Habian pasado unas horas desde que Seto y Atem habian regresado a la mansión, todos estaban reunidos en la sala, en medio de un incomodo silencio. Habia mas ruido en una morgue que en aquella habitación. Era como si alguien hubiese muerto y todos fueran sospechosos. Tea miraba de un lado a otro nerviosa e incomoda, Yugi estaba igual con los nervios de punta, Tristan solto un suspiro que no sabia que estaba reteniendo, Joey miraba a Kaiba como un suegro cuando recien conoce a su yerno.
-Hace tiempo...-
Comenzó a decir Atem llamando la atención de todos, incluido Seto quien no dejaba de verlo con ojos de amor.
-Un faraón que todos conocemos, vivio rodeado de todo tipo de lujos y mucha servidumbre a su servicio sin embargo... A pesar de tenerlo todo, estaba y se sentía solo, sus únicos amigos leales eran Mana una aprendiz de hechicera y su maestro Mahado... Ademas de llevarse muy bien con el sacerdote Seth, quien le enseñó al joven faraón el combate con espadas, sacando a flote el lado competitivo de el faraón, volviéndose no solo su mayor rival sino en algo mucho más. Como era de esperarse el faraón seria obligado como sus antecesores, a casarse pero Anzumelek, la prometida del faraón poso sus ojos en el sacerdote acostandose con el. De esa aventura se procreo un hijo, pero Anzumelek y su hijo murieron por complicaciones en la lavor de parto, cuando se supo lo que habia pasado, el sacerdote fue condenado a muerte, por desohonrar al gobernante. Pero el bondadoso faraón no podia verlo morir, pues el sabia que eran primos, así que le salvo la vida, poco despues tuvieron una batalla que duraria tres años, era contra Bakura, el unico sobreviviente de una aldea llamada Kulemna. En esta batalla, el poderoso Mahad fue brutalmente asesinado por Bakura y sus hombres, el sacerdote Seth tomo el lugar de Mahad volviendose muy poderoso... Pasaron unos años tranquilos despues de que esa pesadilla terminara o al menos eso se creía. Un dia como otros el faraón escapo de palacio para poder nadar cerca de un bello oasis que habia descubierto gracias a la pelea que habia librado antes. Seth el sacerdote siguio muy sigiloso al faraón, viendole desde las sombras, cuando el faraón se sintio vigilado, Seth salio a la luz, ambos se metieron a nadar, y a hacer pequeñas competencias, como aguantar la respiración y ver quien duraba mas tiempo, el faraón estaba a una nada de perder, asi que decidio hacerle una pequeña broma a Seth... Haciéndose el muerto, lo cual altero y aterro a Seth, quien preocupado y sin saber como actuar, solo penso en darle respiración boca a boca volviendose el primer beso de aquel gobernante, aquel contacto labial, se volvieron caricias... Naciendo de aquel beso un hermoso romance, el cual parecia ser eterno, ambos sabian que aquello era un pecado, pues aparte de ambos ser hombres, eran parientes. Aun asi eso no era impedimento para que ambos se amasen, asi que durante una noche de luna llena hicieron un juramento... Sin importar el tiempo, la distancia siempre estarían juntos, si alguno de los dos fuese al infierno el otro lo seguiria, asi de grande era su amor asi de grande es ese juramento. "Antes de la vida, Despues de la muerte, Juntos estamos, Destinados somos. A estar unidos... Unidos seremos una sola carne"
Esa fue su promesa... Un pacto secreto que fue roto por una mujer... Kizara.
Ella y Seth tenian un romance profundo mas profundo que el que se habia jurado con el faraón. Cuando el faraón lo supo, no tuvo tiempo de llorar su traición, ya que esa misma noche Bakura reapareció, por algún motivo se habia vuelto mas fuerte, irónicamente en esa batalla se reveló Seth contra su faraón. Lo que fue un golpe muy fuerte el faraón no podia soportarlo, estando contra aquel sacerdote. Contra el hombre que amaba y al mismo tiempo odiaba... La pelea era realmente dura, pero no fue si no con ayuda de Kisara que el faraón pudo salvar su vida, por unos instantes mas ya que debia enfrentarse al poderoso Bakura. Durante la pelea el faraón perdio a casi toda su corte, cuando no quedaba salida el faraón tomo una decisión que le costaría la vida, haciendo un poderoso hechizo el cual acabo con toda la magia oscura encerrandola "para siempre" en los artículos del milenio, el hechizo no solo borraria aquella maldad, si no también su memoria, pues no quería volver a recordar esa apuñalada por la espalda que recibió de Seth... Juntando la poca fuerza que le quedaba, y murio quedando preso del rompecabezas milenario...-
Seto Kaiba miro a Atem con mucha culpa, pues ya sabia el por que de muchas cosas.
-Que?! Ese faraón eres tu?-
Pregunto Joey sorprendido.
-Asi es... Y ese sacerdote soy yo.-
Dijo Seto sorprendiendo a todos.
-Atem eso significa que...-
Dijo Tea siendo interrumpida por Atem.
-Si... Estoy aqui es para cumplir aquella promesa.-
-Solo por esa promesa, ¿quieres decir que no amas a mi hermano?-
Interrumpio Mokuba
-No te preocupes... Mokuba, nadie podria querer a tu hermano...-
Contesto Joey adelantandose a la respuesta de Atem.
-Cállate perro...-
Le dijo Seto Kaiba molesto.
-Kaiba...-
Grito Atem
-Lo lamento Yami...-
Contesto Seto como un niño regañado.
-Seto mi nombre es Atem...-
-No... Tu nombre es Yami, es el nombre de mi rival, de mi igual... De mi verdadero amor.-
Atem sonrio sonrojado, provocando las risas bajas de todos. Mokuba sonrio muy contento por fin entendia a su hermano y sus sentimientos.
-Hagamos una fiesta para celebrar que mi hermano y Yami estan juntos de nuevo.-
Sonrieron todos ante la idea, Yami y Seto se tomaron de las manos. Caminando hacia la sala dónde comerian todos juntos, entre risas y bromas pasaron una tarde bastante amena.
Antes de irse Tea sonrio forzadamente
deseandoles buena fortuna a ambos.
Joey, Yugi y Tristan advirtieron a Seto que tratase bien a Atem o lo mandarian al infierno sin haber muerto.💖Gracias a todos por leer mi historia \(nwn)/ espero, que siga siendo de su agrado mil gracias por todo. (nwn) 💖
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Corazón en llamas
FanficNinguno de los personajes me pertenece, pertenecen a sus respectivos creadores... No pregunten solo gosenlo... 🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹 Yami tiene la oportunidad, de volver a ciudad Domino, gracias a una pequeña apuesta que le hará saber y encontrar a s...