5. ¿Porque juntos?

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Y bueno hay estábamos los dos, delante de la puerta de la iglesia. No sabia porque, ni como acabamos en esa situación.

El me miró, yo le miré, y eso nos bastó para pensar en la misma idea. Abrimos las puertas de la iglesia, y de inmediato se nos cambio la cara.

Había miles de personas que parecían maniquíes que se levantaron de golpe y se nos quedaron mirando. Llevaban túnicas blancas y un saco blanco que les cubría la cara. El saco tenía dos agujeros para los ojos, transmitían una sensación de terror y angustia que nadie nos pudo quitar.

Todos eran iguales excepto el del centro, que en vez de blanco iba vestido de negro, y llevaba un machete en la mano.

Estábamos muy angustiados y aterrados cuando decidimos mirar hacia el techo de la iglesia. En un par de segundos, vi como la vida de Adren se desmoronaba. Colgando de la lámpara central de la iglesia, estaba el cadáver de la madre de Adren, llevaba el anillo que encontré en el río puesto. Tenía un machete clavado en el abdomen.

El corrió hacia donde estaba su difunta madre, a pesar de que yo se lo hubiera intentado impedir. Ya que el maniquí negro se aproximaba hacia Adren.

En cuestión de segundos vi como el maniquí negro le clavaba un machete a Adren en el abdomen. Yo grite, grite lo más alto que un humano puede llegar a gritar. Entre lágrimas me acerqué corriendo asta Adren, sin importarme todo lo demás, yo no soportaba la idea de perderlo.

Me recosté sobre el, y entre lágrimas le prometí que todo saldría bien.

Después le besé, nunca había estado tan decidida ha hacer algo como dar ese beso. Fue el beso más auténtico, bonito y sentimental que di en toda mi vida.

Acto seguido, el maniquí negro desapareció. Y todo fue desapareciendo poco a poco.

Me levanté de golpe de la cama, sudando, con una mezcla de sentimientos. Que si estaba feliz, asustada, confusa, enamorada...

¿He dicho enamorada? Bueno no se porque lo digo, si casi no conozco a Adren, y encima tiene novia.

Al principio ignore esa pesadilla tan realista, pero luego me di cuenta de que igual es sueño era una señal o algo por el estilo.

Asique me levante de la cama, me vestí, desayuné a toda prisa y decidí ir ha hablar con Adren en busca de respuestas.

Por el camino me encontré a Alexa y le pregunté que donde estaba la casa de Adren. Ella me indico y después comenzó a darme consejos:

- Sigue la carretera que va hacia la secada( un barrio del pueblo) pero a mitad de camino, métete por un camino que hay a la izquierda, verás un puente, ese es el puente viejo.

Luego, sigue todo el camino hacia delante y ese camino saldrá a otro. Por ultimo sube la pequeña cuesta y la primera casa es la de Adren.

- Vale muchas gracias

- Uy, uy, uy ¿Y tú para que quieres ir a casa de Adren? ¿No te nos habrás enamorado de nuestro Adren como todas las chicas de este pueblo, no?- dijo en un tono burlón.

Me entró un sentimiento de nerviosismo en el cuerpo y no sabía porque.

- Que va, solo tengo que hablar con el.

- Ten cuidado con Sue, que es muy celosa, y más si eres tu, y es capaz de cualquier cosa.

- Tendré cuidado- dije yo.

- Y ahora tira para ya, que no puedes llegar tarde a tu cita con Adren.- dijo ella burlándose nuevamente.

- Jaja muy graciosa.- dije yo picada.

Llegue a casa de Adren, era pequeña, sombría, y estaba decorada con flores azules. También tenía un jardín pequeño pero acogedor, lleno de árboles.

En el jardín había un pequeña mesita redonda con dos sillas, y allí estaba Adren.

El estaba pintando mientras oía música. No os voy a mentir estaba mono. Tenía el pelo despeinado y mojado y llevaba una camiseta blanca simple y pantalones pitillos.

Fui acercándome poco a poco. Y cada vez estaba más nerviosa. Supongo que sería porque casi no había hablado con él y sin conocerlo era raro que me presentaste en su casa.

- ¡ Adren! ¡Hey!- le dije yo levantando un poco la voz.

El me miro y se quitó los cascos.

- Lo siento, no te había oído con la música. ¿Que haces aquí?- dijo el.

- Nada solo paseaba y te eh visto aquí y eh pensado que estaría bien hacer amistades contigo. Quiero conocerte más, ya sabes...- dije yo mintiendo.

- Perfecto iré a buscar unas Coca colas. - dijo el con ganas de charlar.

Me senté en la otra silla, y espere hasta que volviera Adren. Ahora sólo me tocaba hacer la parte más difícil. Intentar hablar sobre la muerte de su madre.

Salio por la puerta con las dos Coca colas y se sentó enfrente mío.

- Bueno, ¿y de que querías hablarme?- pregunto el.

- Ah nose, te quiero conocer más.

- Hazme una pregunta entonces.- dijo el con una voz sensual.

- Solo si respondes sincero - le dije yo siguiéndole el rollo.

- Adelante, las damas primero.

- ¿Eres de aquí?- pregunté para suavizar el ambiente.

- Si. Me toca preguntar.- me dijo.

- ¿Eres una chica atrevida?- pregunto con curiosidad.

- Puede, eso lo tendrás que comprobar tu. Me toca.- dije yo con un tono sexy.

La verdad, esque que que era una chica atrevida. Y pasase lo que pasase, yo necesitaba saber cómo había muerto su madre. Entonces me atrevi a preguntar:

- ¿ Que hay de tu familia?- pregunté yo.

De repente a Adren se le cambio la cara por completo, y lo entiendo.

- No suelo hablar mucho del tema, porque todavía no lo eh superado.- dijo disgustado.

- No tienes porque decirmelo, tranquilo. Pero las cosas se superan hablando.- dije yo intentando animarlo.

- Pues mira... Mi madre fue asesinada hace unos 2 años, porque ella trabajaba como espía para el gobierno, y mi padre casi nunca está en casa, por no decir nunca. El es el que nos mantiene a los tres asique tiene que trabajar mucho. - dijo el apunto de ponerse a llorar.

Sentí muchísima lástima por el, no era justo que le pasase a el. Vi como le resbalaba una lágrima por la mejilla.

Me acerqué a él. Y sin pensarlo dos veces lo abrazo con todas mis fuerzas.

Me di cuenta de que Adren no solo era un trozo de carne como lo trataban todas las chicas enamoradas del pueblo. Me di cuenta de que era un chico sentimental y inteligente. También no sé avergonzaba de mostrar su sentimientos como los demás chicos.

Le agarre de la mano, y le dije :

- Quiero que repitas lo que te voy a decir.

Él asintió con la cabeza.

- Yo Adren - dije yo con la finalidad de que lo repitiera.

- Yo Adren - dijo el.

- Soy el chico más valiente y fuerte- dije.

- Soy el chico más valiente y fuerte- dijo el sintiéndose mejor.

- Que ha habido nunca en la historia de Matienzo- termine la frase.

- Yo Adren, soy el chico más valiente y fuerte que ha habido en la historia de Matienzo.- dijo el levantándose sobre la silla, con fuerza y valentia.

Y así fue la mañana, donde Adren y yo nos hicimos buenos amigos.

The Last SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora