando siento que de mi cuerpo salen llamaradas de fuego y Eiden al sentir eso se aparta rápidamente de encima mio con una gran quemadura en las patas.

-Te lo advertí-Le digo en tono burlón- Aunque tu mayor problema es que peleas con sentimientos- Lo cual es muy cierto, la regla numero uno en una batalla en centrarte y apartar todas las emociones.

Me levanto de un salto e inmediatamente hago una bola de fuego que impacta en la cola de Eiden el cual solo aula de dolor mientras salta intentando atrapar su cola.

Con una risa lanzo otra bola de fuego pero el es mas rápido y la esquiva haciendo que caiga en el suelo desapareciendo en un montón de llamitas ardientes. Estaba listo para el siguiente ataque cuando de repente un olor a sangre me distrae y en esos pequeños segundo de distracción los utiliza Eiden para arañarme la cara y morder mi hombro tan fuerte que hace que gotas de sangre salgan entre sus colmillos. Eso durará mucho en sanar.

-Ya me cansaste chucho-Digo con una voz tan sepulcral que hace eco por el pasillo, con mis piernas me las arreglo para hacer que Eiden retroceda lo suficiente como para darme tiempo de levantarme.

Antes de que Eiden mande otro ataque hago que del suelo salgan llamas flameantes y impida el paso a los demás. Debo darme prisa antes de que las llamas crezcan o se expandan y toque alguna bombona de gas y el lugar explote.

Diez minutos.

Retomo el camino y sigo el olor de la sangre que me lleva a una puerta entreabierta en la cual no dudo en abrir y encontrar a mi objetivo. Jess está en una silla totalmente inmovilizada, y de sus muñecas sale sangre por la presión de las correas o el esfuerzo de quitarlas.

Sus ojos me miran con una mezcla de  sorpresa, emoción y... ¿Miedo?.

Ocho minutos.

Ocho minutos

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