Después de ambas declaraciones no hubo más que un absoluto silencio por parte del vampiro y el lobo. Sin embargo ninguno se a parto del otro, Matthew mantenía sus brazos alrededor del cuello del lobo mientras Thomas descansaba la palma de sus manos en la cintura del vampiro. Aplastando las flores bajo ellos, ninguno apartaba la mirada.
De pronto hubo un movimiento, una reacción por parte del lobo, con un lento acercamiento se posiciono a centímetros de los labios del vampiro, que apenas y podía contener la respiración.
Un par de centímetros más y unirían sus labios en un beso, ese tan ansiado beso con el que ambos soñaron por años.
Viendo que Matthew no haría el siguiente movimiento Thomas se lanzó.
— Thomas, espera — apenas y pudo detenerlo milímetros antes de que tocara sus labios, la respiración agitada y rostro ruborizado de Matt volvieron la petición un tanto difícil de obedecer.
— ¿Qué pasa? — Thomas no quería esperar, lo había ansiado por años y ahora por fin lo tenía entre sus manos, manos que sostenían con fuerza la cintura del vampiro.
— Thomas primero debemos hablar... yo también qu-quiero b-b-besarte pero — las mejillas de un rojo brillante y mirada triste detuvieron por completo al lobo.
— Entiendo... pero me dejarías darte por lo menos un beso en la mejilla— pidió suplicante el lobo, recibiendo como respuesta un leve asentimiento por parte del avergonzado vampiro.
Decidió y sin dejar de ver los ojos de Matthew, acerco nuevamente sus labios pero esta vez a la mejilla derecha del vampiro, esta vez el vampiro no lo detuvo.
Con lentos y suaves movimientos Thomas poso sus labios sobre la extrañamente cálida piel del vampiro, al instante lo sintió estremecer, lo vio cerrar los ojos y sintió apretar con más fuerza su cuello.
Se quedaron así por varios minutos, el simple contacto de piel con piel era placentero para ambos, pero no suficiente. Aunque este no era el momento para algo más. Thomas no quería asustar a Matthew.
Igual como se acercó el lobo separo sus labios de la mejilla del vampiro, aunque realmente no quería hacerlo.
— Que te parece si hablamos mientras cenamos, la cena se enfriara — opino Thomas.
— Si — acepto el vampiro levantándose de encima del lobo y ofreciéndole una mano.
— Gracias— agradeció el lobo tomando la mano del vampiro, una vez estuvo de pie no soltó la mano de Matthew, en cambio lo guió hasta las mantas bajo el tipi donde le indico que se sentara frente a la mesa e igual él se sentó aun si soltar la mano del vampiro que a esas alturas no sabía ya que hacer, acaso loa vampiros podían realmente sudar, en ese momento maldijo la sangre de lobo en sus venas que delataban su enorme nerviosismo.
— Podrías — hablo el vampiro mirando sus manos unidas pidiendo para Thomas la soltara, no creía poder sopórtalo más, le gustaba la sensación de hecho la amaba, la calidez que irradiaba el solo sentir la mano de Thomas sobre la suya estaba nublando su razón, no podía permitirse eso.
— Claro — sonrió Thomas aceptando más a fuerza que por voluntad, no quiera soltar la mano de Matthew, no quería soltarla por el resto de su vida.
En silencio ambos descubrieron sus platos, de los labios de Matthew salió un jadeo asombrado "mi platillo favorito", pensó el vampiro en el instante que lo descubrió, en los labios de Thomas se formó una sonrisa, había obtenido la reacción que quería cuando preparaba la cena para su vampiro. En igual silencio Thomas vertió vino en ambas copas, le entrego a Matthew la suya pero mientras lo hacía busco la oportunidad de rosar sus dedos, algo que logro y sorprendió al vampiro quien tomo la copa apresurado evitando la mirada del lobo.
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Solo Tú
Romance♦TERCERA PARTE DE LA SAGA "UN DESTINO, UNA MANADA"♦ Estúpidos malentendidos separaron a Thomas y Matthew tras su plática en el bosque. Malentendidos que deberán aclarase si no quieren que su amistad de años se pierda. ¿Pero qué pasa cuando la amista...