Seto se tomo de la cabeza asustando a Atem quien lo veia nervioso pues temía haberse equivocado de hechizo. Dejándose caer de rodilla, tenia la vista perdida, parpadeo un par de veces antes de poder reaccionar.
-Mi faraón...-
-Seth?-
-Ah pasado tanto tiempo... Ahora tengo la oportunidad de no volver a cometer los errores del pasado.-
-Mi Seth... Recuerdas nuestra promesa?-
-Mi querido Atem rompi esa promesa, deje que entrara en mi corazón Kizara. Pero con ello perdi lo mas valioso para mi... A mi querido faraón, no tengo el valor para verle a los ojos de nuevo... Le traicione y yo no tengo el valor para verle a los ojos.-
Atem abrazo emocionado a Seto quien lo beso como si no hubiera un mañana, sus grandes manos recorrian el cuerpo del pequeño Atem quien ardia en deseos de volver a experimentar esa sensación de esos labios que lo deboraban a besos el como el aliento del mayor quemaba su palida piel, para Seto no fue complicado quitarse la gabardina, el calor se apodero de su cuerpo la ropa era estorbosa para ambos. Antes de dejar que la pasión se apoderara de ellos, Seto atranco la puerta cerrandole con seguro, despues de ver a su pequeño amante con lujuria, quito la playera de manga corta que traia su pequeño amante, desnudando sutilmente su delgado cuerpo. Atem jadeaba lleno de deseo susurrando el nombre de Seto en pequeños gemidos llenos de placer. Atem y Seto buscaban dar placer al contrario, pero como Seto era mas grande y fuerte someter al pequeño faraón no fue una tarea difícil, apoderándose de ese cuerpo delgado, de esos labios delgados y boca pequeña. Sus ojos azules estaban clavados en el rostro de Atem, al verlo jadear y gemir lleno de placer estaba embelezado su rostro sonrojado esos ojos que suplicaban por más, esa boca entre abierta que nombraba a Seto, la respiración agitada. El calor de ese cuerpo bajo el suyo...
Seto abrio las piernas de Atem con delicadeza, Atem sabia lo que vendría despues de eso, sintiendo un dedo dentro suyo suspiro frustrado pues lo que deseaba era tener a Seto dentro de el. Seto continuó torturando a su pequeño amante, dejándolo deseoso de más, metiendo tres dedos dentro del ojivioletarojizo, Seto jugueteaba con los pequeños pezones de Atem, mientras metía y sacaba los dedos de esa pequeña abertura. El cuerpo de Atem estaba listo para recibir a Seto pero el castaño aun no queria estar dentro de el, queria devorar ese cuerpo esbelto que solo le pertenecía a el. El castaño metio con delicadeza el miembro de su joven amante a su boca probocando que una corriente eléctrica recorriera el cuerpo de Atem inundandolo de placer y lujuria los jadeos se hacian mas fuertes. Seto entro en el moviendose torturosamente lentamente, para ir despues más y más rápido, Atem se aferro al cuello de Seto gimiendo por más, Seto como el más leal de los sirvientes obedecía, probocando que Atem se corriera con un muy fuerte orgasmo. Seto y Atem terminaron al mismo tiempo, viendose fijamente a los ojos del contrario tratando de controlar el fuerte palpitar de sus corazones y su agitada respiración, sonriendo ambos. El ruido de ambos habia desconsertado a la secretaría, por lo que escuchaba tras la puerta, la curiosidad fue mas fuerte que su autocontrol y decidio investigar que pasaba ahi dentro. Pero no habia forma de verlo a través de la puerta, no habia una endidura que fuera su cómplice. Sin embargo eso no la detuvo la secretaría se sento en su escritorio y con hacer unas cuantas maniobras ciberneticas logro entrar a la camara de la oficina de su jefe, lo veia y no podia creer lo que pasaba ahi dentro. El poderoso CEO de Kaiba corp. estaba entregando su cuerpo, su mente y corazón a otro hombre... Pero no era un hombre cualquiera ese hombre era aquel que fue el motivo de un gasto de miles de dólares, ese a quien en más de una ocasión vencía en un simulacro de duelos virtual. Ese quien fue el culpable de los desvelos del poderoso Seto. La secretaria sonrio emocionada, pues desde siempre sabia que entre su jefe y ese muchacho cuyo nombre olvidaba habia algo mas que una rivalidad. Ania llevaba 12 años trabajando para la corporación Kaiba, habia visto los duelos en pareja que tuvieron Atem y Seto. Y los veia como un romance no reconocido, por que el como se protegían, el como se apoyaban parecían un matrimonio, con discusiones pero muy unidos. Como olvidar el rostro de panico que Atem puso cuando el selló del oricalcos se cobro la vida de Seto cuando se sacrifico por ese chico del cabello tricolor, o como olvidar cuando con las indirectas de Seto, Atem logro destruir al poderoso Slifer. Veia la pantalla con una sonrisa de satisfacción pues al fin despues de años veia a su jefe feliz.
No habia visto toda la accion entre esos dos pero podia imaginarse lo que habia pasado, por la ropa regada por la oficina. Y al par dormitando en la alfombra de terciopelo de color vino con negro importada de Dubai, tapados por la gabardina de color blanco de Seto. Suspiro y volvio a sus deberes... El cafe que minutos antes habia tomado, y las hojas de los ultimos reportes la obligaron a abandonar su puesto, Ronald subio a la oficina y toco la puerta tímidamente, al ver que no habia respuesta, volvio a tocar la puerta insistentemente como un cobrador. Ante tal insistencia Atem abrio los ojos aun adormilado, perdiéndose en el palido rostro de Seto, sus ojos cerrados su respiración relajada, era hipnotico verlo dormir. Los toquidos en la puerta retumbaban en sus oidos, con todo el pesar de su corazón desperto a Seto, el CEO al ver a su hermoso acompañante sonrio para despues besarlo, la cerradura de la puerta amenazaba con ser abierta lo que puso en alerta a Atem y a Seto, ambos se vistieron lo mas rapido posible, peinando con las manos los cabellos alborotados.
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Corazón en llamas
FanfictionNinguno de los personajes me pertenece, pertenecen a sus respectivos creadores... No pregunten solo gosenlo... 🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹 Yami tiene la oportunidad, de volver a ciudad Domino, gracias a una pequeña apuesta que le hará saber y encontrar a s...