Solo Tú

11

—Vamos, ya baja Matthew o llegaremos tarde— advirtió su padre Dominick.

Matt no estaba dispuesto a salir de su habitación sin antes haber arreglado hasta el más mínimo detalle de su cabello y vestimenta, estando ya todo en su lugar se roció una ligera capa de colonia, esa que tantas veces Thomas había alagado.

— Bien, estoy listo — murmuro para sí mismo viéndose por última vez al espejo.

 Matthew

Los nervios me están matando, mi estómago se retuerce sin parar y las manos no me dejan de sudar.

Sin embargo no abandonare la idea inicial, ni mi meta esta noche.

No escapare.

Amo a Thomas y ambos merecemos ser felices.

Lo he planeado todo en mi mente cada detalle...cada palabra, pero me conozco y sé que al final terminare con una mierda de ideas en la cabeza que me harán confundir, así que me iré por lo conciso e importante.

En cuanto vea a Thomas saltare sobre él, lo abrazare, besare y diré que lo amo sin pensarlo, no daré cabida a las dudas ni malentendidos. Aunque aún me siga molestando el hecho de que ese omega siga viviendo bajo el mismo techo que él.

Pero como dije ya no escapare, Thomas es MIO y peleare por él contra quien sea.

— Hemos llegado hijo — anuncio papá Sam con una linda sonrisa en el rostro, sonrisa que logro calmar un poco mi revuelto y ruidoso estómago.

Meena, a mi lado en el asiento trasero del auto sostuvo mi mano dedicándome igual una tranquilizadora sonrisa, me alegra que la antigua Meena este regresando, aunque no tenga ni idea de la razón, que mal hermano mayor soy.

Papá Sam y papá Dominick bajaron del auto yendo directo a la entrada principal, que segundos después fue abierta siendo recibidos por tío Andrew, quien sonrió en nuestra dirección.

Meena soltó mi mano pero no sin antes dedicarme en un susurro "Animo hermanito", palabras que me ayudaron a por fin salir del auto y enfrentar lo que se viene esta noche.

Mi hermana me siguió e igual bajo del auto, ambos caminamos a la entrada donde tío Andy nos esperaba.

— Hola tío Andy — Meena fue la primera en saludar, tío Andrew sonrió para después darle un fuerte abrazo.

— Hola hermosa, Anaidel ha estado esperándote — hablo tío sin soltarla.

En los labios de Meena se formó una tímida sonrisa a medida que sus mejillas se tornaban de un lindo tono rosado, extraño.

Luego de esa inusual escena, tío Andrew la soltó y ella entro sin mirar atrás.

— Hola tío Andrew — hable por fin haciéndome notar.

— Hola Matthew ¿Cómo has estado?— pregunto interponiendo un brazo en la puerta, no me daba espacio a entrar.

— Bien tío— respondí un tanto nervioso.

— Me alegro cariño — seguía sin mover su brazo, esto se estaba volviendo demasiado incómodo.

— Puedo entrar — me aventure a preguntar. Tío Andrew jamás se había comportado así conmigo, será que Thomas tiene algo que ver en esto o quizás a tío Andrew no le agrada la idea de él y yo juntos, Diosa Luna que no sea eso, ¡maldición deja el pesimismo de lado!, me regañe a mí mismo.

— Lo siento cariño pero no puedes— la mandíbula casi me llega al piso al momento de escuchar a tío decir eso.

— Pero tío Andr...