Esto es más difícil de lo que había pensado, no sé qué hacer ni cómo explicar en palabras lo que siento, no es que no tenga nada que decir, lo tengo, pero tengo tantos sentimientos adversos, culpa, tristeza, alegría, nerviosismo, que no puedo ni explicarlos, ¿Cómo pude explicar todo eso con palabras? no se puede, o por lo menos, yo aún no he aprendido a hacerlo.
Seguramente estéis un poco perdidos, os penséis que soy una autentica loca que no sabe lo que dice, y puede que tengáis razón, como digo siempre, todo el mundo tiene su parte de locura, pero os aseguro que esta vez todo lo que digo tiene una lógica, y para que me podáis entender, os tengo que contar todo desde el principio.
Cuando salí de casa de Bruno y le dije a Carol que subiera a su casa me fui corriendo, mis piernas se empezaron a mover de forma sincronizada una detrás de otra, era un movimiento inconsciente, no sabía dónde iba y tampoco me importaba, en ese momento mi cabeza no estaba con mi cuerpo, bueno, sí que lo estaba, porque aún no existe ninguna persona que viva sin cabeza, pero mi mente no estaba allí, mi mente estaba en Bruno, al chico que acababa de romper el corazón y al que esperaba que pronto pudiera llegar a ser feliz, porque él era muy importante para mí.
Después de 20 minutos corriendo y 40 minutos más andando, llegué a una estación de metro y sin pensarlo dos veces me subí, necesitaba pensar, pensar en todo lo que me había estado pasando en estos días y ¿qué mejor sitio que hacerlo que en un metro?, seguramente pensareis que es un sitio muy raro para pensar, pero pensarlo bien, se está calentito, puedo estar sentada y nadie se va a preocupar por ti.
Aquí las personas que suben van a lo suyo, nadie se preocupa por los demás, solo están mirando a ver cuando llegan a su parada y se bajan, nadie se va a parar a pensar si ese chico que acaba de subir corriendo y todo sudado puede ser que llegue tarde a una cita importante, o si esa mujer que se está tocando la barriga emocionada a lo mejor le acaban de decir que está embarazada, o ese hombre triste que lleva una caja llena de cosas lo acaban de despedir del trabajo, o yo, la chica que tiene la cabeza en otro sitio, que no está donde debería estar, está rota por dentro porque le acaba de romper el corazón a alguien importante para ella, puede que todo lo que acabe de decir no sea verdad, que solo sean imaginaciones mías, pero eso nunca lo vamos a llegar a saber, porque como he dicho antes, aquí nadie se va a preocupar por los que tienen a su alrededor, nada más lleguen a su destino, se van a bajar y no se van a acordar con quien han subido en el metro, nadie va a llegar y te va a preguntar ¿estás bien? ¿necesitas ayuda?, a lo mejor un día alguien me sorprende y lo hace, pero en este metro estoy segura de que eso no ocurrirá, porque para que eso suceda, primero tienen que fijarse en las personas que tiene alrededor y aquí, cada uno va a su mundo. Por eso he elegido estar aquí, porque seguramente si una chica joven como yo hubiera estado en un banco sentada o en medio de la calle sola, seguro que alguien se hubiera parado a preguntarme que es lo que me pasaba, y porque estaba sola, pero aquí eso no pasaría, porque si estas en un metro lo más lógico es que vayas algún sitio y cuando llegues a tu destino te bajes y ya está, por eso nadie te va a preguntar si te ocurre algo, por eso el metro era mi mejor opción en este momento, porque era una manera de no estar sola, ya que había cientos de personas a mi lado, y al mismo tiempo sentirte más sola que nunca, ya que esas personas era como si no estuvieran.
Pensando en todo este me doy cuenta de que he llegado a la última parada, no sé dónde estoy, pero no tengo más remedio que bajar del metro, al hacerlo me doy cuenta de que este sitio me resulta muy familiar, y no es para menos, a 20 minutos andando desde aquí, se encuentra el lugar favorito de Moon, y también el mío, el sitio dónde Moon llegó a formar parte de mi vida, el sitio donde se encuentra una de las cascadas más bonitas que he visto y probablemente el sitio que iré a partir de ahora para desahogarme.
Así que sin pensarlo dos veces decido que si he llegado aquí es por algo, me dispongo a ir a ese lago que tanto me gusta, pero ahora en vez de en Bruno con el que pienso es en Moon, ya que, en parte, si estoy así también es por él.
Se que debería decirle a Moon lo que siento, tendría que presentarme donde él está y decirle que lo veo como algo más que un amigo, pero aún no me siento preparada, tengo miedo, y sé que no debería de tenerlo, que la gente normal cuando tiene miedo de decir lo que siente es por miedo al rechazo, miedo de que al chico o chica que le vas a confesar tus sentimientos te diga que no siente lo mismo, y eso a mí no me pasa, porque sé que él me quiere, sé lo que siente por mí, pero mi miedo no viene por eso, ojala todo fuera tan fácil, que de lo único que tuviera mido fuera del rechazo, pero ese no es mi caso, mi mayor miedo, lo que más me preocupa es abrirme de verdad y que pueda llegar a defraudarlo, de que algo salga mal y le llegue a hacer daño a otra persona importante para mí.
A pesar de todo lo que he dicho, a pesar del miedo que tenga, se que en algún momento voy a decirle la verdad, voy a confesarle lo que siento por él, no prometo que sea el momento más romántico del mundo, ni el más especial, porqué eso para mí no es lo más importante, lo que verdad importa es que lo que diga salga del corazón. En este mundo cada hora hay miles y miles de personas que se declaran a la persona que quieren, habrá gente que se está preparando durante semanas para ese momento, otros que lo digan en medio del cine o paseando de la mano, incluso promedio de un mensaje de texto, pero como he dicho antes, da igual la manera en que lo digas, lo importante es que lo que digas lo sientas de verdad. Por eso mismo, no sé cuándo se lo diré Moon, puede ser que nada más lo vea se lo diga, o dentro de unos días me presente en su casa y confiese mis sentimientos, puede que solo duremos unos días, o al cabo de un tiempo vemos que lo nuestro no funciona como pareja, también puede pasar que él sea el amor de mi vida y duremos para siempre, por eso mismo es que cuando lo sienta de verdad se lo voy a decir, porque no quiero en un futuro pregúntame ¿Qué hubiera pasado si hubiera confesado mis sentimientos? ¿habríamos continuado juntos? ¿ahora estaría con él?, todas esas preguntas y muchas más rondarían por mi cabeza si no dijera la verdad, es por eso que voy a ser valiente y lo voy a ser valiente y lo voy a decir, no sé cuando ni donde, lo único que puedo asegurar es que lo que diga lo sentiré de verdad.
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Hasta aquí ha llegado el capítulo 30.
He tardado un poco más en subirlo, porque después de tenerlo escrito se me ha borrado todo y no ha quedado como el principio, pero espero que igualmente os guste.
Este capítulo quería que fuera algo diferente, que solo apareciera Mar, y que supiéramos un poco más como piensa, sé que estabais esperando a ver que le diría a Moon pero tranquilos que eso ya lo veremos ¿Qué os aparecido?
Muchas gracias a todos y todas por leer y seguir mi historia y por todos los votos y comentarios que tanto me encantan leer.
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Lazo Rojo
Teen FictionUna noche de invierno. Bajo la luz tenue de la habitación. Una fiesta. Una borrachera inesperada. Acompañada del hombre que creía ser el adecuado. Una imprudencia. Un destrozo. Algo que marcará el resto de mi vida. Mi destino. Una historia llena de...