Seto estaba de pie cerca del ataud donde descansaba Yami, con su típica vestimenta, aquella que siempre usaba cuando tenian un duelo. Esa chaqueta azul oscuro que cubria sus delgados brazos, su infalible collarin esa camisa que aun cuando su ocupante estaba sin vida lucia increíblemente sensual. Los pantalones ajustados como cuero que hacia juego con la chaqueta, un par de botines con estoperoles, un par de cinturones ceñidos en su esbelta cadera. Las pulseras gruesas ocultaban aquellas heridas que fueron las causantes de que ahora todos estuvieran ahí, en la sala de la mansión Kaiba dandole el ultimo adios. Tea, Joey, Tristan, Duke, Mai, Rebeca, Allister, Valon, Rafael, varios de sus conocidos estaban ahi. Era un sueño, una pesadilla, a Kaiba le costaba mucho creer que aquella escena fuera real. Se acerco al ataúd depositando un calido beso sobre los labios frios y palidos de aquel hermoso ex gobernante. Sin poder evitarlo sus lágrimas calleron presurosas, momentos mas tarde al verlo bajar por ese frio y gran agujero lo que le quedaba de corazón se fue con el. Al volver a casa ignoro todo a su alrededor, no habia escuchado a Joey decirle palabras de consuelo, a Mokuba llamarle. Un portazo se escucho antes de que todo callera en un silencio frio y cruel. El mismo silencio que acompañaría a Yami por la eternidad. Seto vio su cama e imagino a su Yami sonriendo, acostandose en la cama abrazo la almohada, aun tenia el perfume de Yami impregnado. Habia fallado de nuevo, por su estupides volvio a perder lo que amaba.
Flashback de lo ocurrido en la cena...
Kaiba habia entrado al restaurante buscando con la mirada a Yami, al no verlo se sento con Akizara, solo para hacerle compañía. En lo que veia a Yami pero de pronto sus labios fueron apresados por los de Akisara, quedando helado, de inmediato la apartó de el, al sentir una mirada sobre el, creyó que era Atem pero solo estaba Mokuba ahi, como estatua...Ese dia Yami no habia ido a no ser que aya visto el beso... Pero no se quedo para ver en que terminaría todo. Kaiba se sintió mas miserable de lo que ya era, entre sollozos quedo dormido. Al dia siguiente su atormentada alma no pudo conseguir mucho descanso despertando a las cinco de la mañana, se puso su tipica vestimenta, ese conjunto de camisa de manga larga y cuello de tortuga que siempre se le veia bien, y una pesada gabardina de color negro, ocultando sus enrojecidos ojos tras unas gafas oscuras que el mismo habia diseñado, mas nunca había usado. Bajo las escaleras salio al jardín arrancado varias rosas rojas, tomo su moto y condujo hasta el campo santo dejando su pequeño obsequio en la tumba mas hermosa que habia, ya que una escultura del dragon blanco y el mago oscuro estaban custodiando al pequeño hermoso gobernante. Dirigiendose hacia la corporación, volviendo a ser el jefe tirano que solia ser. Ocultando todo el dolor, tristeza, ira, que su corazón sentia, con una actitud arrogante... Volviendo todo a como era antes de que Yami entrara a su vida, a su corazón... A su casa, a su alcoba. Esa habitación fria y enorme, como extrañaba la presencia de aquel joven faraón, que con su risa hacia de aquel lugar un verdadero hogar. La casa era muy grande y silenciosa de pronto su mente atrajo la escena del restaurante. Esa noche donde su Yami perdio la vida, ¿por que su mente jugaba tan sucio con el? Pero aun mas importante, ¿que hacia Mokuba ahi? ¿por que tenia cara de culpa? Kaiba se sento frente a la computadora, pero su mente conspirativa le traia mil y una situaciones, que en su momento no noto. En un restaurante que tenia meses de haber abierto, al cual ni el ni Mokuba habían entrado, con mas de quinientas mesas ¿como supo dónde estaba? ¿por que tenia esa cara? El chico cabizbajo que estaba tras el, era Atem? ¿En que demonios estaba pensando al dejarse besar por ese demonio blanco? ¿Que fue lo que realmente paso? Seto estaba tan perdido en sus recuerdos, en su mente que olvido avisar a su hermano que estaria en la corporación. Mokuba no habia podido cerrar los ojos en toda la noche, el recuerdo de ver a Atem sin vida dentro de aquel ataúd, ver a su hermano sufriendo, verlo llorar en las noches, abrazando una insípida almohada. Recordaba con una gran opresión en su pecho cuando lo veia dormir con Atem, el como ambos incluso dormidos tenian una bella sonrisa. Ver a su hermano feliz, siempre habia querido que au hermano no fuera adicto al trabajo, Atem lo saco de la rutina, los tres podian ver los amaneceres y los atardeceres, Atem no lo trataba mal, era como el lado femenino y tierno dela relación siempre sabia como hacer que Kaiba cediera. Recordo lo mucho que habia suplicado para ir al circo de la ciudad y del como Atem lo llevo a escondidas de su hermano. Atem no solo habia sido su cuñado si no su cómplice de travesuras, como cuando le aventaron un globo lleno de arina al pobre Ronald. O como cuando no quiso ir a la escuela y Atem lo habia ayudado. Mokuba lloro en un amargo lleno de culpa, ver a su cuñado bañado en sangre, era algo que nunca esperaba ver. Como se arrepentida de haber sido tan egoista. Si lo decía su hermano lo odiaria incluso, no dudaba que lo enviaría a un orfanato en cuanto supiera. Se levanto de la cama prendiendo la luz, dirigiéndose a su bolita de la suerte, esa que podia predecir el futuro.
-Debo decirle a mi hermano?-
Tomo en sus pequeñas manos el objeto sacudiendolo.
-Si...-
-Me odiara?-
-Si-
-Me perdonara algun dia...-
-Si...-
-No sabes decir otra cosa que mas que si?-
-Tal vez-
Mokuba suspiro y subio al cuarto de su hermano, la cama estaba bien hecha. Bajo las escaleras y entrando a su cuarto, poniéndose ropa negra guardando el luto de Atem, pidiendo a Ronald que lo llevará a la corporación Kaiba. Al entrar subio a la oficina de Seto y ahi lo vio, en el balcón melancólico.
-Seto... Hay algo que tengo que decirte...-
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Corazón en llamas
FanfictionNinguno de los personajes me pertenece, pertenecen a sus respectivos creadores... No pregunten solo gosenlo... 🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹 Yami tiene la oportunidad, de volver a ciudad Domino, gracias a una pequeña apuesta que le hará saber y encontrar a s...