Me desperté temprano, hoy era el día de la fiesta y estaba super emocionada. Me levanté de la cama, desayuné y antes de que se fueran mis abuelos, fui a echar la basura.
Ya os podéis imaginar que pintas llevaba, básicamente iba en chándal y llevaba un moño mal hecho.
El contenedor estaba al final del Callejo, pero cuando iba por la mitad del camino, oí una voz familiar. ¡Estaba segura de que era alguien del grupo! Todavía no tenía la suficiente confianza para que me vieran vestida así.
Sin pensármelo dos veces, salté el muro que rodeaba La Torre ( la casa más grande que había en el barrio).
El muro me media por la cintura así que me agache y me escondí.
Las voces se fueron acercando poco a poco hasta pararse justo en frente de dónde estaba yo escondida.
Sentí miedo, pensaba que me habían descubierto. Entonces decidí levantarme un poco para poder ver quienes eran.
Al verles me di cuenta de que eran John y Aisak. Seguí mirando en silencio.
- ¿Y ahora qué ?- dijo Aisak.
- Hey, no te preocupes en el futuro, solo deja que pase.
No sabía a lo que se referían, todo era tan raro. Pero yo seguí espiando.
John le acarició la mejilla a Aisak, y de un segundo a otro comenzaron a liarse. Aisak estaba contra la pared y John le agarraba del cuello o le pasaba la mano por los abdominales mientras se liaban.
Cuando terminan de liarse se quedan abrazados y comienzan a hablar:
- ¿Hay algo que se te dé mal? porque no lo parece.- dice John refiriéndose a qué Aisak sabía besar.
- El amor.- responde Aisak sonriendo.
- No creo que sea así, porque cierta persona está empezando a sentir algo por ti.- responde John sonriendo.
-¿Así?¿Cómo es esa persona?
- Es un año menor, y habla culto, que más te podría decir...- dijo John sensualmente.
- Pues creo que no le conozco.- dijo Aisak, haciéndose el tonto.
John lo besó por última vez, se despidieron y cada uno se fue a su casa.
Dios no me podía creer que se hubieran enamorado, y mucho menos que el grupo no lo supiera. Me parecieron tan mono juntos. Al verles juntos me de cuenta de que Aisak era el unico del grupo, quitando a Sue, con el que aun no habia hablado ni forjado amistad. Me decidí ha hacerlo, pero en otro momento. Ahora solo tenia que tirar la basura y volver a casa para despedirme de mis abuelos.
Me despedí y me tumbe en la cama de mis abuelos tranquilamente,ya que ellos tenían televisión en su cuarto.
Transcurrieron las horas rápido y ya era las 1:00 del mediodía cuando oí un golpe flojo en la puerta, como si alguien la hubiera intentado tocar, pero no tuviera fuerzas. No le di importancia y seguí a lo mío. Al de 15 segundos volvió a sonar. Me levanté y fui a abrir la puerta.
Al abrirla, vi a Adren, tenía las manos y la camiseta llenas de sangre. Estaba muy débil y no se podia levantar.
Un sentimiento de miedo y preocupación invadió mi cuerpo.
Tenía las manos apoyadas en la zona izquierda baja del abdomen, y se estaba desangrando.
Lo cogí y lo lleve asta la cama donde solían dormir mis padres cuando veníamos a pasar los veranos. Era la habitación más iluminada de la casa y con la cama más grande.
Lo apoye en la casa y le levanté la camiseta para ver su herida. Le baje un poco el pantalón y el boxer para poder verle la herida completa.
Era un corte muy profundo, no entendía como se lo pido hacer. Le quite la camiseta y fui corriendo a por el kit de emergencia de mi madre. Ella era veterinaria y tenía un kit de primeros auxilios en el que había hilo y aguja. Al fin y al cabo, era lo mismo coser a un animal que ha un humano ¿no?
Menos mal, que mi madre me enseñó a coser heridas en caso de emergencia hace ya unos años, y que lo dominaba bastante bien.
-¿¡Que te ha pasado!?
- Estaba llendo a visitar la tumba de mi madre cuando, me han intentado atracar. Me han dado dos navajazos.
- dijo el casi sin poder hablar.
Yo lo sabía, sabía que, que le clavasen el machete ha Adren en el sueño quería decir algo. Alguien nos estaba intentando impedir que investigaramos la muerte de su madre.
- Vale tú tranquilo, te va ha doler un poco, a la de tres. Una, dos y tres - dije yo intentando hacerlo lo más rápido posible.
Comencé a coserle la herida suavemente intentando no hacerle daño, pero me temo que eso era imposible. No llevaba anestesia y tuve que coserle al momento.
Podía ver el dolor que sentía en su cara, a pesar de que él no se quejaba solamente suspiraba de dolor.
Parece que no pero le tuve que dar 7 puntos. Por último le puse una especie de vendaje. El estaba sudando, le caían gotas por la frente.
Cuando acabe del todo le acaricie el pelo y le miré a los ojos.
- No vuelvas a darme un susto así, me oyes.- dije yo asustada.
- No lo haré.- dijo el.
- Menos mal que estás bien, que hubiera echo yo sin ti.
Sonrió y dijo:
-¿Asique ahora ya no puedes vivir sin mi?
- Cállate tonto...- le dije sonriendole.
Aquel, aquel me pareció el momento oportuno para besarle. Le besé,le besé como nunca antes lo había echo, creo que no hay palabras que puedan describir lo que sentí. Le agarre del cuello y nos continuamos besando durante bastante tiempo. Fue...fue único. Aquel momento, marcaría un antes y un despues, en nuestra historia.
Lo deje descansar y me fui a lavar su ropa y las sabanas que estaban llenas de sangre, no mal penséis por favor.
Me pegue una ducha, y cuando salí fui ha ver qué tal estaba Adren. Le di una pastilla para que se tomase y se le fuera el dolor por 12h, para la fiesta, y merendamos algo.
De seguido le di ropa limpia que tenía de mi padre, y me fui a elegir la ropa.
Cuando entré a mi habitación me di cuenta de que se había ido la luz, fui al panel de luz para volver a encenderla. Me di cuenta de que no se encendía, me empezé a preocupar un poco, faltaban 3 h para que empezase la fiesta y los del grupo empezarían a llegar para prepararla.
Me acerqué a Adren.
- Adren, creo que tenemos un problema.- le dije yo con cara de preocupación.
- Lo se, se ha ido la luz.- dijo el.
- ¿Y que hacemos?
-¿ Y si trasladamos la farra a otro lado?
- En las condiciones en las que estamos, solo tenemos una opción, ¿pero ha donde la trasladamos?
- Tu vete avisando a todos que ya consigo yo un sitio guapo. Tengo mis contactos.
Y allí nos quedamos, el y yo con una fiesta sin un lugar fijo y unas pocas horas para resolver el problema.
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The Last Summer
CasualeAnne es una adolescente de 17 años que se va a pasar las vacaciones de verano a el pueblo con sus abuelos . Se hace amiga de un grupo de chavales de el pueblo con el que vivirá experiencias inolvidables, desde amores inesperados hasta desastres no...