Tus deseos son ordenes 2

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Estando en la oficina Seto Kaiba, estaba clavado en la computadora, salia de un lado a otro, las horas pasaban lentamente en esa pulcra oficina.

En la mansión Kaiba.
-Y que haces aqui? Bueno no es por que sea molestia pero...-
Joey miraba a Atem queriendo adivinar el motivo de su regreso. Atem sin embargo estaba embelezado viendo por la ventana un jardín paradisíaco.
-Tierra llamando a Atem yuju! Hola hola Houston llamando a Atem...-
Dijo jugando Tea.
-Ah? Lo siento estaba... Bueno no importa ¿que me decian?-
Los cuatro incluyendo Mokuba, morian de la risa.
-Como fue que regresaste?-
Pregunto Yugi con una sonrisa encantadora.
-Bueno este...- Atem rio levemente. -Durante el cumpleaños de Isis, recibí la visita de Kaiba, me reto a un duelo... Que novedad cierto? En fin apostamos si yo perdia regresaria a ciudad Domino, si ganaba me quedaba en Egipto.-
Explico Atem dejando a todos sorprendidos.
-No puede ser! Si estas aqui eso significa que...-
-Asi es Mokuba... Seto me gano por eso estoy aqui, la verdad no esta tan mal.-
Eso ultimo lo dijo tratando de converserse a si mismo.
-Extrañas Egipto Atem...-
-Mas bien... Extraño a alguien Mokuba.-
-A alguien? A tu novia?-
-No Tea jajaja, este bueno... Extraño a un amor del pasado el cual no eh podido olvidar. Condenado estoy a llevarlo en mi memoria y en mi corazón por una, promesa que quedo incompleta.-
-Quien es esa chica?-
-No es una chica Joey es mi...-
Atem se tapo la boca muy sonrojado, no debia decir nada de eso.
Los chicos se rieron fuertemente avergonzado aun mas a Atem.
Atem miro al cielo recordando a ese amor del pasado. A su amado Seth su grandioso sumo sacerdote, como un rayo llego a su mente un poderoso hechizo el cual haria recordar a Seto sus antiguos dias como sacerdote, pero tenia miedo ya que so de nuevo veia a Kizara o su reencarnación se volveria a enamorar de ella. Y aunque no lo admitiera eso le dolia en el fondo de su corazón.

Oficina de Kaiba
Seto estaba exausto checo su agenda podia tomarse el resto del dia libre pero no podia fiarse de sus incompetentes empleados, que mas que empleados parecian esclavos al servicio de un jefe tirano. Volteo su vista al reloj faltaban cuatro largas horas hasta la hora de la cena. Sonrio al pensar en Atem y el como reaccionaria al verlo llegar justo para la cena. Por unos momentos se imagino a Atem resiviendolo todos los días...
[Imaginación de Seto]
Atem: Bienvenido a casa... Que tal estuvo tu dia?
Seto: Pesado y estresado no quiero hablar del tema.
Mokuba: Bienvenido a casa Seto... Mira hice un dibujo de nuestra familia...
Unos toquidos en la puerta lo interrumpen, despues de solucionar otro problema, volvio a sentarse.
[Pensamiento de Kaiba]
Atem: (Abre la puerta con varios tubos en la cabeza, con un delantal de color rojo adornado con flores, puesto) Hola querido como estuvo tu día...
Seto: (Aflojandose la corbata le da un beso a Atem en los labios) Me fue bien, no hay muchas novedades en la oficina.
Mokuba; (Corriendo con un examen en la mano y una estrella en la frente) Miren me saque 100 en el examen de Matemáticas...
Seto: (Sonrie en forma de aprobación) Muy bien Moky.
Atem: Estaba pensando en llevarlo al circo de la ciudad, se lo merece...
Seto: Si amor mio lo que tu digas...
[Seto Kaiba sacude la cabeza tan rapido que le da un mareo.]
("-Por que estoy pensando en esas tonterias?"-)
Seto suspiro con pesades, por fin habia acabado, ahora podia ir a su casa.

Mansión Kaiba
-...A partir de ese dia, noche tras noche vuelve para vengarse de ella...-
Todos los chicos volteaban a verse entre ellos con miedo por el relato de terror egipcio, relatado por Atem sentados en medio circulo frente a la chimenea. De pronto la luz se prendio causando que los cinco gritaran llenos de miedo. Seto Kaiba al verlos solto una fuerte carcajada. Atem al verlo camino hacia el.
-Llegaste antes de la cena, gracias.-
Dijo Atem en tono amable.
-Por que me agradeces?-
Contesto Kaiba altanero.
-Por todo...-
Contesto Atem con una hermosa sonrisa.
-Hermano! Que bueno que llegaste pueden quedarse a dormir los muchachos?-
Mokuba lo vio con cara de suplica.
-Espera que?!-
Contesto Seto abriendo sus ojos como platos.
-Solo sera una noche por favor Seto dejalos dormir aqui.-
Secundo Atem.
Por algun motivo no podia, dejar de dar su brazo a torcer por las peticiones del engreido faraón. Queria negarse rotundamente pero al ver el rostro del faraón, no podia decirle que no, al ver esos ojos esos sensuales labios delgados y apetitosos que suplicaban ser basados. Ese cuerpo delgado y pequeño que parecia gritar "tomame soy tuyo" ese suave tono de voz. En definitiva no podia negarse y menos cuando ese muchacho de cabello peculiar se lo pedia.
-Esta bien solo una noche, dile a Ronald que te ayude Mokuba.-
Seto se quito la gabardina y la guardo dirigiéndose al comedor, donde los platos ya estaban servidos. Atem sonrio y todos comieron alegremente, lo único que lo hacía sonreir era ver al faraón de cuando en cuando, sin que se notara, podia apreciar con gran detenimiento, el como sus mechones rubios caian con gracia, el como sus hombros subian y bajaban por la respiración tranquila, el como su pecho se inflaba himnoticamente, era una vista espectacular. Su dentadura perfecta se abria para meter un poco de comida en esa deliciosa boca, el movimiento de su mandíbula. Todo en el era simplemente perfecto, Atem también veia distraidamente a Seto y su galantura, todo podia parecer muy insignificante de no ser por Mokuba que no perdia detalle de lo que hacia ese par. Queria ver a su hermano casado y ser feliz pero y si esa felicidad se la diera otro hombre, en especial cuando ese hombre, es su mayor rival. ¿Seto estaba enamorado o no de Atem? Y si lo estaba ¿lo demostraría?

Corazón en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora