Thomas 10años; Matthew 9años
— Mamá, mamá... Matt se quedara hoy a dormir, ya le hemos pedido permiso a su padres y han dicho que sí — un pequeño Thomas de apenas 10 años entraba corriendo a casa mientras arrastraba de un brazo a su mejor amigo Matthew.
El pequeño vampiro se escondía tras su amigo sosteniéndose fuerte de su mano, algo común de ver en ellos puesto que nunca se separaban más que para ir a dormir y como en estos casos ni para eso querían separarse insistiendo constantemente en hacer pijamadas ya sea en la casa Anderson o en la casa Taylor y sus padres al verlos tan unidos se los permitían.
Ellos comenzaban a sospechar que ese comportamiento podría significar algo en el futuro.
— Que bien mi amor, por ahora pueden subir a tu habitación y jugar un rato más, dentro de unos minutos estará la cena y los llamare, ¿ok?— Andrew sonreía a ambos niños para después verlos correr a las escaleras — ¡Niños no corran en la escaleras! — llamo la atención el mayor, ambos niños se detuvieron antes de subir corriendo y lo hicieron a paso normal sin soltarse de las manos.
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Thomas12años; Matthew 11años
A Thomas le sucedió lo que a todo jovencito que comienza a entrar en la adolescencia le pasa. Las primeras incursiones en el amor.
Ese amor romántico que hace saltar y latir tu corazón con gran velocidad, ese amor que te lleva a cometer locuras y todas en nombre de ese tan afamado sentimiento. Amor.
El amor es maravilloso si sabe llevarse por el buen camino, pero siendo joven e inexperto en ese nuevo sentimiento es difícil. Todos nos equivocamos al principio y nuevamente Thomas no fue la excepción.
Nuevos y extraños pensares y sentires despertaron en el lobo cada que miraba a su amigo de toda la vida Matthew. Tomarse de las manos, la simple acción que durante toda su amistad pareció algo común, algo normal en ellos comenzó a hacer sentir extraño a Thomas mientras constantes preguntas ahogaban su aun mente de niño ¿Esto es normal? ¿Por qué mis manos sudan cuando sostengo la suya? ¿Por qué me pasa solo esto con él? ¿Por qué mi corazón late tan rápido cuando veo nuestras manos juntas? ¿Por qué soy tan consciente de como aprieta su mano contra la mía?, siempre preguntas de ese tipo y todas relacionadas con el vampiro menor.
Esa mañana ambos chicos habían decidido con el permiso de sus padres salir he ir al lago no muy lejos de la manda BlueMoon. (Lago donde Max vio a Sofía la primera vez)
Los chicos corrían por el bosque saltando rocas, cruzando ramas caídas y todos lo hacían sin soltarse de las manos. Llegaron al lago antes de lo pensaron y como no entre juego y juego le trayecto se les paso volando, así era siempre entre ellos.
Los chicos iban al lago solo con algo en mente, nadar, a ambos les encantaba nadar.
Ambos se despojaron de sus ropas. Thomas se deshizo de su playera y short a la velocidad de la luz mientras Matthew aun luchaba contra los botones de su camisa, viendo batallar Thomas se acercó a su amigo riendo.
— Siempre es lo mismo contigo Matt — el menor solo gacho la cabeza avergonzado dejando que su amigo fuera quien deshiciera cada botón. Y como Thomas lo había dicho eso era algo común en ellos solo que esta vez resulto algo diferente en Thomas.
Cada botón deshecho revelaba más la piel del vampiro, una piel lechosa y sin ninguna imperfección. La respiración de Thomas comenzó a volverse pesada. ¿Por qué tiemblan mis manos? Se preguntó a sí mismo en vano, pues no lo sabía.
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Solo Tú
Romance♦TERCERA PARTE DE LA SAGA "UN DESTINO, UNA MANADA"♦ Estúpidos malentendidos separaron a Thomas y Matthew tras su plática en el bosque. Malentendidos que deberán aclarase si no quieren que su amistad de años se pierda. ¿Pero qué pasa cuando la amista...